DÍA DE MUERTOS

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Mi columna para El Valle de México

Con la hora ya cambiada es tiempo de cumplir con las tradiciones. Es la época de honrar a los muertos. Cada uno tiene sus costumbres. Nunca olvidaré cómo festejan en México a los seres queridos que ya no están. Es algo digno de ver y por supuesto, coincido con la Unesco en que declarara esta fiesta como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. De hecho, la define como “el encuentro anual entre las personas que la celebran y sus antepasados que desempeña una función social que recuerda el lugar del individuo en el seno del grupo y contribuye a la afirmación de la identidad.” La familia es importante, de hecho, por mucho que pase el tiempo las ausencias siempre se notan. Aún así, nos quedan las experiencias vividas y los recuerdos que siempre permanecerán en nosotros. Pero no es momento de ponerse melancólicos. Llenemos nuestro entorno con la flor de Cempasúchitl y tiñámoslo de naranja. Allá comerán el tradicional pan de muerto. Un dulce que reconozco que me gusta mucho. Desde hace cinco años forma parte de mis tradiciones por la festividad de Todos los Santos aunque no pueden faltar los típicos buñuelos y huesos de santo españoles.

Dicen que a nadie le amarga un buen dulce, y quizás, por eso, en estos días en los que extrañas a los que no están, sea bueno aliarse con ellos. Recuerdo como año tras año, era mi abuela la que venía a casa con una bandejita de huesos de santo. Confieso que estos no me gustan mucho, pero solo por ver su ilusión merecía la pena hincarle el diente a alguno de ellos. Eso sí, tenía que estar relleno de chocolate. Siempre me han agradado más los buñuelos. Quizás, no sean tan empalagosos y aunque me guste demasiado el chocolate no soy golosa. Eso sí, siempre cumplo con las tradiciones. La foto de mi abuela ya está en el altar junto con la de mis abuelos. Recuerdo cómo en la película de Coco nos enseñan a no olvidar. Eso es complicado cuando de ellos has aprendido mucho y sobre todo, cuando has crecido agarrada de su mano. No negaré que los echo de menos porque caería en una contradicción. No hay día que alguno de ellos venga a mi mente ya que sin ellos no sería, en parte, la persona que soy hoy en día. Por eso, aunque estoy a nueve mil kilómetros de distancia de México, quiero festejar el Día de Muertos como manda su tradición. Nunca me gustó Halloween a pesar de que viví uno al más puro estilo americano. Prefiero celebrar recuerdos, enseñanzas, experiencias… Decía Cicerón que la vida de los muertos perdura en la memoria de los vivos.

Y mientras vivo y celebro cada día como se merece, hoy me toca ponerme el delantal coger la harina, el azúcar, la manquilla y demás ingredientes para dar forma y cocinar el tradicional pan de muerto. Ahora bien, esto solo lo hago una vez año porque la cocina no es lo mío. Aún así, no hace falta que sea noviembre para echar de menos a los que no están y llenar los cementerios de flores. Si bien es cierto, es ahí dónde nuestra nostalgia se apodera de nosotros. “A menudo el sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones en un mismo ataúd” como escribió el historiador francés  Lamartine, pero la vida está para festejarla y, por supuesto, para dejar huella. Por eso, es tiempo de mirar al pasado, pero también es tiempo de pensar en el futuro.

ESPAÑA

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Mi columna para  El Valle de México

Más de setecientos contenedores quemados, la Sagrada Familia cerrada, el clásico del fútbol español aplazado, cruceros que evitan hacer paradas en Cataluña, periodistas trabajando con cascos de protección en su cabeza… y podría seguir enumerando, pero para el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, “se puede visitar Barcelona con normalidad”… Juzguen ustedes mismos porque sé que no entienden lo que está pasando, ni por qué el Gobierno español no hace nada. A nueve mil kilómetros de distancia solo ven la peor imagen de España. Es una pena, pero es la realidad que ha marcado una semana de disturbios en todo Cataluña. Sé, porque me han escrito muchos mensajes, que desde allá aman mi país en el que, por supuesto, está Cataluña. Por eso, no quiero que recuerden esta terrorífica semana por el humo y la violencia que han visto. No daré más publicidad a lo que está sucediendo; prefiero hablar de otros asuntos que borren de su cabeza, por ejemplo, el humo de las hogueras, el lanzamiento de adoquines, etc.

