REENCUENTROS

“No hay mal que por bien no venga” dice el refranero español. Todavía no había superado la eliminación del Atlético de Madrid de la Copa del Rey cuando, de repente, el móvil se iluminó dejándome un mensaje de lo más inesperado. La vida es caprichosa y cuando menos te lo esperas sabe cómo sacarte una sonrisa. El fútbol da alegrías, decepciones, disgustos, momentos únicos y grandes amigos. Precisamente, no estaba en mis planes encontrarme en Madrid a una persona a la que hacía años que no veía, pero a la que puedo etiquetar como “amigo de verdad”. Fue en México donde nos conocimos, él sabe mucho de fútbol y, dadas las circunstancias, fue con él con quien valoré la situación de mi Atleti, con quien recordé a mi México lindo y querido, y con quién disfruté de un café cargado de sueños e ilusiones. Él es Hernan Cristante.

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Con Hernan Cristante en Madrid

Pues bien, “platicando” un español muy mexicanizado, asumimos que sin goles es difícil ganar en el deporte rey. Hernan se dedicó muchos años a proteger la portería y sabe lo importante que está siendo Oblak en esta temporada. Sólo hay que ver en cuántos partidos ha sido protagonista el esloveno. Que el Atleti está en crisis es obvio, esperemos que la sequía de goles acabe pronto y los refuerzos no tarden en llegar. Simeone no duda nunca en asumir su cumpla, pero no toda es de él. En eso coincido con Hernan. El trabajo en el terreno de juego no siempre es el que la afición quiere ver, pero aún así, la suerte también se podía vestir de rojiblanca… Los colchoneros quieren, además de sufrir, ver como su Atleti no da tregua a sus rivales. Tras la derrota en la Copa, se inauguró en el Metropolitano la segunda vuelta de la Liga. Se median al colista, el Leganés de Aguirre. El mexicano se reencontró con la que había sido su afición y ésta no dudó en saludarlo. ¡Cuántos momentos nos dio Aguirre! … ¡Qué recuerdos! Era un buen partido para encontrarse con el gol, algo que no sucedió. El marcador, de hecho, ni se movió y sumando un punto no se llega muy lejos. El Atleti es el rey de los empates y este año no ha empezado con buen pie que digamos…

Pero los colchoneros de corazón, los que tenemos ese sentimiento especial, los que conocemos cómo es nuestro equipo sabemos que todo puede pasar. Aprendimos de Simeone a vivir la pasión “partido a partido”, a “nunca dejar de creer” y, con eso, y con el coraje y corazón por bandera nos mediremos el próximo sábado al eterno rival. Hay que ir al Santiago Bernabéu dejando atrás el pasado. Siendo conscientes de que es el mejor escenario para reencontrarse con el gol. La afición quiere gritar esa palabra a los cuatro vientos y hacerlo en Concha Espina sería la mejor manera de recargar la euforia colchonera y compensar esta mala racha. Obviamente, los de Zidane no lo van a poner fácil, pero el Atleti ha demostrado a lo largo de su historia que se cae y se levanta, así que creamos en los de Simeone. Ya dijo en su día: “Si se cree y se trabaja, se puede, así que arriba todos”. Por eso, en este importante partido hay que saltar al terreno de juego para dejarse la piel. La victoria puede costar sangre, sudor y lágrimas, pero la satisfacción de los tres puntos bien lo merece. Es ahora o nunca. Y la afición os suele cantar… “Ahora Atleti, ahora…”

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Enlace en El Valle: https://www.elvalle.com.mx/columnas-y-opinion/story/9118/reencuentros

 

Entre libros y política

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Para El Valle de México

“El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”. Son palabras de Miguel de Cervantes y es que hoy no podía empezar de otra manera. Es 23 de abril y es el día del libro. Se conmemora su muerte y cumpliendo con la tradición, en la universidad de Alcalá de Henares de Madrid se entregará el Premio Cervantes. Es el máximo reconocimiento de las letras españolas y aunque este año se lo lleva la uruguaya Ida Vitale, la verdad es que cuando hablamos de libros se abre un amplio abanico de gustos.

Decía el escritor norteamericano Edmund Wilson que “no hay dos personas que lean el mismo libro” y es cierto, porque todo nos influye cuando nos adentramos en sus páginas. Ya se sabe que el recuerdo que deja un libro, a veces, es más importante que el libro en sí. Gracias a ellos corremos grandes aventuras, nos identificamos con ese personaje que nos gustaría ser y, lo más importante, nos alejamos de la realidad para dar rienda suelta a nuestra imaginación. Me declaro lectora empedernida, por eso, hoy es un día especial.

