LA VERDADERA AMISTAD

Dejarse llevar por la imaginación, de vez en cuando, no está de más. Soñar forma parte de nuestra naturaleza y esos sueños se alimentan día a día, precisamente de nuestro presente. No siempre es fácil digerir lo que la vida nos presenta y evadirse de ella también es una gran terapia. Al igual que lo es apoyarse en los amigos de verdad. Esos que están ahí silenciosamente y que te conocen tan bien que hasta entienden tus propios silencios. 

La amistad va creciendo y fortaleciéndose con los años y si esto no es así, algo la está resquebrajando. El tiempo será el responsable de mostrar la realidad que había tras esa supuesta amistad. Eso puede doler mucho cuando no se ve venir y quizás haya que tomar medidas cuando surgen las primeras grietas aunque hay que tener muy presente el proverbio turco que dice que el que busca un amigo sin defectos se queda sin amigos. La perfección no existe y lo bonito es crecer como persona y vivir experiencias únicas con esa persona que nos quiere tal y como somos. Decía Francis Bacon que “la amistad duplica las alegrías y divide las angustias por la mitad”, es cierto que quien tiene un amigo tiene un tesoro y esos amigos que son como hermanos se pueden contar con los dedos de las manos. No es amistad cuando reina en el ambiente la hipocresía, la envidia y el interés.

Ser fiel a los principios es fundamental y, por supuesto, ser leal ante quien lo dejaría todo por ayudarte en los peores momentos de la vida. En las buenas siempre hay manos disponibles, pero en las malas el contexto es muy distinto. Por eso, elegir a las personas adecuadas que nos acompañen en el día a día es fundamental. Todos nos hemos llevado más de una decepción, pero de los errores también se aprende. Crecer como personas forma parte de nuestro día a día. Ningún día es igual a otro y nosotros cambiamos con ellos. En veinticuatro horas suceden muchas cosas y las personas estamos marcadas por ellas. Sin darnos cuenta opinamos, aprendemos, tomamos decisiones… y todo eso forma parte de nuestra propia historia personal. Ésa que escribimos de nuestro puño y letra  y que nadie debería cuestionar. “Una amistad noble es una obra maestra a dúo” tal y como lo expresó el escritor francés Paul Bourget.

Está claro que los verdaderos amigos estarán en todos los capítulos de nuestra vida. Por eso, aprovecho estas letras para agradecer a quienes me han acompañado siempre y lo siguen haciendo incluso cuando la incertidumbre lo inunda todo. Es cierto que de las lágrimas nace el árbol de la vida y de esas gotas saladas crecen las ramas apropiadas para que la fortaleza sea tal que nada pueda  rompernos como personas. George Washington dijo: “La verdadera amistad es planta de lento crecimiento que debe sufrir y vencer los embates del infortunio antes de que sus frutos lleguen a completa madurez.”

En definitiva, la amistad es ese tesoro que nos une de tal manera que nos convierte en familia. Una familia que elegimos y que está presente a pesar de la distancia y el estrés de la rutina. Por eso, cuidarla es vital, pero también hay que disfrutarla al máximo, al igual que la vida. ¿No?

Jimena Bañuelos

Enlace en El Valle (México): https://elvalle.com.mx/columnas-y-opinion/story/42236/la-verdadera-amistad

AMIGOS DE VERDAD

El tiempo pasa y con él vamos ganando experiencia en la vida. Una experiencia que puede ser buena o mala, pero siempre será un aprendizaje para el futuro. Éste siempre es incierto y lo vamos descubriendo poco a poco. Por eso, no sirve de mucho hacer planes a largo plazo porque será el destino el que nos muestre el camino. 

Un camino que a lo largo de los años se va fraguando con la familia y con los amigos. Precisamente, son los verdaderos amigos los que entran en nuestras vidas por decisión propia. Ellos nos ayudan y nos apoyan sin pedirnos nada a cambio y siempre están a nuestro lado cuando ni si quiera nosotros mismos nos sostenemos en pie. Decía Tagore que “la verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido.” Son nuestra sombra, nuestros compañeros de aventuras y, por supuesto, nuestros mejores aliados en las batallas personales. Dicen que quien tiene un amigo, tiene un tesoro. Por eso, su valor es incalculable. Afortunadamente, la vida me ha premiado con personas que han pasado de ser amigos a convertirse en parte de mi familia porque la familia va más allá de los vínculos establecidos por la naturaleza. Cierto es, como afirmó Francis Bacon, que “la amistad duplica las alegrías y divide las angustias por la mitad.”