Sin pena ni gloria ha pasado el Premio Planeta que se entregó hace una semana. Javier Cercas con su novela Terra Alta se hizo con el galardón, pero la actualidad eclipsó este triunfo. Desde que se conoció la sentencia a los políticos presos, se comenzó a escribir un nuevo capítulo en la historia de España. Un capítulo innecesario que está sin terminar. Se escribe día a día desde la visión de los independentistas, pero hay muchos catalanes alzando la voz para defender la unidad de España. Pues bien, con este prólogo llegaron los premios Princesa de Asturias. Solo Oviedo pudo eclipsar a Barcelona. La ciudad condal vivió el viernes una huelga ilegal mientras en el norte de España, los Reyes y sus hijas fueron recibidos entre vítores y aplausos. Nadie podía eclipsar a la Princesa de Asturias porque era su debut. Presidió por primera vez la entrega de los premios que llevan su nombre. En su discurso dijo: “Me comprometo a servir a España y a los españoles”. Este es otro capítulo que ya ha quedado escrito en la historia de mi país. Es paradójico pero así es la realidad, en las televisiones se podía ver a la vez las imágenes más tristes por un lado y por otro, las sonrisas y los aplausos a la heredera al trono.

En fin, no sé cómo acabará este capítulo. Me refiero al tema catalán porque todavía faltan personajes por entrar en acción. Muchos hablan pero de momento, el Gobierno no actúa. Los días pasan y se acerca la campaña electoral, oficialmente hablando. Este asunto llega más allá de Cataluña. No hay que olvidar que toda España está llamada a las urnas. Y quizás, la jugada no le salga también a Sánchez. Quedan muchos días hasta el diez de noviembre y pueden pasar muchas cosas. A la gente se la conoce por sus actos y en estos se pueden ganar o perder unas elecciones, o lo que es lo mismo, salir o entrar en La Moncloa, porque ésta busca inquilino y ojalá sea para cuatro años.

El Valle:

https://www.elvalle.com.mx/columnas-y-opinion/story/6802/espana

 

 

 

 

 

COLORES

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Mi columna para El Valle de México

Ondeaban las banderas españolas en el día de la Fiesta Nacional. Muchos madrileños salieron a las calles de la capital para ver el desfile militar y compartir con sus conciudadanos el amor por unos colores que unen y no distancian como pretenden algunos políticos. Toda España celebró esta festividad como se merece. Cada doce de octubre es diferente porque la actualidad marca, nos guste o no, los prolegómenos de los festejos. Con la sombra del independentismo de fondo y la sentencia a los políticos presos, el sentimiento español se vio reforzado. Posiblemente, a quienes llevan un lazo colgado de la ropa se les hayan revuelto las tripas, pero eso poco importa a quienes defienden con orgullo y la cabeza bien alta a su país. A estos no les importa pronunciar la palabra “España” y esa es la mejor arma para frenar a quienes intentan enfrentarnos.

Si hablamos de enfrentamientos, muchos se han quedado anquilosados en las dos Españas. En la España de la Guerra Civil, en la España del Franquismo. El Gobierno se ha propuesto exhumar los restos de Franco, de hecho, está a punto de hacerlo, pero la verdad es que la situación de nuestro país no pasa por el Valle de los Caídos. Pasa por los datos económicos, el desempleo, el malgasto del dinero público y muchos problemas que cualquier ciudadano de a pie sería capaz de enumerar al presidente del Gobierno en funciones. Con la vista puesta en las elecciones, los colores que priman ahora son los de los diferentes partidos políticos. Es mejor dejar atrás el pasado y pensar en el porvenir… Nos iría mucho mejor. Los ciudadanos quieren soluciones y promesas que se vayan a cumplir. Están hartos de ir a las urnas para nada, bueno, para nada no porque está visto que siempre hay quien se beneficia de la inactividad. La palabra más repetida es “desbloqueo” pero éste no puede llegar si no hay tiempo para sentarse a negociar. Para esto, hay que tener voluntad y ésta está en tela de juicio porque desde abril no será porque no han tenido tiempo… En fin, queda menos de un mes para saber qué color político es el que prevalece y con quién se mezclará para que España prospere.

Si de colores hablamos, esta semana se tiñe de rosa. Es el mejor prólogo para dar visibilidad al cáncer de mama que el próximo sábado celebra su día mundial. Hoy, el folio en blanco lo tiño de rosa, pero el cáncer tiene demasiados colores. Ojalá que en esas promesas electorales de las que hablaba no se olviden de la investigación. Gracias a ella, podemos ganar la batalla a esta enfermedad que trunca la vida de muchas personas. Sé de lo que hablo y sé lo que es ganar la batalla al cáncer, por eso, desde aquí traslado todo mi ánimo a quienes en estos momentos luchan contra la enfermedad. La fuerza de la vida es inagotable y para ello, os invito a que pintéis cada día de color esperanza.

