Alegrías rojiblancas

Me viene a la cabeza que Valencia es la tierra de las flores, que Sevilla tiene un color especial…Y con una sonrisa de oreja a oreja, se puede decir que España es rojiblanca, futbolísticamente hablando, claro está. El Atleti es algo más que campeón ya es súper campeón. Muchos se han ido, pero el espíritu se mantiene. Los de Simeone saben lo que tienen que hacer: Dar alegrías a su afición…Y eso se consigue creyendo en que todo es posible.

Que nadie es imprescindible, está claro. Se fue Torres, Agüero, Forlán, Falcao, Costa… Todos ellos forman parte de la historia rojiblanca, una historia que no ha escrito su final. Ahora son otros los que asumen la responsabilidad de hacer soñar a miles y miles de indios que aunque hayan llorado cerca o lejos de la Ribera del Manzanares, hoy sonríen viendo a su Atleti en lo más alto… Y es que recordemos el himno del centenario: “Que manera de aguantar,
que manera de crecer,
que manera de sentir,
que manera de soñar,
que manera de aprender,
que manera de sufrir,
que manera de palmar,
que manera de vencer,
que manera de vivir…” El Atleti es así y el atlético lo vive así…foto camiseta

El colchonero está orgulloso y Neptuno mira de reojo a una Cibeles que ya tiene un duro competidor. Soy rojiblanca desde niña. Con mi abuelo aprendí que el Atleti es diferente. Ahora estoy lejos de la fuente del dios del Mar, rodeada de pocos colchoneros. Ante los merengues de este lado del charco he defendido mis colores. Me emocioné viéndoles ganar la Liga, pero no fue solo la victoria colchonera la que te humedece los ojos… Son todos los sentimientos y recuerdos que te vienen a la cabeza viendo lo que sin duda, al final es lo menos importante, un partido de fútbol. Por supuesto, recuerdo la derrota de la Champions, pero de nuevo, el Atlético de Madrid y su afición conquistaron el mundo. Ahora, ha sido la Supercopa…Decía Goethe que “todo comienzo tiene su encanto”, desde luego, si es así…Empecemos a soñar.

Del “partido a partido” se llegó al “latido a latido”. El corazón se dispara cada vez que los rojiblancos saltan al terreno de juego. Sin duda, la emoción siempre está asegurada. Los de Simeone saben lo que es alcanzar la gloria. La afición está dispuesta a sufrir lo que sea necesario para que Neptuno tenga que volver a calmar la marea rojiblanca que le rodea. No olvidemos que tanto en el fútbol como en la vida…“Ser campeón no es una meta, es una actitud”…

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

La sonrisa del capitán Keating

Con él vivimos la historia del país de Nunca Jamás, fue un Peter Pan inolvidable. Poco hay que decir de la Sra. Doubtfire. Intensa fue la aventura que surgió por jugar a Jumanji. De Óscar, la interpretación en El Indomable Will Hunting pero sin duda, imborrables fueron las palabras del profesor John Keating en El Club de los Poetas Muertos. El “Capitán” que a través de los versos de Walt Whitman nos enseñó a extraer el meollo a la vida ha dejado huérfanos a todos sus “alumnos”. En Hollywood se apaga la sonrisa de esta estrella. No es fácil hacer reír pero él consiguió arrebatarnos más de una risotada. Y es muy cierto, que más vale una triste sonrisa que la tristeza de no volver a sonreír…

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Dice la Real Academia de la Lengua que sonreír es : “Reírse un poco o levemente, y sin ruido”. No parece tan difícil pero a veces es muy complicado. Los problemas, las preocupaciones, las desilusiones son “ladrones” de alegrías, de sonrisas… pero por muy mal que estén las cosas siempre hay un motivo para mostrar en el rostro ese pequeño gesto que tanto agrada a todo el mundo porque … ¿A quién no le gusta una sonrisa?…