La amistad depende de muchos factores al igual que lo hace la felicidad. Solo que esta última depende en gran parte de nosotros mismos. Somos los creadores de nuestra propia sonrisa aunque a veces nos resulte complicado plasmarla en nuestra cara. Pero para eso también están los amigos que nos conocen tan bien que detectan nuestra angustia con tan solo una mirada, un mensaje o incluso con el propio silencio. La combinación de la amistad y la felicidad siempre dará buen resultado porque su unión proporcionará más de una sonrisa y, por supuesto, más una experiencia inolvidable. 

De experiencias inolvidables tiene que estar lleno el guion de nuestra vida, porque tenemos que ser conscientes de que estamos de paso. Un paso que tendrá muchos baches, pero también disponemos de la manera de cubrir esos vacíos. La vida, esa que solo se vive una vez, cuando te da una segunda oportunidad es por algo. Y ese algo es vivir con la lección bien aprendida. Sabiéndote rodear de quienes te quieren de verdad y dejando al margen todo aquello que no suma sino resta. 

En definitiva, si de lo malo hay que quedarse con lo mejor, de la vida hay que extraer todo el meollo, como nos enseñó el profesor Keating en “El Club de los Poetas Muertos”, teniendo las prioridades claras y sabiendo, ante todo, que lo importante es vivir sin poner “peros” y disfrutar con  quien quiere disfrutar contigo en las buenas y en las malas… Ahí radica lo verdadero.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

Enlace en El Valle (México): https://elvalle.com.mx/columnas-y-opinion/story/34253/amigos-de-verdad

AMIGOS DE VERDAD

“Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato” así define la RAE a la amistad. Un término que lleva implícito muchas emociones, muchas experiencias y muchas confidencias porque la amistad, si es verdadera, dura para siempre. Dicen que quien tiene un amigo tiene un tesoro. Un tesoro que vale más que cualquier otro objeto de valor. Amigos de verdad hay pocos y, precisamente, por eso, la amistad es incompatible con otros sustantivos o adjetivos. No diré cuales son porque creo que todos podríamos enumerar algunos de ellos. 

También, hay que añadir que la amistad tampoco entiende de distancia y menos en estos tiempos en los que gracias a la tecnología podemos comunicarnos aunque estemos a miles de kilómetros. Es cierto que no es lo mismo una videollamada que un café cara a cara, porque el sentimiento de un abrazo, por ejemplo no lo da una pantalla, pero también es justo decir que no hay distancia que pueda eliminar una emoción, porque cuando un amigo está cerca siempre hay algo que nos renueve por dentro, sobre todo, en los malos momentos. Porque esa persona sabe reír contigo, llorar contigo, luchar contigo y, por supuesto, sabe escucharte y entenderte para ayudarte a buscar siempre el lado bueno de las cosas. 

Hay amigos que se convierten en los hermanos que no tenemos, porque esa es la familia que nosotros vamos eligiendo. Una familia que con el paso del tiempo crece si la vida te da la oportunidad de conocer a las personas indicadas. Hay muchos tipos de familias y una de las varias que tengo viste en rojiblanco. Un rojiblanco que es puro sentimiento. Una familia de la que estoy muy orgullosa porque tiene “otra forma de entender la vida”. Los partidos del Atleti se ven por la tele, en el campo pero también se comentan por WhatsApp porque la alegría siempre hay que compartirla como sucedió el pasado sábado. La noche no pudo ser mejor. El Metropolitano lleno  por primera vez después de la pandemia, el rival, un Barça que llegaba tocado al territorio indio, y los goles de Lemar y Suárez que prendieron la llama de euforia a todos los que “nunca dejamos de creer” porque, especialmente, en la primera parte los de Simeone cumplieron “luchando como hermanos”. No nos engañemos porque este es el Atleti que todos queremos ver. Sabemos sufrir pero nuestro corazón también necesitaba un respiro después de tanta remontada y tanto susto innecesario.

Es innecesario traicionar a quien te importa ya que una amistad rota no tiene solución y si la tiene siempre tendrá cicatrices grabadas a fuego en el corazón. Por eso, los amigos es mejor tener pocos pero de calidad. Sé que siempre podré contar con los míos estén donde estén y, por cierto, algunos son merengues con todo lo que eso conlleva. Nadie es perfecto, que se le va a hacer… pero la verdadera amistad no entiende de colores, a veces es mejor no hablar de fútbol porque en la vida hay cosas más importantes que nuestros equipos. En la vida, hay amigos y disfrutar de esa amistad es un privilegio que tenemos que valorar partido a partido… Perdón, día a día. 

