AFRONTAR PSICOLÓGICAMENTE EL CORONAVIRUS

Mi buen amigo Javier Urra nos da las pautas para afrontar la situación que estamos viviendo. Os invito a que os adentréis en este artículo porque toda ayuda es buena, y más, cuando viene de los profesionales:


AFRONTAMIENTO PSICOLÓGICO

Humanos, siempre vulnerables. Desde el poder de la convicción social hemos de dar ejemplo de responsabilidad individual y colectiva.

En esta etapa de incertidumbre la sociedad civil ha de dar un paso adelante. Este no es momento para la sobrerreacción o el sálvese quien pueda. Hemos de apoyar a nuestros sistemas sanitarios, evitando el pánico.

Desde luego estamos en crisis y se aprecia la vulnerabilidad de la salud, de la economía. Quiebras en cadena, de producción, de turismo, en las bolsas. Tenemos una pandemia, pero veamos si también va a ser de generosidad o de egoísmo.

Es hora de que nuestros jóvenes muestren su altruismo y responsabilidad, ahora toca cuidar, preservar, a los más mayores.

Precisamos ante tanta sorpresa, ante un hecho inesperado, liderazgos sociales, solidaridad, comprensión, compromiso. Este es un mundo en que hay globalización también de las personas, y necesitamos de una gobernanza global.

WhatsApp Image 2020-03-17 at 11.25.44Evitemos o al menos limitemos en lo posible la desinformación, sigamos lo que la Organización Mundial de la Salud (O.M.S) nos señala, así como nuestras autoridades sanitarias. En un momento de incertidumbre exponencial, con un periodo que es indefinido de tiempo, acostumbrados como estamos a la movilidad humana, nos adaptaremos al teletrabajo y nos resultará difícil el dejar de tocar y ser tocados, del contacto, del piel con piel.

Apreciaremos las carencias. Observaremos la inmoralidad de los especuladores, conoceremos de las bancarrotas, del sufrimiento de los países sin red sanitaria.

Una crisis económica mundial es previsible, o al menos una recesión económica con aumento del desempleo, y como siempre en los avatares de la vida, afectará a los más desfavorecidos, a quienes están en situación precaria, a las personas sin hogar.

Vivimos, algunos malviven, con altos niveles de desigualdad. Pero llegados a este punto, la psicología nos enseña que hemos de ser más resilientes, que hemos de fortalecer la capacidad de resistencia social.

Es importante la actitud ante esta gran disrupción, y saber que aislarse es un riesgo grave. Conozcamos lo que acontece desde un enfoque clínico, sigamos los informes oficiales de noticias.

Hemos de adaptarnos a título individual y comprobar que no todo en la vida está bajo control, que vuelven viejos fantasmas, que hay quien nos transmite escenarios apocalípticos, y por contra nos encontramos con la arrogancia de los irresponsables. Estamos ante el vacío, ante la sensación de que todo puede quebrar, nos preocupa lo impalpable, la conciencia de fragilidad.

La realidad es la que es, y la que hacemos. No somos inmortales. Mantengamos (en lo posible) la normalidad, no nos obsesionemos, no seamos abducidos por la sobreinformación. Busquemos la verdad, y desde luego busquemos el apoyo afectivo. Afrontemos la situación ayudando a los demás, manejando el autocuidado, apoyándonos en seres queridos ante la ansiedad. No perdamos la perspectiva, no nos sintamos acosados y acorralados, y desde el autocuidado mantengamos nuestra salud mental.

En caso de nerviosismo abrumador, tristeza persistente, angustia o pánico, acudamos a un psicólogo clínico. Pues estos expertos en salud mental ayudan a las personas a lidiar con el estrés extremo. Aportan formas constructivas de manejar la adversidad.

No es broma, decir que hay que recurrir en lo posible al humor. El tema es grave, pero puede ser largo, y el ser humano necesita agarrarse, acogerse a fortalezas que le den perspectiva, que le den seguridad. Al respecto pensemos en la baja mortandad. Seamos conscientes del inmenso porcentaje de personas que se curan. Realicemos acciones que nos transmitan sensación de control, como el lavarnos las manos y seamos responsables de lo que hacemos, pues podemos ayudar.