A mi desde luego me encantan. Hasta las malas noticias se aceptan mejor sin ver en la persona que tienes delante un rostro imperturbable. Porque de lo malo siempre hay que sacar lo mejor. Cuesta mucho pero si se anhela cumplir los sueños que se tienen en la vida, la fuerza de voluntad y la actitud con la que se enfrenta uno a la adversidad son primordiales. El profesor Keating nos enseñó el célebre: “Coged las rosas mientras podáis,
veloz el tiempo vuela.
La misma flor que hoy admiráis,
mañana estará muerta.” Es decir, Carpe Diem: Los momentos hay que aprovecharlos…La vida te puede cambiar en un segundo… Si es para bien se asume muy fácilmente pero si se da el caso contrario…Es mejor «desafiar a la adversidad, enfrentarse al enemigo sin temor», lo dijo Nietzsche y, por supuesto, Keating.

Las lecciones hay que ponerlas en práctica. Eso depende única y exclusivamente de uno mismo. Los sueños se pueden cumplir aunque “solo al soñar tenemos libertad, siempre fue así y siempre así será”, de nuevo un sonriente Keating en una escena de El Club de los Poetas Muertos… Porque “una sonrisa no cuesta nada y significa mucho. Enriquece a quien la recibe; sin empobrecer a quien la ofrece. Dura un segundo pero su recuerdo, a veces, nunca se borra”.

Se fue el “Oh capitán, mi capitán”.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

 

 

La fortaleza: Medicina para malos momentos

El sabio refranero popular dice que “el tiempo lo cura todo” o que “el tiempo pone cada cosa en su sitio” y puede tener razón, yo no digo que no. Pero cuando la situación es adversa, cada día es una eternidad. Y aunque exista el refrán adecuado para cada ocasión, a veces, el “paren el mundo que me quiero bajar” de la célebre Mafalda es más acertado que cualquier otro consejo.

Los consejos gratuitos son fáciles de dar cuando el problema lo tiene otro y difíciles de aceptar cuando es uno mismo quien los recibe. Hablar por hablar es muy fácil pero sólo el que realmente está preocupado por una persona sabe decir de corazón lo adecuado a la situación. Amigos hay muchos. De hecho, las redes sociales hacen que proliferen más que nunca…Pero de los de verdad no hay tantos. Es más, no necesitan estar en tus redes sociales para celebrar tus alegrías o estar a tu lado cuando los necesitas.Signpost pointing to problems and solutions.

Hablaba con un amigo que la vida te va dando lecciones día tras día y algunas de esas “lecciones” cuesta mucho aprenderlas, asumirlas y, por supuesto, aceptarlas. Yo no se lo discutía porque le doy la razón; pero también es bien cierto que ante las malas rachas la primera pregunta que te viene a la mente es: ¿Por qué a mi? No merece la pena desgastarse intentando responder a algo que sabemos que no podemos. Pero en nosotros está buscar la fortaleza que nos permita “tirar para adelante”. Que no es fácil, es cierto. Pero que “no hay mal que cien años dure”, también.

Pensar que después de la tempestad vendrá la calma es una buena opción. Y bien cierto es que las personas que están dispuestas a caminar contigo en la tormenta son las que realmente merecen estar en la vida de cualquier persona. Es una opinión que muchos no compartirán pero es una lección que aprendí y con nota.

Hace pocos días que sumé a mi cuenta personal un año más de experiencias y lecciones. Sé que en esta carrera vital no te licencias o diplomas ni a los tres ni a los cinco años, más bien nunca lo harás. Es la evaluación continua más dura que hay. De hecho, aunque te equivoques, asumas el error o incluso suspendas no hay posibilidad de repetir. El tiempo fluye muy rápidamente aunque las enseñanzas quedan para siempre.

Al igual que se cumplen años se pueden cumplir sueños, promesas, objetivos, y tantas cosas más… Eso sí, nadie puede vivir la vida por ti…Al menos yo, quiero escribir mi historia de puño y letra…¿Y tú?

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

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