El Valle: https://www.elvalle.com.mx/columnas-y-opinion/story/6626/colores

 

 

 

 

 

 

¡QUÉ BUEN VASALLO, SI HUBIERA BUEN SEÑOR!

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Mi columna para El Valle de México

Un día menos. Eso es lo que tienen en mente muchos españoles cada vez que oyen a los políticos todas sus promesas electorales y a pesar de que la campaña no ha empezado “oficialmente” ya estamos metidos de lleno en ella. Todo son encuestas y especulaciones. Los partidos confeccionan sus listas para el Congreso de los Diputados y el Senado para ofrecer a los ciudadanos a los “mejores” candidatos en las diferentes circunscripciones. Es importante aclarar aquí que en España la ley electoral no trata a todos por igual. Podría dedicar mucho espacio a explicarles cómo funciona la famosa Ley D’Hont, pero les aseguro que les liaría más y en quinientas palabras, más o menos, prefiero que hablemos de otras cosas. De hecho, cambiemos de tema.

Siempre es bueno evadirse de la realidad. Para esto hay muchas maneras y cada uno sabemos cuáles son los ingredientes que necesitamos para desconectar de la rutina. Eso sí, llevando por bandera nuestra mejor sonrisa porque siempre hay un buen motivo para lucirla en el rostro. Y pensando en evadirme decidí retroceder en el tiempo, adentrarme en la historia de mi tierra. Siempre presumiré de ser burgalesa, pero en esta ocasión llegar a Burgos me ha trasladado a tiempos de El Cid. Cuando estuve en México a muchos os expliqué su historia dado que mi nombre está vinculado a ella. El pasado fin de semana Burgos celebró su tradicional fin de semana Cidiano con un invitado de excepción. El escritor Arturo Pérez Reverte, quien basa su nueva novela en una etapa de la vida de Rodrigo Díaz de Vivar, dio el pistoletazo de salida presentado su obra en la capital castellano-leonesa. Eso sí, el pregonero fue mi paisano Alex Grijelmo quien desde lo alto del Arco Santamaría y aguantando un sol de justicia hizo saber a todos los burgaleses lo que nos esperaba en esta particular fiesta.

No faltó nadie. Todos los presentes conocíamos la historia de D. Rodrigo Díaz de Vivar y de su esposa, Doña Jimena. Se ha hablado y se han recreado sus victorias, pero también su etapa más dura: El destierro. Pero no podía faltar en el programa el Monasterio San Pedro Cardeña donde dejó a su mujer e hijas. Hoy se encuentran allí los restos de su famoso caballo Babieca y su inconfundible espada Tizona. En Burgos siempre se respira historia por todos sus rincones. Lo saben bien mis “hermanas mexicanas” Valeria y Fernanda que caminaron días por sus calles, degustaron su gastronomía y conocieron a sus gentes. Siempre hay un buen motivo para venir a Burgos y no lo digo porque sea, como dice su himno: “la tierra sagrada donde yo nací” sino porque siempre habrá algo que les sorprenda. Por eso, y aunque soy consciente de que están a nueve mil kilómetros de distancia les invito a que se adentren en la gesta de Don Rodrigo Díaz de Vivar. Lean esto: “Una niña de nueve años se presentó ante su mirada / ¡Hola Campeador, que en buena hora ceñiste espada! / El rey lo ha vedado, anoche de él nos llegó una carta, / Que no nos atreviésemos a abriros y hospedaros por nada; / Si no, perderíamos los haberes y las casas / Y por si fuera poco, los ojos de las caras. / Cid, en causarnos mal no ganaríais nada, / Que el Criador, pues, con toda su gran misericordia os valga./ Habiendo dicho esto, la niña se volvió para su casa. / Allí se convenció el Cid de que el rey le había negado su gracia. / Se alejó de la puerta, por las calles de Burgos aguijaba, / Llegó en Santa María, al punto descabalgaba; /Se hincó de rodillas, de corazón rogaba; / Salió por la puerta y en Arlanzón paraba, / En los arenales de esa villa, allí descansaba / Armaron la tienda después que descabalgaran. / Mio Cid Ruy Díaz, el que en buen hora ciñó espada, / A su alrededor, una buena compaña. / Allí descansó Mio Cid como si estuviese una montaña.”

Y ahora, no quieren saber ¿qué pasó antes y después de que comenzará el Destierro? Les espera una historia apasionante en el Poema del Mío Cid. ¿Se la quieren perder? Yo no les diré más.