HOMENAJE EN ROJO Y BLANCO

Es evidente que todo está siendo muy diferente desde que decayera el estado de alarma. La nueva normalidad ha traído consigo una sensación de incertidumbre que demuestra que el coronavirus sigue con nosotros. Aún así, es bueno ver como el antiguo Palacio de Deportes de Madrid abrió sus puertas de la mano de Loquillo. Menos aforo pero más ganas que nunca de recuperar los conciertos en este espacio tan emblemático. Poco a poco, y adaptándose a las circunstancias la música vuelve a sonar en directo. También, por ejemplo, el Teatro Real retomó su actividad con la Traviata de Verdi. Donde este año no habrá cánticos será en Pamplona. Un 7 de julio de lo más atípico. Es el día grande de unas fiestas que traspasan fronteras y que el coronavirus ha silenciado. Este año el capote de San Fermín será para torear al bicho que tantos estragos nos está dejando. Al santo, sin dudarlo, hay que pedirle salud y sobre todo, que nos ayude en esta realidad que estamos viviendo frenando los rebrotes que pueden ser tan peligrosos.

Pamplona no se viste de rojo y blanco, y en la ribera del Manzanares ya no queda nada del que fue el fortín colchonero durante muchos años. La última tribuna del Vicente Calderón fue derribada el pasado viernes. El territorio indio ya es una explanada cargada de muchos sentimientos y emociones de una afición que lo ha dado todo en el Paseo de los Melancólicos. Melancolía es lo que nos queda a los rojiblancos. Dentro de ese campo muchos hemos crecido. Además, nos hemos reído, nos hemos emocionado, hemos gritado, hemos saltado, hemos llorado, hemos cantado, por supuesto, hemos sufrido… En definitiva hemos vivido unos años de experiencias difíciles de olvidar. El Calderón ya es historia y despedirse de él no fue fácil, como tampoco lo es ver el solar lleno de escombros. Me acuerdo perfectamente del último partido que vi allí. Me acompañaba mi padre y gritamos varias veces la palabra gol. Fueron noventa minutos muy especiales. Noventa minutos irrepetibles porque sabíamos que la próxima vez que cantáramos nuestro himno el escenario iba a ser otro. Cuando cambias de casa los comienzos cuestan, además también nos cambiaron el escudo y tanto cambio junto fue un coctel explosivo de sentimientos. Reconozco que el Metropolitano me gustó pero fue complicado evitar las comparaciones. El Calderón siempre será el Calderón.

IMG_0065Habrá quien no entienda el porqué de esta melancolía, pero los que tenemos el corazón rojiblanco sabemos de lo que hablamos. Ser del Atleti es algo inexplicable, porque es una forma de ser, una forma de vivir y una familia unida por un sentimiento sin igual que está con los suyos en las buenas y en las malas. No puedo obviar a quien me hizo ser del Atleti porque además también, siendo yo una niña, me animaba a levantarme con él a ver los encierros de San Fermín. Precisamente, en estos días, de hace muchos años, mi abuelo se marchó, pero sé que desde donde esté sigue transmitiendo esa ilusión que derrochaba por la vida. Sin duda, llevo años echándole de menos, pero estoy agradecida de haber podido compartir con él toda mi niñez. Él me enseñó muchos valores y tengo grandes recuerdos. De hecho, aunque el tiempo haya pasado, sigo cumpliendo con las tradiciones. Este año tan atípico se respira mucha nostalgia.

Por eso, me vais a permitir que acabe dirigiéndome a mi abuelo, y le aclare que a pesar de la “nueva normalidad” al Atleti no le quito ojo aunque éste me quite el sueño y aunque no haya encierros este año ya he cantado al santo. En mi vida, desde que era una niña, siempre ha prevalecido el rojo y el blanco. Gracias abuelo por usar esos colores. Estoy eternamente agradecida.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

Enlace: https://www.elvalle.com.mx/columnas-y-opinion/story/13739/homenaje-en-rojo-y-blanco

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Mi columna para El Valle de México

El legado del Vicente Calderón

He llorado, he reído, he gritado, he saltado, he cantado, he sufrido… Eso y mucho más solo lo ha podido conseguir un lugar: El Vicente Calderón. Los que tienen sangre rojiblanca y palpitan al ritmo del Atlético de Madrid saben de lo que hablo. En la ribera del Manzanares todo era posible. Cuando el Atleti jugaba en casa el territorio indio se llenaba de un ambiente inigualable. En las buenas y en las malas, los colchoneros siempre estaban ahí. No importaba si hacía frío, calor, o incluso si llovía, porque la afición rojiblanca es única, y eso, nadie lo puede negar.