Cuidado con las redes sociales y con el contagio del miedo y del pánico. Que el miedo no nos conduzca a manejarnos por impulsos. Si bien, la red social nos puede mantener conectados fomentando la sensación de normalidad y proporcionando valiosos medios para compartir sentimientos. Han de preocuparnos y mucho las personas que viven solas, y más si son mayores. Con respecto a los niños, hay que explicarles, informales de manera honesta y apropiada para la edad, hay que involucrarles, son ciudadanos de pleno derecho. Los niños observarán los comportamientos y emociones de los adultos, para acompasar sus propios sentimientos. 

Esta sociedad falsamente se siente muy segura, y de pronto todo parece desplomarse o al menos quedar en suspenso, a partir de ahí, hay una sensación de que el problema es global pero la afectación es individual, y muchos, los más, no saben qué hacer. Por un lado, hay que retirarse a los hogares, para evitar la propagación, por otro, muchos profesionales hemos de estar allí donde nuestra labor es esencial, donde los otros nos esperan. Y en ese sentido todos los que estamos concernidos en el ámbito de la salud, ya sea física o mental, tenemos un compromiso social ineludible. No hemos de acentuar los efectos de la epidemia por coronavirus Covid-19, con unas conductas de alerta personal y socialmente inadecuadas. Los ciudadanos del mundo hemos de asumir nuestra responsabilidad individual, sin ser paralizados por el miedo, sin entrar en pánico, ni obsesionarnos con la preocupación de enfermar. Hemos de tener capacidad para interesarnos por otros asuntos sin sobreexponernos a una información que satura y limita.

No podemos mantenernos en un estado de alerta permanente obsesionados por preocupaciones y sensaciones impedidos para dormir, trabajar, o salir del hogar.

Cuidemos en no reconvertir el miedo y la frustración en agresividad o violencia. Pensemos también en cuando esto pase.

Sigamos los consejos científicos, evitemos consumir y propagar información no contrastada.

Fortalezcamos nuestra capacidad de adaptación, de resolución de problemas. Mantengamos y compartamos desde el análisis de realidad una actitud optimista y esperanzada.

No magnifiquemos, ni trivialicemos el riesgo.

El ser humano es resiliente, afronta el sufrimiento, la incertidumbre, la ansiedad y la angustia.

Algunas personas somos población de riesgo, otras son y serán afectadas con el consiguiente deber de aislamiento.

Hoy la tecnología permite mantenerse conectado con los seres queridos.

Además será el momento de ocuparse, leyendo libros, viendo películas, escribiendo, para no caer en la soledad, la desesperanza y el miedo.

La especie humana sigue en evolución, esta es una prueba de compromiso, de sentirse concernido la solidaridad.

El brote eclosionó en una ciudad de China, la epidemia se extendió por el mundo, una pandemia, que nos enseña, que somos un solo mundo, que no conoce de fronteras ni nacionalismos.

Somos la suma de individualidades que compartimos la misma existencia.

Que aprendemos a seguir viviendo con restricciones, que modificamos costumbres, que prescindimos de lo que nunca habíamos pensado.

Como sociedad universal saldremos fortalecidos.

Este seísmo social nos recuerda la importancia de los abuelos, el acuerdo en la pareja, lo esencial de la escuela, el encuentro en el hogar durante días de padres e hijos, la flexibilidad laboral.

Creo que podemos y debemos aprender y aprovechar mucho.