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

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Antonio Hueso: Compañero del día

Decía Khadil Gibran, novelista libanés: “No busques al amigo para matar las horas, sino búscale con horas para vivir”. Y que razón tenía porque los mejores momentos siempre se pasan rodeados de esos “hermanos” que no son de sangre. Los amigos cuesta encontrarlos pero cuando los tienes se convierten en pilares fundamentales. Saben escuchar, saben aconsejar o simplemente, saben estar a tu lado. Y es que “quien tiene un amigo tiene un tesoro”. A lo largo de la vida he intentado descifrar el mensaje de las personas que se han cruzado en mi camino. Y obviamente, no todas están en mi lista de contactos y solo unas pocas tienen la estrella de “favoritos”… Esa estrella que me indica que aunque no los puedo ver siempre están ahí porque en la buenas y en las malas nunca les falla la cobertura.

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Bajo la Puerta del Sol con Antonio Hueso

La que sí me falla algunas veces es la antena del coche, de mi casa o la aplicación del móvil con la que día a día escucho a un buen amigo. Él es el que pone banda sonora a mis mañanas de once a dos en Cadena Cien. No nos vemos mucho pero cuando lo hacemos solo con mirar a sus ojos sé cómo estás. Alguien me dijo que la mirada es el lenguaje del corazón y me enseñó a interpretar ese mensaje sin palabras. Ahora, estarás «De Cerca» con grandes cantantes y sus fans, sé que es un nuevo reto para ti, pero la vida en si misma es un desafío que todos los días afrontamos…No lo olvides y como suele decirse “Pa´lante como los de Alicante”…

Y eso te viene que ni pintao´… porque a orillas del Mediterráneo eres feliz, disfrutas de la playa, de los tuyos, de tu gente… en definitiva, de los placeres de la vida. Los que te conocemos sabemos que eres amigo de tus amigos, cariñoso, familiar algo que has compartido con el mundo gracias a tu vlog . Esa sí que es una buena idea, porque personas como tú no hay muchas… Hasta aquí todo son virtudes y con la mano en el corazón puedo prometer que no miento. Obviamente, tienes tus defectos… me cuesta asumir que simpatices con el Real Madrid, pero bueno, nadie es perfecto… Antonio Hueso, aquí tienes a una amiga rojiblanca que disfruta del día a día con coraje y corazón. La filosofía colchonera la tengo muy aprendida, así que cuando necesites una inyección de moral… Tú pones la música y yo la letra.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

Burgos me “sacia” de recuerdos…

Siempre hay una buena excusa para ir a Burgos. Y no lo digo porque sea mi ciudad natal, sino porque la historia fluye por sus calles, por sus monumentos, por su gastronomía… Es un buen lugar para perderse.

Reconozco que cada vez que voy, lo primero que tengo que tener en cuenta es, sin duda, la previsión meteorológica. Para muchos Burgos es sinónimo de frío, y no seré yo quien niegue esa afirmación pero ¡ojo! porque cuando aprieta el calor en la localidad castellana no hay quien pare. Y así fue. Cerca de los treinta grados marcaba el mítico termómetro que se divisa cuando levantas la vista para contemplar al Campeador. Día atípico no, día de verano. Así que había que disfrutar de Burgos, de sus terrazas y como no, de la familia.

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Con Margarita y Jesús, disfrutando de Burgos y los amigos

Por muy poco tiempo que esté en mi tierra siempre hay visitas “obligadas”. Esta vez, tenía que ir a tomar unas “tapitas” a los sitios en los que desde niña aprendí lo bien que se come en Castilla. Y digo “tapitas” porque fueron el aperitivo de la que fue una comida como Dios manda. Me gusta mucho el jamón serrano, y siempre paso por el Rimbombín a saludar a mi amiga Margarita. Me fui sin verla y sin comerme una Alpargata. Esta me la debes Marga. Sendas cosas me dieron pena pero ya tengo otra excusa para regresar más pronto que tarde.