El Vicente Calderón será inolvidable

Las despedidas nunca son agradables y más, cuando la que ha sido tu casa durante cincuenta años cierra sus puertas. En las mudanzas siempre son los recuerdos los que asaltan nuestra memoria. Obviamente tengo muchos, pero nunca olvidaré el día que volví al Calderón después de mi dura batalla. Reconozco que lloré de alegría porque fue el premio a la victoria más importante de mi vida. Allí, acompañada por mi padre y buenos amigos he visto al Barça, al Madrid, al Valencia, a la Juve, al Bayern… y no importaba si era un partido de Liga, de Copa o de Champions porque la intensidad de las gradas siempre era la misma. Ver ganar a los que defienden tus colores en el terreno de juego es una gran satisfacción, aunque “casi siempre” que se iba al Calderón el sufrimiento estaba garantizado. No obstante, eso era lo de menos, porque está escrito en nuestro ADN rojiblanco.

Ahora, con nostalgia, toca cerrar una etapa en la historia colchonera. El Paseo de los Melancólicos y la ribera del Manzanares ya no serán lo mismo. Atrás quedan los momentos vividos tanto en el cielo como en el infierno, “el pupas” dejó de ser tan pupas con grandes victorias. La próxima vez que vaya a ver al Atleti con mi equipación puesta ya no me bajaré en el metro de Pirámides, se me hará raro pero el Metropolitano nos espera. Cambiaremos de estadio, incluso de escudo, pero hay algo que siempre permanecerá perenne: Los sentimientos son inalterables. Seguiremos derrochando coraje y corazón, nunca dejaremos de creer y, por supuesto, siempre orgullosos de nuestros colores.

Como colchonera, hablar del Metropolitano me recuerda no solo al pasado de mi equipo sino que es decir su nombre y pensar, eso sí, con la mirada al cielo, en quién me inculcó ese “sentimiento que no se puede explicar”. Y como no hay palabras que describan todo lo que el Vicente Calderón me ha dado, solo puedo decir que el Atleti siga dando alegrías a mi corazón. Aquí comienza una nueva etapa, seguro que llena de triunfos, de noches cardíacas, de minutos inacabables… Pero sabemos que el Atleti combate y se levanta así que pensemos en el futuro, y por supuesto…

¡Aúpa Atleti!

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

 

Dos nuevas incorporaciones rojiblancas

Hay partidos y partidos. En unos el resultado es más importante que en otros, en éste lo era porque el Atleti se jugaba acercarse al líder, pero confieso que poco me interesaba el marcador. Estaba más centrada en ver disfrutar a las que sin duda eran las protagonistas del encuentro. Fueron Fer y Yolis las que me llevaron a la ribera del Manzanares para ser la anfitriona de su primer partido en el fortín rojiblanco.

FullSizeRenderCada vez que México se cruza en mi vida es inevitable que me asalten los buenos recuerdos y luzca mi mejor sonrisa, pero fueron estas dos mexicanas las que han marcado este partido en los anales de mi memoria colchonera. Del encuentro poco se puede decir. Aunque no se vieron goles las oportunidades no faltaron. Y hablando de oportunidades, espero que el destino me premie con volver al Calderón con el resto de mi “familia mexicana”. Con el coraje y corazón del que presumimos los atléticos prometí ir a ver a los Rayados de Monterrey, equipo del que ya puedo presumir como una aficionada más. Tengo claro que del Atleti se nace, porque obviamente fui incapaz de responder a la primera pregunta que me hicieron: “Jime, ¿por qué eres del Atlético de Madrid? Tras un silencio, sólo pude reafirmarme y decir: Soy del Atleti. Pero después de los noventa minutos vividos en el Vicente Calderón, después de ver a su afición, después de notar el sentimiento rojiblanco; fueron ellas las que me aseguraron que el Atleti va con mi forma de ser, y nunca mejor dicho. Ya les aseguré: “Tengan cuidado porque esto engancha.” Y como dos colchoneras más, salieron cantando nuestro himno y con motivos más que suficientes para, como diría Sabina, pasar por Concha Espina como pasa un forastero…