 

Javier Urra

Dr. en Psicología y Dr. en Ciencias de la Salud Psicólogo

Forense Académico de Número de la Academia de Psicología de España

*Texto avalado por la Academia de Psicología de España

ESPAÑA

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Mi columna para  El Valle de México

Más de setecientos contenedores quemados, la Sagrada Familia cerrada, el clásico del fútbol español aplazado, cruceros que evitan hacer paradas en Cataluña, periodistas trabajando con cascos de protección en su cabeza… y podría seguir enumerando, pero para el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, “se puede visitar Barcelona con normalidad”… Juzguen ustedes mismos porque sé que no entienden lo que está pasando, ni por qué el Gobierno español no hace nada. A nueve mil kilómetros de distancia solo ven la peor imagen de España. Es una pena, pero es la realidad que ha marcado una semana de disturbios en todo Cataluña. Sé, porque me han escrito muchos mensajes, que desde allá aman mi país en el que, por supuesto, está Cataluña. Por eso, no quiero que recuerden esta terrorífica semana por el humo y la violencia que han visto. No daré más publicidad a lo que está sucediendo; prefiero hablar de otros asuntos que borren de su cabeza, por ejemplo, el humo de las hogueras, el lanzamiento de adoquines, etc.

Sin pena ni gloria ha pasado el Premio Planeta que se entregó hace una semana. Javier Cercas con su novela Terra Alta se hizo con el galardón, pero la actualidad eclipsó este triunfo. Desde que se conoció la sentencia a los políticos presos, se comenzó a escribir un nuevo capítulo en la historia de España. Un capítulo innecesario que está sin terminar. Se escribe día a día desde la visión de los independentistas, pero hay muchos catalanes alzando la voz para defender la unidad de España. Pues bien, con este prólogo llegaron los premios Princesa de Asturias. Solo Oviedo pudo eclipsar a Barcelona. La ciudad condal vivió el viernes una huelga ilegal mientras en el norte de España, los Reyes y sus hijas fueron recibidos entre vítores y aplausos. Nadie podía eclipsar a la Princesa de Asturias porque era su debut. Presidió por primera vez la entrega de los premios que llevan su nombre. En su discurso dijo: “Me comprometo a servir a España y a los españoles”. Este es otro capítulo que ya ha quedado escrito en la historia de mi país. Es paradójico pero así es la realidad, en las televisiones se podía ver a la vez las imágenes más tristes por un lado y por otro, las sonrisas y los aplausos a la heredera al trono.

En fin, no sé cómo acabará este capítulo. Me refiero al tema catalán porque todavía faltan personajes por entrar en acción. Muchos hablan pero de momento, el Gobierno no actúa. Los días pasan y se acerca la campaña electoral, oficialmente hablando. Este asunto llega más allá de Cataluña. No hay que olvidar que toda España está llamada a las urnas. Y quizás, la jugada no le salga también a Sánchez. Quedan muchos días hasta el diez de noviembre y pueden pasar muchas cosas. A la gente se la conoce por sus actos y en estos se pueden ganar o perder unas elecciones, o lo que es lo mismo, salir o entrar en La Moncloa, porque ésta busca inquilino y ojalá sea para cuatro años.

El Valle:

https://www.elvalle.com.mx/columnas-y-opinion/story/6802/espana

 

 

 

 

 

Una buena dosis de radio

Siempre hay un motivo para sonreír incluso cuando no encuentras las razones para ello. No es fácil pensar que tus planes son solamente eso, planes, porque la vida o el destino son los responsables de que se cumplan o de que se trunquen. Saber aceptar esos reveses suele costar un poco. Negarse a admitir que no todo está en tus manos es complicado, porque, si bien es cierto, somos los autores de la historia de nuestra vida pero no siempre los capítulos están escritos de puño y letra. Cuando la vida es la que nos dicta un capítulo sólo nos queda afrontar esa historia de principio a fin.

IMG_6041Y digo esto porque cuando estoy a unos meses de cumplir una década de la segunda oportunidad que me ha dado la vida, ha sido ella la que me ha reencontrado, precisamente, con alguien que estuvo en los comienzos de mi pelea por la supervivencia. Y como ya he dicho que el destino es caprichoso, no podía haber elegido mejor escenario que los micrófonos de una radio. El periodismo fue uno de los motores que me ayudó a conquistar la victoria. En el hospital acabé mi carrera universitaria pero allí comenzó la que es, sin duda, mi carrera por recuperar las riendas de mi vida, y entre ellas está, lógicamente, sentir la adrenalina que el periodismo llega implícito en su nombre. Porque la receta de la felicidad no está escrita, cada uno tiene su fórmula maestra, la mía la voy teniendo cada vez más clara, aunque es verdad, que siempre hay algún ingrediente que falta, pero eso es lo de menos. Lo importante es cocinar bien cada momento.