A pocos metros de allí, entré en la Cabaña Arandina. Sin una bravas no me iba a quedar. No sé si son las mejores o no pero si te las sirve Jesús ya son inigualables. Lleva tras la barra muchos años. Yo ni siquiera había nacido. Pero la simpatía y la sonrisa con la que me recibe siempre son fundamentales para que aunque llueva, nieve o haga calor pase por la Cabaña a darle los buenos días. La experiencia es la madre de la ciencia y Jesús sabe mejor que nadie las muchas historias de las que se ha hablado, se habla y se hablará en la suculenta barra. Es amigo de sus amigos y eso es algo que no tiene precio.

Entre bravas, alpargatas, cojonudos, cojonudas, capataces, tigres y un sinfín de nombres fue un aperitivo de los más variado. Gastronómicamente salí más que saciada. Fue un viaje relámpago pero bien aprovechado. Habrá que ir pensando en el próximo porque me quedan muchas cosas por ver, por comer y sobretodo por recordar. Esto ha sido un Hasta luego, Burgos.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

Sin Champions pero con coraje y corazón

No pudo ser. Hasta el último momento se luchó por cumplir un sueño, pero todo dependía de la diosa Fortuna, una diosa que ha dejado de lado al Atlético de Madrid. No queda otra que resignarse, pensar que otra vez será porque aunque siga siendo “el pupas” tiene una afición que está dispuesta a entregarse por su equipo pase lo que pase.

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Momentos rojiblancos inolvidables con Rosa Romero

Será difícil olvidar lo que ocurrió anoche, obviamente el resultado dejó a muchos colchoneros con lágrimas en los ojos, con duras imágenes para el recuerdo pero de todo se aprende. Ahora es el momento de sacar esa fortaleza y ese coraje del que tanto presumimos. No voy a negar que el resultado supuso un saber muy amargo pero la vida me enseñó a buscar el lado bueno de las cosas; a quedarme siempre con la parte positiva de las peores situaciones, y sin duda, eso es lo que he hecho. No he cumplido el sueño de ver al Atleti levantar “la Orejona” pero sí he vivido un partido muy especial en compañía de grandes personas. Desde hace años, Rosa y yo soñábamos con ver un partido juntas. Pero la vida no nos había dado la oportunidad de cumplir ese sueño. Anoche acompañada por buenos rojiblancos, Rosa y yo estábamos felices por compartir ese momento. Sin duda, la derrota dolió pero hay algo que borrará de la memoria ese triste recuerdo. Juntas sufrimos, juntas nos abrazamos y juntas seguiremos riendo y compartiendo momentos que son mejor premio que cualquier copa.

La final ya es cosa del pasado, la vida continúa. Ahora es el momento de pensar en el futuro con optimismo. Los colchoneros sabemos reponernos. No hay que olvidar que el Atleti te hace más fuerte. Ya dijo el político argentino, José de San Martín, que “una derrota peleada vale más que una victoria casual”. Y así es, podemos estar orgullosos de nuestros colores, lo que me recuerda a Borges: “Hay derrotas que tienen más dignidad que la victoria”. Sigamos creyendo, porque el Atlético de Madrid es nuestra forma de vida. Y nadie nos la puede cambiar. ¡Aúpa Atleti!

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

 

 

 

Julio Montalvo: Amistad y música

“Sin música la vida sería un error”. Tenía toda la razón Nietzsche cuando pronunció estas palabras. No importa tu estado de ánimo porque la variedad de estilos musicales siempre se adaptan a ti. Las melodías, las canciones y sus letras marcan cada etapa de la vida, o mejor dicho cada momento del día. No tengo un estilo que me guste más que otro, lo que colecciono, gracias a la música, son recuerdos inolvidables.

Hablando de recuerdos, pienso en como empezó mi amistad con Julio Montalvo. La sonrisa que este cubano luce siempre en su rostro te invita a llenarte de vitalidad, y no es para menos, porque si a ésta le sumamos lo que consigue transmitir con su trombón, sin duda, los sentimientos se ponen a flor de piel. El jazz es el protagonista de la vida de este viejo rockero que admira a Police, Sting o The Beatles, entre otros. Su fiel compañero es el trombón pero en su corazón está su primer instrumento: el violín. De padre violinista aprendió a enamorarse de la música y nunca se cansará de escuchar piezas como el Concierto en Re Mayor de Piortr Tchaikovsky. Han pasado muchos años desde que comenzó, por eso, de su trayectoria profesional mucho se puede hablar. Ha tocado con Perico Sambeat, David Pastor, Mike Mossman, Glaston Galliza y hasta David Bisbal confió en su profesionalidad. Me permito hacer alusión a la carrera de Montalvo porque su humildad es otra característica que lo define.