Ya pueden presumir de colores, pero todavía les queda mucho por disfrutar… y siendo del Atleti… por sufrir. Deberán ir preparando su corazón… Eso sí, cuando éste se vuelve rojiblanco ya no hay nada que se le resista. Bienvenidas a la familia colchonera y gracias por esos noventa minutos llenos de cariño.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

A los recuerdos de un abuelo

Dicen que las casualidades no existen, en este caso es cierto. Mentiría si dijera que estoy improvisando, simplemente, estoy dejando que las palabras fluyan al exterior. El folio en blanco de Word que es tan frío cuando lo abres, esta vez se llena de sentimiento. Un sentimiento que no nace por casualidad. Surge año tras año cuando llega el chupinazo de San Fermín. Y no es precisamente por la fiesta sino más bien por los recuerdos que ella me trae.

Es el momento, o mejor dicho, es el día en el que puedo reconocer que sólo hay una persona en mi mente. Sus recuerdos son tantos que resurgen muy a menudo. Confieso que fuiste quien me inculcó muchas de las costumbres que hoy en día no quiero perder. Creo que eso mantiene ese vínculo que me hace pensar en ti día a día. Desde niña madrugaba contigo para ver los encierros de Pamplona, hoy sigo haciéndolo. Me inculcaste el sentimiento rojiblanco, porque fuiste el “culpable” de que sea del Atleti. Hoy defiendo mis colores como solo los colchoneros lo sabemos hacer. Gracias a ti conocí el trabajo de una imprenta. hand-od-grandmother-grandchild-7296466Recuerdo las tardes en las que jugaba con los tipos. No sé si ahí nació mi vocación periodística pero desde luego nunca podré olvidar las manchas de tinta, el olor a papel y las miles de letras que allí había. Me conmueve ver a mi padre con la tradicional capa castellana tal como tu la lucías. Eras un burgalés que con orgullo cantabas el himno a tu ciudad y cogida de tu brazo paseé y lucí el traje regional… Podría seguir con muchas cosas más, pero de todas las que podría destacar me quedo con tu carácter. Disfrutabas de las pequeñas cosas de la vida, transmitías optimismo y por ser como eras tu vacío se sigue sintiendo. Hace años que nos dejaste pero en el fondo sigues con nosotros. En mi memoria existe un apartado dedicado a ti. Su nombre es Eusebio y entre comillas he escrito “Suso” como muchos te llamaban. Eras el mejor libro de historias, de refranes, de anécdotas, eras único. Eras mi abuelo.

Hoy más que nunca puedo decir que en algo tan pequeño como una lágrima cabe algo tan grande como un sentimiento. Va por ti, abuelo.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

 

“Recoged las rosas mientras podáis”

dos_caminosDecía el filósofo suizo, Amiel que “el hombre que pretende verlo todo con claridad antes de decidir nunca decide”. No iba desencaminado. Las decisiones forman parte de nuestra vida. Puedes acertar o equivocarte pero nunca arrepentirte. Unas son fáciles y otras no, pero una cosa tengo clara: De todas se aprende.

Desde septiembre tenía marcado en mi calendario el día de hoy. El Real Madrid visita el Vicente Calderón y si por esa época el encuentro ya me suscitaba mucho interés ,y no sabía como iba a estar la clasificación liguera, ahora más que nunca la emoción está asegurada. “El Cholo” ya sabe quien saltará al terreno de juego para defender ante los vikingos los colores colchoneros. El hombre del “partido a partido” ya ha decidido. Esperemos que para bien. Ante un derbi como este, en una situación normal ya hubiese preparado las pinturas rojiblancas para animar como una “india” más a los míos. Pero hoy, voy a cambiar el rojiblanco y me pintaré “la cara color esperanza”  porque he decidido “tentar al futuro con el corazón”  ya que “es mejor perderse que nunca embarcar” como canta Diego Torres.

Echaré de menos muchas cosas, lo sé. Que la nostalgia me acompañará al principio, también. Pero me voy cargada de ilusión y optimismo. Aseguraba el dramaturgo austriaco Schnitzler que “estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida”. El momento ha llegado, y con él; la oportunidad. Las ganas de disfrutar ya las tenía.  Así que: Ahora o nunca.