Y si de momentos hablamos, el del sábado con Paco Serrano no pudo estar cargado de más sentimientos. Diez años más o menos habían pasado desde que nos vimos la última vez. Yo iba a La Alacena para hablar de viajes, concretamente, de la tierra que grandes recuerdos me trae. Pero México cedió su protagonismo ante la que fue mi carta de presentación ante Paco. La leucemia marcó nuestro primer encuentro y sin saber cómo se iba a escribir esta dura batalla, él se unió a ella. Así que, era justo que disfrutáramos del sabor de la victoria. Fue una conversación cargada de recuerdos, de experiencias pero sobre todo, de optimismo. Porque si algo he aprendido es a quedarme con las cosas buenas incluso cuando la adversidad te rodea. En esos minutos de radio, con el corazón sintiendo las cicatrices, suspirando y con las mente llena de recuerdos recargué mis baterías periodísticas porque sé que he nacido para esto. Es más, este es uno de los motivos por los que sonrío a diario porque sin duda mi motor en cada amanecer es que Aún tengo la vida.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

 El audio del sábado 5 de marzo de 2016: http://www.ivoox.com/jimena-entrevista-personal-audios-mp3_rf_10765266_1.html
 

 

 

Escribiendo…

La vida es ese gran libro que vamos llenando de historias. Anoche, como colchonera, cerré el capítulo de la Champions de este año. Su final se veía venir y llegó. La eliminación ya está escrita, pero de las buenas historias siempre se saca una lección. Las personas necesitan una oportunidad para demostrar lo que valen. Chicharito la tuvo y demostró su potencial. Decía el escritor polaco, Stanislaw Lem que “un sueño solo puede triunfar sobre la realidad si se le da la oportunidad”. Muchos, en su día a día sueñan pero es, precisamente, en esa realidad donde nadie les tiende una mano. Probablemente recibirán palabras deescribir ánimo, las cuales siempre son fáciles de decir, pero con el paso del tiempo las palabras al igual que el ánimo comienzan a perder valor. Las esperas son duras. Ya se sabe que el que espera desespera…Pero, ojo, porque la esperanza es lo último que se pierde…Quizás el día menos pensado la oportunidad llama a la puerta de quienes la necesitamos.

Si bien es cierto, el libro de mi vida tiene dos tomos. La oportunidad más grande me la dio la vida hace nueve años. Me apartó del Periodismo que es lo que más me gusta y fue duro, pero me enseñó muchas cosas. Ese coraje y corazón del que tanto se ha hablado estos días entre los colchoneros, en mi caso, va más allá. Es la actitud con la que hay que afrontar cada día. Además de buscar esa anhelada oportunidad hay que estar preparado para encajar los imprevistos de la vida. Porque cuanto más precisos creemos que son nuestros planes más duro es el golpe que nos da el destino.

Un destino que está escrito y que poco a poco vamos conociendo. Ya dijo Cervantes: “Lo que el cielo tiene ordenado que suceda, no hay diligencia ni sabiduría humana que lo pueda prevenir”. Mientras tanto seguimos escribiendo nuestra historia. Está claro que no nos darán un Premio Cervantes como el que hoy recibe Juan Goytisolo pero a lo largo de la vida recibimos muchos otros premios de un valor incalculable que llegan como las oportunidades, cuando menos las esperas.