Con mi libro en la mano, y no voy a hablar de él, me viene a la mente una de las dedicatorias más especiales que he hecho. Fue a una mexicana, amiga, luchadora que nos ha dejado, precisamente, esta Semana Santa. Sé que allá donde esté nos cuidará, porque los que queríamos a Pina llevaremos siempre grandes recuerdos de ella en nuestro corazón. Por eso, desde España, a nueve mil kilómetros de distancia, mando un fuerte abrazo a toda mi familia mexicana, pero el libro de nuestro vida tiene que continuar y aunque sea difícil hay que pasar página.

Y como hemos hablado de que libros hay de todas las temáticas, es imposible no hablar de los protagonistas de la obra política española en estos momentos. Ayer debatieron y hoy lo volverán a hacer ya que el domingo los españoles tenemos una cita con las urnas. La pregunta más repetida es: ¿quién ha ganado el debate? No seré yo quién conteste a este interrogante. Me quedo con las palabras del escritor John Morley: “No porque hayas hecho enmudecer a una persona la has convencido”. Todavía tienen tiempo de hacer promesas, de rebatir ideas, de encararse los unos con los otros. Estamos en la recta final de la campaña y los candidatos tienen, como suele decirse, que echar el resto porque se juegan llegar a la Moncloa. Y eso, solo es posible si consiguen la confianza de sus compatriotas. El final de esta historia aun no está escrito pero ya queda menos.

De momento, lo único que tengo claro es que el final de este artículo solo podía ser como el principio, citando a Miguel de Cervantes y que todos, incluidos los candidatos, aprendan de él: “Sé breve en tus razonamientos, que ninguno hay gustoso si es largo”. Ahí lo dejo…

Neptuno, dios del mar rojiblanco

Esta es la imagen que quería ver:

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Esta es la imagen con la que me quería despertar del primer sueño. Sufrimos mucho pero ya se sabe que el Atleti es así. Las lesiones y el gol culé no consiguieron hundir ni a los de Simeone ni mucho menos a los miles y miles de colchoneros que sólo pensábamos en escribir en la historia esta liga de rojiblanco. Como manda la tradición, Neptuno ya ha recibido a los flamantes campeones del “partido a partido”. Han conquistado un título más que merecido…Han alcanzado la gloria.

Ha costado sangre, sudor y lágrimas pero el trabajo tiene su recompensa. De pequeña me enseñaron a luchar por mis sueños cueste lo que cueste y, aunque no pueda estar rodeada de mi gente, no me he sentido sola. He renunciado a vivir in situ una celebración que llevaba meses esperando pero no me arrepiento. No sé si Neptuno habrá hablado con la diosa Fortuna porque gracias a que he cruzado el charco he encontrado a grandes personas y amigos. Aquí siempre serán favoritos el Real Madrid y el Barça pero Denisse tiene un gran corazón rojiblanco. No es india de nacimiento pero en ella se ha despertado el sentimiento atlético…Amiga, no sabes lo que vas a sufrir…Eso sí, nunca te arrepentirás…

Ser del Atlético de Madrid es especial, no he sabido explicar por qué soy colchonera ni a Denisse ni a nadie. Es más, ni yo misma lo sé. Lo que sí que puedo asegurar es que el equipo está unido y es fuerte. Los corazones colchoneros seguirán infartando en cada partido…Pero el Atleti es así y que siga siéndolo… ¡Es una manera de vivir!

Hay que disfrutar de este momento, vivirlo y, por supuesto, celebrarlo. En Neptuno y ayudados por Baco, el dios romano del vino y el frenesí…que hay que cantar el himno, se canta. Que hay que vitorear al Cholo, se vitorea. Que hay que gritar los nombres de los jugadores, se grita. Que hay que mirar de reojo a la Cibeles, se mira…La euforia y la adrenalina son las reinas de esta fiesta.

Es el momento de festejar este título. En una semana jugamos otra final. Queremos la gloria europea. La Champions merece ser rojiblanca. Sigamos soñando como hasta ahora para despertar de la misma manera. “Latido a latido” hemos vivido cada minuto de partido, escuchemos como se acelera el corazón cuando pensamos en los colores rojiblancos y, más aún, cuando pensamos en ganar, ganar, ganar y volver a ganar… Lo mejor: Seguir creyendo.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)