Tomar decisiones nunca es fácil pero siempre hay otra persona a la que consultar. Dicen que “quien tiene un amigo tiene un tesoro”, en mi caso es una rosa muy especial. Hace días, esa Rosa me recordó que “las dificultades preparan a personas comunes para destinos extraordinarios”. Me hiciste pensar que hay que luchar por los sueños y por la felicidad. Hemos compartido juntas grandes momentos, eso sí, siempre con el chocolate como maestro de ceremonias. Si los amigos están para ayudarnos en las caídas y empujarnos en las indecisiones, tú, sin duda, siempre me has dado la mano para levantarme y me has impulsado a superar mis miedos. Eres una gran amiga, una gran persona, y por supuesto, una gran colchonera.

No sé cómo será el partido de esta tarde, si sufriré mucho con el Atleti o no. De lo que estoy segura es que mis ojos se humedecerán pensando todos los recuerdos que me llevo. Pero solo se vive una vez y como dijo el escritor mexicano Amado Nervo: “La vida es como un arca inmensa llena de posibilidades.” Todo llega cuando menos te lo esperas.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

Ser primeros

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Me gusta el día, me gusta la hora y, por supuesto, me gusta el plan. El sábado a las ocho, cara a cara, en el Vicente Calderón, el Atleti saltará al terreno de juego a por algo más que los tres puntos. El liderato está a noventa minutos.

En cada jornada liguera hay un partido del que todos estamos pendientes, bien por su trascendencia en la clasificación o bien por los equipos que se enfrentan. Esta semana lo tenemos todo en la ribera del Manzanares. Se ha hecho famoso “el partido a partido” que tanto ha repetido Simeone y, así, día a día hemos llegado hasta aquí. Pasadas las fiestas navideñas, los Reyes Magos de regreso y la rutina apoderándose de nuevo de nuestras vidas, el fútbol nos regala un duelo entre el Atlético de Madrid y el Barcelona.

Partidos como éste son dignos de especulaciones, quinielas y, carteles de favoritos. Especular no me apetece, la quiniela ya la he hecho y el favorito, lo tengo claro. A estas alturas no es ninguna novedad que “los colores rojiblancos van con mi forma de ser” lo dijo Sabina, y no lo pudo decir mejor. Sigo sin saber por qué soy del Atleti pero sí sé quien me inculcó el sentimiento colchonero…eso se lo agradeceré siempre. He sufrido con mis colores, defendía al “pupas” contra viento y marea, y ahora, mi equipo es la envidia de más de uno.

¿Nos tocará sufrir? ¿A nosotros? No, en tal caso a los azulgranas. Los indios siempre estamos preparados para cantar el himno, animar a los jugadores y si es preciso decirle un par de cosas al árbitro también. Si hay algo que tengo claro es que quiero disfrutar de un gran espectáculo. Eso me recuerda a Will Smith en la película En busca de la felicidad cuando dijo: “Cuando se atisba un rato de felicidad siempre hay alguien que quiere destruirla”… No digo más, ahí lo dejo.

Del Barça tengo poco que decir. El Barça es “més que un club”. No será fácil pero tampoco es imposible. Dijo Séneca que “vencer sin peligro es ganar sin gloria”. Peligro hay mucho y la gloria hay que alcanzarla. Tan filósofo como Séneca es Simeone. El tiempo pasa pero hay valores que no cambian: “Importa mucho más lo que tú piensas de ti mismo que lo que los otros opinen de ti”. No es una cita de “El Cholo” es de Séneca, el argentino nos dice que “hay que creer ”.

Pues bien, ya sea en el Calderón, en casa o en el bar, colchoneros y culés vibrarán con los suyos. Tengo preparada la bandera, la camiseta, la bufanda y el corazón. Sólo me queda el bocadillo. Si el rojiblanco jamón serrano lo acompaño con pan tumaca me sale una combinación de lo más apetitosa, eso sí, el jamón siempre queda encima.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

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Cuestión de creer

Gato leon

Es el único equipo español clasificado como líder de su grupo para los octavos de la Champions, a día de hoy. Son segundos en la Liga con treinta y tres puntos. Están a uno del líder… ¿Es o no es motivo para estar orgullosos del Atleti?

Claro que es motivo más que suficiente para sentir los colores de un equipo que ha hecho sufrir a sus aficionados como solo él sabe hacerlo. Dijo Simeone que “es un momento muy importante para el hincha”, y tanto que lo es. El colchonero acude a los encuentros a disfrutar de su equipo, a vibrar con él y a emocionarse con sus colores. Ya lo dijo Sabina en el himno del centenario: “Aquí me pongo a contar motivos de un sentimiento que no se puede explicar”.