Y sin caer en el pesimismo porque la actitud es fundamental, vuelvo a recordar a nuestro escritor más célebre. Me vienen a la mente estas palabras: “Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades”…

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

Un vicio: Leer

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En su día dijo Vargas Llosa: “Aprender a leer es lo más importante que me ha pasado en la vida”.  Y tiene razón. Más de un libro ha marcado la mía. Tener entre manos una novela es poder adentrarte en una historia que quizás ni imaginabas, es decir, un placer. Y si encima, encuentras ese personaje con el que compartes, al menos, parte de tu forma de ser; leer será una evasión de la cruda realidad. Es mejor desconectar de los problemas gracias a la imaginación que estar rumiándolos durante todo el día. Con un libro en la mano nunca te sentirás solo; él siempre tiene algo que contarte.

De niña aprendí a leer y disfrutar de la literatura. Al igual que pasan los años y vas creciendo, tus gustos literarios van cambiando. No suelo centrarme en un tipo de novelas, me gusta cambiar y que los escritores me sorprendan; a veces, para bien y otras para mal. Las opiniones son siempre muy personales pero en el caso de los libros y las películas lo son aún más. Recomendar un libro es arriesgado si no se conoce bien a la otra persona, aunque a veces hay que correr ese riesgo.

Hace una semana llegó a mis manos, una novela con tintes de invitación; de invitación a una boda: La boda de Kate. No conocía a la novia y tampoco al novio, pero sí a quien les ha dado vida. Me ilusioné y me prepararé para adentrarme en una historia que está cuidada al máximo detalle. Preparar una boda conlleva muchos preparativos y muchas reacciones. Pero además en ésta hay algo más: resolver un misterio. Todo esto está en la última novela de Marta Rivera de la Cruz: Desde lo más material como es el traje de la novia o la tarta, hasta los sentimientos más codiciosos del ser humano. ¡Así somos! Que cada cual piense lo que quiera… Decía Oscar Wilde que “no existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo”, y si encima, se hace con la brillantez de esta gallega, las palabras te irán atrapando una a una. En el fondo, el arte de escribir es un privilegio que tienen algunos, aunque hasta el mismo Jorge Luis Borges aseguró: “Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído”.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

Con seguridad pero sin orgullo

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El dato del paro tan temido por algunos y tan real para otros, es algo más que unos números. En esas cifras hay unas vidas reales. Unos sueños e ilusiones pendientes de cumplir. No me presento aquí para contar mis méritos, que también los tengo; sino para ver todo desde otro punto de vista.

Llevaba muchos años esperando volver a vivir el ambiente de una redacción, soy periodista de vocación y nada me puede hacer más ilusión que ejercerla. Pues bien, dicen que la esperanza es lo último que se pierde y cuando ya dudaba, incluso, de mi misma, me llamaron para una suplencia de verano. Nunca olvidaré la llamada de Antena 3. Esos meses no han sido sólo dos meses de periodismo, han sido dos meses que me han vuelto a dar la energía suficiente para poder seguir luchando por mi futuro. Un futuro, en el que yo tome las riendas de mi vida.

Soy optimista, si. Cuando tenía veintiún años una leucemia me cambió la vida por completo. Tenía trabajo, amigos y los “supuestos mejores años de vida por delante”, pero la vida cambia y desde entonces he luchado por volver a tener salud y, ahora, no me rendiré hasta encontrar un trabajo.

Acabé mi carrera en la habitación de un hospital. Mi mente estaba ocupada entre preparar el trabajo fin de carrera sobre Ortega y Gasset y la incertidumbre del trasplante de médula que me esperaba. No me rendí entonces y no lo haré ahora. Lo decía Ortega: “Yo soy yo y mi circunstancia”.

Yo sigo siendo la misma pero con un máster en la vida. Mi circunstancia ahora es otra. Al igual que todos, convivo con una crisis de la que nos gustaría ver ya su final…pero si no puedes con tu enemigo, únete a él. Yo al menos, vivo con ella. De poco me sirve criticar y enfadarme con el mundo mundial por lo que me está pasando. Lo único que conseguiría es generarme una ansiedad y un malestar que no me beneficiarían en nada. Así que es mejor sacar de lo malo lo mejor. O, al menos, esa fue mi premisa durante la enfermedad y me fue bien.