Con mi amigo Julio Montalvo. Puro jazz.

Con mi amigo Julio Montalvo. Puro jazz.

Y si de definiciones hablamos, él mismo se considera un “músico, poeta y loco”, eso sí con un gran corazón. No lo digo yo, lo dice todo aquel que lo conoce. “El hijo de Elsa” como Montalvo se auto presenta es un maestro de las notas musicales. Sabe transmitir, sabe emocionar y sabe hacer disfrutar, porque él es el primero que es un apasionado de su profesión. Por eso, para no echar de menos a este amigo me quedo con los cd’s y el DVD que con tanto cariño recibo. Julio, que tan bien me conoce, sabe que en más de una ocasión la música es la mejor medicina para determinados momentos. Así que aunque la distancia o el tiempo no me permitan estar cerca de este trombonista, su música nunca deja de acompañarme. Además, a los buenos amigos siempre se los echa de menos.

Julio Montalvo, cubano de nacimiento, comparte el cariño a su tierra con sus sentimientos españoles. Es un maestro del jazz, es el “jefe” de su trombón pero es un servidor de su público. Y como público, y parafraseando a Ingrid Bergman en Casablanca, te digo: “Tócala otra vez, Julio”.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Algo más que la Magdalena

Se escucha el sonido de la rutina. Los petardos han dejado de explotar, el olor a pólvora ya no está en Castellón sino en Valencia. La Magdalena del 2015 se ha apagado. Nada dura eternamente pero en el recuerdo de todos están las experiencias vividas. Esas sí son para siempre. De poco sirve lamentarse, la cuenta atrás ha comenzado y ya queda un día menos para que llegue la del año que viene.

La primera mascletá fue, para muchos, el pistoletazo de salida a unos días de pura celebración. Ya se sabe que la Magdalena es “Festa plena”. La energía era la gran aliada de todos pero nueve días a tope son muchos y, claro está, los cuerpos se resienten. Eso sí, a estas alturas lo más propio es decir: “Que me quiten lo bailao”.

Y de bailes están llenos mis recuerdos. Unos consiguieron acercarme hasta España a los amigos que tengo lejos y otros han creado en mi memoria un archivo que será muy difícil de destruir. En todo caso, su actualización será dentro de un año aproximadamente. De eso, seguro que se encargan grandes amigas. Y es que la felicidad en la sonrisa de Jessi y el entusiasmo y positividad de Arantxa me han recordado que “la amistad duplica las alegrías y divide las angustias por la mitad” como ya dijo, con mucha razón, el filósofo Francis Bacon. Si los amigos son la familia que escogemos, la mía va creciendo poco a poco. NoImagen 7 importa la cantidad sino la calidad. Extraño a los que están en tierras mexicanas. Y aunque muchos creen que la distancia es el olvido, no es así; porque si la amistad es verdadera, no hay kilómetros suficientes que puedan separar a los grandes amigos. Toma nota, Patricia. La tecnología ayuda mucho. Tanto es así que no hay nadie que con móvil no haya grabado o fotografiado los momentos irrepetibles y los haya enviado por whatsapp. En mi móvil no hay gigas para nada más.

Ahora es el momento de procesar y llenar el álbum que he creado. Estoy segura que no va a ser complicado: Los castillos de fuego que he grabado serán la imagen del recuerdo, la banda sonora será hispano-alemana, ya que no ha habido ningún día que no haya escuchado y bailado el baile del serrucho y el helicóptero alemán. Pero sin duda, en cada instantánea me acompaña una gran persona. Y es que el nombre propio de está Magdalena es: Arantxa. Y si de bien nacidos es ser agradecidos…Ya sólo puedo decir: Gracias.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

 

 

 

 

 

 

 

La fortaleza: Medicina para malos momentos

El sabio refranero popular dice que “el tiempo lo cura todo” o que “el tiempo pone cada cosa en su sitio” y puede tener razón, yo no digo que no. Pero cuando la situación es adversa, cada día es una eternidad. Y aunque exista el refrán adecuado para cada ocasión, a veces, el “paren el mundo que me quiero bajar” de la célebre Mafalda es más acertado que cualquier otro consejo.