Y sin buscar una explicación hay que reconocer que el Atlético de Madrid está en un gran momento. Atrás quedaron las malas temporadas…éramos los “sufridores por excelencia”. Eso sí, la afición siempre ha estado volcada con los suyos, a las duras y a las maduras. Se marchó Torres, Agüero, Forlán, Falcao…pero el Atleti sigue, se adapta y continua. Eso me recuerda que nadie es imprescindible y como aseguró “El Cholo” Simeone: “Lo mejor que tenemos los atléticos es que no dejamos nunca de creer”. Y está claro que “la confianza en sí mismo es el primer secreto del éxito” lo dijo Emerson, pero es la pura verdad.

“Buscamos llegar donde todos sueñan”. Simeone lo tiene claro. Como colchonero sabe lo que quiere. Dejando al margen el rojiblanco y siendo del equipo que se sea; siempre hay que creer en lo que se hace, en lo que se siente y en lo que se vive. Un partido de fútbol son noventa minutos, pero la vida está llena de muchos minutos para aprovechar. Creemos que es larga pero en un segundo todo puede cambiar. Decía un proverbio árabe que “el pasado ha huido, lo que esperas está ausente pero el presente es tuyo”. Tu eres el entrenador de tu vida. Las frases que te susurras a ti mismo tienen más fuerza que lo que otros te puedan decir.

Así que hay que entrenarse para que no se nos escape el presente, para saber lo que se quiere…No digo que sea fácil pero puedo parafrasear al entrenador rojiblanco cuando el Atleti celebró con los suyos en Neptuno la copa conseguida en el Bernabéu. Hay que creer.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

Más rojo que blanco

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 Cuando no es la Champions, es la Liga y si no la Europa League o la selección, pero el fútbol no da tregua. Es más, tiene la licencia de cambiar parrillas de televisión. No es que me disguste ver un encuentro de mi equipo pero comprendo, que a muchos les canse que un día sí y otro también haya un partido. Lo bueno que tiene el Mundial o la Eurocopa es que sabes que la selección engancha y, más, desde que da tantas alegrías. Esperemos que duren, porque hay que estar a las duras y a las maduras. Cuando se gana, cuando se sufre y cuando se pierde, como la afición del Atleti.

Que el fútbol levanta pasiones no hay duda. Y quien más y quien menos estará pendiente del que será el tema de conversación de la mañana siguiente. El deporte rey, tan admirado por unos y odiado por otros, tiene la capacidad de sacar de dentro de cada uno de nosotros al mejor orador. ¡Vaya capacidad argumentativa tenemos! Si Cicerón levantará la cabeza…

Pero no estamos en la ciudad italiana y los tiempos son otros. Si hay una fecha en todo calendario colchonero es la del derbi madrileño. El cara a cara con su máximo rival. Acaba de terminar la última jornada liguera y está a punto de dar comienzo la siguiente…pero con un aliciente muy especial. Hay un partido con mayúsculas: Real Madrid-Atlético de Madrid. Los indios llegan en su mejor momento. Seis victorias esta temporada, son su mejor aval para asaltar el fortín blanco. Los de Simeone saben que en juego hay algo más que tres puntos. El optimismo y la confianza serán, sin duda, grandes aliados. Aún está en la memoria de los colchoneros la última Copa del Rey conquistada en el Santiago Bernabéu. Todavía más de un merengue tiene esa herida sin cicatrizar… Quedan menos de cuarenta y ocho horas para el partido y en el ambiente ya se respira la emoción. Pero, ¡ojo! El Atleti es el Atleti y, a veces, ha saltado al terreno de juego como a ningún rojiblanco le gusta que lo haga. Es hora de salir sin complejos. La mejor afición os acompañará y os apoyará contra viento y marea. Celebrar los goles colchoneros en la casa blanca no tiene precio.

Ganar una apuesta o una porra son motivos más que suficientes para reunir mañana a indios y vikingos delante del televisor. Tras el pitido inicial solo me quedará recordar al famoso emperador romano Julio César cuando dijo: “Alea iacta est.” Este partido pasará a la historia, aunque esperemos que escrito con tinta rojiblanca.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)