Cada día que pasa no es un día más que estoy sin trabajo, es un día menos para encontrar una oportunidad. Si que es verdad que hay días y días. Días buenos y días malos pero nunca he perdido la esperanza.

Siempre he aprovechado el tiempo. Mientras recuperaba fuerzas aprendí cinco idiomas y, es cierto, que he pensado en marcharme de España…pero ¡cuidado! Las cosas no son tan fáciles. Irte es una aventura y como toda aventura que se precie, tiene sus pros y sus contras. Lo que hay que tener claro es que el inmigrante eres tú. Un concepto que hay que asumir desde que se pone el pie en el aeropuerto de llegada. Y lo sé por experiencia. He vivido en Francia, Alemania y Estados Unidos. Los países te reciben, sí, pero el que tiene que trabajar duro para encontrar una oportunidad eres tú. Dejar al lado el orgullo y tirar para delante. Los comienzos nunca son fáciles…

Puedes tener la suerte de haber estudiado una o dos carreras, de haber hecho el máster que te apetecía y verte en una situación en la que jamás te hubieras imaginado pero de poco sirve quejarse. Ya lo dijo el filósofo alemán Nietzsche: “Aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los cómos”. Yo el porqué lo tengo claro y buscaré solución a esos cómos. Nadie dijo que la vida fuera fácil.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

Un ejemplo a seguir

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Aquel diez de julio en el que nos dejaste una tormenta de sentimientos corrió por mi interior. Todavía se me ponen los pelos de punta cuando pienso en ti. Eras una gran amiga, y en breve serás nombrada hija adoptiva de Ibiza. Muchos te echamos de menos. La vida es larga pero a la vez es muy corta. He dicho muchas veces “ya lo haré mañana”, la vida es un hoy. Yo, aún tengo la vida. Este es mi homenaje a ti. Éstas son las palabras que en su día te dediqué y las que quiero que inauguren mi pequeño rincón de periodismo:

A Concha García Campoy…

Mis lágrimas son ríos de recuerdos de los momentos que hemos vivido juntas. Nunca olvidaré el día que nos conocimos, yo era estudiante de Periodismo y te iba a entrevistar. Estaba muy nerviosa, te admiraba y eras mi ejemplo a seguir. Aprendí mucho de ti y desde hace nueve años he podido contar contigo.

Compartíamos muchas cosas, la pasión por el periodismo y desde que te diagnosticaron la leucemia nuestro vínculo fue aún mayor. Hace siete años yo pude vencerla pero hoy tu corazón ha dejado de latir. Fuiste superando todas las batallas con coraje y fortaleza. Estabas animada y los que te queremos confiábamos en que podrías con ella, pero desgraciadamente no ha sido así.

Me cuesta hacerme a la idea. Siempre hablábamos de que algún día compartiríamos una redacción. Ese sueño desde hoy no va a poder ser posible. Seguirás siendo mi referente. Siempre que hablaba contigo aprendía algo.

Me contabas en nuestra última entrevista que te quedaban muchas cosas por hacer en la vida, entre ellas, que “te encantaría escribir bien” por tu tremenda admiración a la literatura. Tu vida, querida Concha, ha sido una gran novela. Triunfaste como periodista y como persona. Tu cara siempre estaba iluminada por una sonrisa. Tu paraíso era Ibiza. Te encantaba perderte allí. El mío está en Benicàssim, de nuevo, el Mediterráneo nos unía.

Ay Concha, podría seguir escribiendo pero la emoción me ahoga. Las palabras de esta periodista hoy están triste, sin sentido, asumiendo la realidad. Íbamos a presumir de tener dos cumpleaños como dijiste en Twitter, íbamos a… tantas cosas… No te gustaba tener la vida planificada. Es mejor vivir y disfrutar. La leucemia se cruzó en tu vida y te la arrebató. Ay Concha… Tengo tantas cosas de ti en mi memoria…

Seguiré viviendo, seguiré siendo periodista, seguiré disfrutando de todo porque si “A vivir que son dos días” lo fue todo para ti. Desde hoy para mí, es mi lema de vida.

Hasta siempre.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)