Los consejos gratuitos son fáciles de dar cuando el problema lo tiene otro y difíciles de aceptar cuando es uno mismo quien los recibe. Hablar por hablar es muy fácil pero sólo el que realmente está preocupado por una persona sabe decir de corazón lo adecuado a la situación. Amigos hay muchos. De hecho, las redes sociales hacen que proliferen más que nunca…Pero de los de verdad no hay tantos. Es más, no necesitan estar en tus redes sociales para celebrar tus alegrías o estar a tu lado cuando los necesitas.Signpost pointing to problems and solutions.

Hablaba con un amigo que la vida te va dando lecciones día tras día y algunas de esas “lecciones” cuesta mucho aprenderlas, asumirlas y, por supuesto, aceptarlas. Yo no se lo discutía porque le doy la razón; pero también es bien cierto que ante las malas rachas la primera pregunta que te viene a la mente es: ¿Por qué a mi? No merece la pena desgastarse intentando responder a algo que sabemos que no podemos. Pero en nosotros está buscar la fortaleza que nos permita “tirar para adelante”. Que no es fácil, es cierto. Pero que “no hay mal que cien años dure”, también.

Pensar que después de la tempestad vendrá la calma es una buena opción. Y bien cierto es que las personas que están dispuestas a caminar contigo en la tormenta son las que realmente merecen estar en la vida de cualquier persona. Es una opinión que muchos no compartirán pero es una lección que aprendí y con nota.

Hace pocos días que sumé a mi cuenta personal un año más de experiencias y lecciones. Sé que en esta carrera vital no te licencias o diplomas ni a los tres ni a los cinco años, más bien nunca lo harás. Es la evaluación continua más dura que hay. De hecho, aunque te equivoques, asumas el error o incluso suspendas no hay posibilidad de repetir. El tiempo fluye muy rápidamente aunque las enseñanzas quedan para siempre.

Al igual que se cumplen años se pueden cumplir sueños, promesas, objetivos, y tantas cosas más… Eso sí, nadie puede vivir la vida por ti…Al menos yo, quiero escribir mi historia de puño y letra…¿Y tú?

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

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El Palasiet: Rincón donde perderse

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En la vida hay palabras que solo con el hecho de escucharlas hacen que se nos ilumine el rostro. “El Palasiet” es una de ellas. Oír el nombre de este balneario lleva implícito una sonrisa en la cara, relajar el cuerpo y la mente, y como no, grandes momentos a orillas del Mediterráneo.

Dicen que es de bien nacidos ser agradecidos, y este es un buen momento para agradecer a quienes me llevaron a Castellón la primera vez: Mis abuelos. Era una niña, pero fui creciendo y enamorándome de su clima, sus playas, sus gentes y de todos los lugares que iba conociendo. Pero fue en Benicàssim donde encontré mi segundo hogar. Llegué a este rincón en el monte Cantallops no por casualidad, en su día fui buscando unas buenas vistas. Hoy allí encuentro, además de tranquilidad, amabilidad y un buen servicio; mi cura de salud.

Buscar un paraíso no es fácil. El lugar perfecto no existe pero sí aquel que nos hace desconectar de la dura rutina. Reconozco que no me gustaban mucho los balnearios. Era reacia a probarlos, pero desde que crucé el umbral de la puerta de “El Palasiet”, algo cambió. Encontré una segunda casa. La amplia variedad de tratamientos y actividades hicieron que el tiempo volara. Eso siempre es buena señal. Su cocina es excelente, se adaptan a tus propias necesidades. Sus profesionales son únicos. Se agradece ver siempre en sus rostros una sonrisa. Es verdad que es criticado por su precio. A mí, eso me recuerda a Lawrence de Arabia cuando dijo: “ Por ahorrar dinero, la gente está dispuesta a pagar cualquier precio.» Que cada cual decida…

Las decisiones se toman siempre pensando en lo mejor. Yo la tomé hace años y no me arrepiento. Resto días en el calendario para llegar a ese pequeño pero a la vez gran lugar de la Comunidad Valenciana. Siento no poder estar allí en Semana Santa. Así que no me queda más remedio que acumular esas ganas de ir para mi próxima escapada…El que no se consuela es porque no quiere…

Con consuelo o sin él, las esperas siempre son duras. Es el momento de aliarse con la paciencia. Olvidar el famoso “el que espera desespera” para centrarme en el “todo llega al que sabe esperar”. No sé cuando comenzará la anhelada cuenta atrás. De momento, me centraré en el presente aunque sí hay una cosa que tengo clara: A “El Palasiet” “quiero volver, volver, volver” como cantaba Vicente Fernández.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

Hotel Palasiet: http://www.palasiet.com