Con los cinco sentidos

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Dijo el violinista y director de orquesta americano, Yehudi Menuhin: “Estoy seguro de que la buena música alarga la vida”. Así que si a la talasoterapia le sumamos las noches de jazz de El Palasiet, la combinación es perfecta.

Por la vista, contemplamos la majestuosidad del Mediterráneo. Por el olfato, nos deleitamos con el olor de todas las flores que inundan el excelente paisaje de El Pontazgo. Por el tacto, es nuestra piel la que se aprovecha de todos los beneficios del agua del mar y sus componentes: las envolturas en algas y lodos. El gusto, sin duda, es seducido por la gastronomía del bienestar y la cocina macrobiótica. Y, a todo esto, sólo le faltaba un detalle para que activemos los cinco sentidos. El oído desde el próximo 20 de junio disfrutará de la mejor música.

Fieles a los principios de buscar el equilibrio entre el cuerpo y la mente para lograr el anhelado bienestar, recuerdan al célebre filósofo griego Platón cuando aseguró: “La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo”. De ahí que a la fuente de salud que es la talasoterapia le unan las mejores voces y músicos de jazz. Una música cuyo ritmo es dulce y suave para que la armonía sea la mejor acompañante.

Si la talasoterapia lleva más de cuarenta y cinco años formando parte de sus vidas y no les ha decepcionado, las noches de jazz tampoco. Y pueden presumir de que lleva más de una década amenizando los veranos.

Queda toda la estación estival por disfrutar. De ella siempre quedan buenos recuerdos, mejores experiencias y grandes amigos. El guión de este verano aún no está escrito pero la banda sonora puede ir a ritmo de jazz.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

Descubriendo la Talasoterapia…

Paseando por Benicàssim me detengo en El Pontazgo para contemplar la plenitud del mar Mediterráneo. Su color, su olor, el movimiento de sus olas son siempre una gran fuente de inspiración para escritores, pintores, músicos… Pero además de eso, es el Doctor Farnós quien me recuerda que el mar es también fuente de salud.

Una salud que se ve reforzada gracias a los beneficios de la Talasoterapia. Un término que desconocía hasta que me adentré en las Termas Marinas El Palasiet. Fue allí, donde el propio Doctor Farnós me explicó que “la Talasoterapia es la utilización con fines terapéuticos del agua del mar y de todos sus componentes, ya sean algas, lodos marinos… Como su nombre indica, esta palabra proviene del griego “Thalassa” que significa mar y “Therapeia”, en español: Terapia”. Eso etimológicamente hablando porque el rey del Mar para los helenos fue Poseidón y en España el pionero en la Talasoterapia se llama Joaquín Farnós Gauchía.

Sólo él puede presumir de llevar más de cuarenta y cinco años apostando por los beneficios del agua del mar. Como médico me explica que “la composición de ésta es muy similar al plasma sanguíneo y que tiene un efecto reequilibrante mediante la absorción, por ósmosis, en el cuerpo humano”. De ahí que sea la mejor aliada para lograr que el bienestar de todos se convierta en excelente.

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Piscina Termal El Palasiet

Y excelentes son las instalaciones de las Termas Marinas. Su decoración, su ambiente y todos sus detalles hacen que tu mente se traslade muy lejos de la realidad. La imaginación de cada uno será la responsable de que nos sintamos en el paraíso. Y a eso, ayuda, y mucho, la reina del Instituto de Talasoterapia: la Piscina Termal y sus aliados. Junto al vaporarium, la sauna y el hamman o baño turco las dos horas de duración del Recorrido Biomarino se pasan como un suspiro pero sus resultados serán el magnífico recuerdo de una experiencia que será única pero sí repetible.

Repetidas veces me ha comentado el Doctor Farnós los beneficios de la Talasoterapia para todos y especialmente para los que padecen artrosis, artritis, fibromialgia, osteoporosis… El desconocimiento que hay de ella en España es sorprendente. En Francia, por ejemplo, su popularidad es relevante. Es el momento de descubrirla y disfrutarla. Las Termas Marinas El Palasiet tienen las puertas abiertas. No son un balneario ni un Spa. Eso me quedó claro cuando el doctor Farnós me explicó la diferencia: “Los balnearios utilizan aguas minero-medicinales cuyo origen está en la disolución de aguas de antiguos mares y los spa son unos gimnasios modernos en los que se emplea agua potable del grifo.”

Dicho esto y sin más preámbulos me despido porque la Talasoterapia me llama. Le di la oportunidad de entrar en mi vida y ahora es fundamental en ella. La voz de la experiencia nunca se equivoca. Ya me advirtió D. Joaquín Farnós Gauchía que la Talasoterapia marcaría un antes y un después en mi salud. Decía el estadounidense Benjamín Franklin: “Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”. Así lo hizo el doctor Farnós conmigo, y si hay algo que tengo claro es que nunca me arrepentiré de estar involucrada en la Talasoterapia.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

Mirando al mar…

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Llegan a la mente cuando menos te los esperas. Un olor, un sabor, un objeto… pueden despertar en mi interior un torrente de recuerdos. Unos recuerdos cargados en muchos casos de añoranza y melancolía pero en muchos otros de sonrisas y felicidad. Pero es, sin duda, mirando al mar y su inmensidad cuando todas esas emociones van acompañadas por sueños e ilusiones que van y vienen en mi al ritmo de las olas que ven mis ojos.

Unos ojos que si los cierro y me dejo llevar por el mar provocan una oscuridad en la que la fuerza de los pensamientos adquiere especial relevancia. Mi mente se llena de preguntas a las que en muchas ocasiones no tengo respuesta. De esas incógnitas surgen miedos que me pueden hacer dudar pero que no conseguirán amedrentar las ganas de cumplir todo aquello que, por muy grande o pequeño que sea, me llene de felicidad. Ya decía Quevedo que “el ánimo que piensa en lo que puede temer, empieza a temer en lo que puede pensar”.

No sé si es cuestión del destino o no pero soy de las que cree que todo ocurre por alguna razón. Bajo la luz del sol y mirando al mar me adentro en mi mundo. Ese en el que yo escribo el guión de mis pensamientos y a los que muchas veces no sé que desenlace dar. Ese mundo en el que la imaginación es mi aliada construir el esbozo de los sueños que tengo por cumplir. Mirando al mar pienso y mucho. No sufro por los recuerdos que me trae. Prefiero quedarme con las cosas que me inspira. El mar es fuente de vida y como tal recarga mis baterías. Me llena de energía, me recuerda que Aún tengo la vida. Así que como dijo el escritor irlandés George Bernard Shaw: “Si has construido castillos en el aire, tu trabajo no se pierde; ahora coloca las bases debajo de ellos.” Manos a la obra.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)