Alemania: Weltmeister!

Estoy contenta por Alemania y cansada de escuchar que en Argentina jugaba “el dios” Messi. Pues bien, si Jesús resucitó al tercer día, la albiceleste tiene cuatro años. La Mannschaft entra en los anales conquistando la copa del mundo en continente americano. Y como la Historia la escriben los vencedores…Este capítulo será en alemán…

Vor vierundzwanzig Jahren…es decir, hace veinticuatro años que Alemania levantaba su última copa del mundo…Así podría empezar, perfectamente, un cuento de los famosos hermanos Grimm…Hemos disfrutado como niños de un sueño que comenzó el doce de junio de dos mil catorce y ha tenido un gran despertar: El mejor premio que todos los germanos, y sus simpatizantes querían… Las sonrisas de unos contrastaban con las lágrimas de los otros. Los argentinos vieron como se les escapaba la final. Su estrella se apagaba por momentos y eso que se llevó el premio de consolación: El balón de oro más cuestionado de la historia…

levantan copa

Con esta imagen, se cierra el último capítulo mundialista. Brasil caerá en la memoria de muchos y en el más profundo de los olvidos de todos aquellos que defraudaron a su afición o a sí mismos. En la vida no hay excusas cuando se trata de luchar por lo que se quiere. Las mejores cosas no son fáciles de conseguir. Dijo La Fontaine que “ningún camino de flores conduce a la gloria”. Alemania no lo tuvo fácil pero luchó por lo que quería. Ni la debilidad por la gripe hundió la mentalidad de estos campeones. Si se quiere se puede…

El reinado futbolístico dura cuatro años, por lo menos. Es el momento de disfrutar lo conseguido. La cuarta estrella lucirá en la constelación alemana sin riesgo de que pueda apagarse. La Mannschaft demostró que es un equipo y que la unión hace la fuerza. Impasible se mostró Löw hasta que llegó el momento de celebrar el triunfo. Esa sangre fría que muchos critican es necesaria en muchas circunstancias de la vida. Los que la han necesitado saben a lo que me refiero…

En las derrotas se conoce a los “auténticos” ganadores. De ellas siempre se desprende una lección. Muchos no aceptan perder y agachan la cabeza por cobardía. Es más, no se atreven a mirar a los ojos al vencedor… Si se lucha y se pierde no hay de que avergonzarse…

Sin ninguna vergüenza lucí mi “Trikot” antes del mundial, durante y por supuesto que lo haré después. El fútbol le debía a Alemania una copa y se la ha dado. Y precisamente, lecciones, y no sólo futbolísticas, han dado estos jugadores en Brasil…Que cada quien piense en ellas…

Enhorabuena a los campeones. Que disfruten el momento…pero es importante que no olviden estas palabras de Oscar Wilde: “El único deber que tenemos con la historia es rescribirla”…

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

 

 

Alemania en su máxima expresión

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Pueden ser de rabia, de cocodrilo, de emoción, de alegría, de cansancio…Pero las que se vieron en Belo Horizonte son las lágrimas de la derrota en su máxima expresión: Lágrimas de humillación…Y es que no fue precisamente bello el horizonte que contemplaban los brasileños…Las derrotas siempre duelen pero las formas de perder duelen aún más. En casa, en su mundial…En fin, no hay mal que por bien no venga…Lo del Maracanazo ya no es su peor pesadilla. No sé como se dice pesadilla en portugués pero sí cual son sus sinónimos: Müller, Klose, Kroos, Khedira y Schürrle.

Se esperaba una semifinal emocionante. Entre las dos selecciones sumaban ocho estrellas mundialistas y, exactamente, ocho fueron los goles que se vieron. Eso sí, los siete primeros los recibieron los brasileños. Ni Julio César puedo frenar a los bávaros. La Mannschaft se convirtió en un máquina de hacer goles. Tanto es así que en treinta minutos ya había marcado cinco goles a una Brasil que se que quedaba muy lejos de las expectativas marcadas. La afición local no daba crédito a lo que veía ni tampoco los millones de espectadores que contemplaban el partido en directo. No hay que olvidar que esta humillación fue, dada la redundancia, vista mundialmente. Ya nadie se acuerda del resto de sorpresas que ha dejado Brasil 2014; en el recuerdo de todos estará el ya conocido “Mineirazo”.

Es cierto que “es imposible ganar sin que otro pierda” como dijo el poeta romano, Publio Siro. Pero cuando la derrota toca de lleno el orgullo del perdedor es mucho más dolorosa. Ahora en Brasil, se buscan responsables de lo sucedido. Todas las miradas apuntan a un mismo hombre: Scolari. Está claro que él asumirá la culpa pero…¿por qué si se gana la responsabilidad es de todos y si se pierde es sólo de uno?…Ahí queda eso…

Por animar un poco a los brasileños, me vienen a la mente las palabras de Saramago: “La derrota tiene algo positivo: nunca es definitiva. En cambio, la victoria tiene algo negativo: jamás es definitiva”. Así que, otra vez será. De momento, ya todo el mundo sabe contar, al menos, hasta siete en alemán. Los chistes y bromas con el resultado se multiplican por momentos. La afición alemana disfruta de la victoria como se merece. Han hecho historia y es normal que quieran celebrarlo. Están a noventa minutos de la copa…Es el momento de no rendirse.

La vida te da muchas lecciones. Ya sea dentro de un hospital, en la calle o en un campo de futbol. Ya se sabe que sin lucha no hay victoria aunque ayer en Mineirao nos enseñó algo que muchos olvidan: La humildad. Alemania ganó pero su actitud fue más que una lección. Dijo Jacinto Benavente: “En la pelea, se conoce al soldado; sólo en la victoria, se conoce al caballero”. Ahí lo dejo…

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

Cuatro candidatos para una copa

 

El menú ya está escogido y las semifinales a punto de empezar. De toda la carta, que ha sido mucha; al final hay que decantarse por unos entrantes a base de una tabla de quesos holandeses. De plato principal, un buen “bife” acompañado por el tradicional Schupfnel alemán. Para beber, lo mejor será una cerveza bien fresquita. De postre, unos alfajores. Y como en toda celebración que se precie, habrá que brindar por la salud de todos los invitados a esta fiesta del fútbol con unas ricas caipirinhas. Dicho así, las semifinales de Brasil 2014 son, como poco, apetitosas.

Apetitosas porque ya solo quedan cuatro candidatos para levantar la ansiada copa del mundo. Brasil, Alemania, Holanda y Argentina están a noventa minutos de llegar a la final de un mundial marcado por las polémicas arbitrales, las lesiones y, como no, el clima. Pero ya no valen las excusas, el esfuerzo ha sido mucho y el reinado futbolístico solo lo alcanzará uno. La historia la escriben los vencedores pero todavía no sabemos si será en portugués, en alemán, en holandés o en español… De Maracaná solo saldrá un campeón.copa

En la fase de grupos los cuatro combinados nacionales quedaron en primer lugar. Es cierto, que no todos mostraron su mejor futbol pero, a veces, aliarse con la diosa Fortuna da resultado. En los octavos y en los cuartos, unos sufrieron más que otros. Que si prórrogas, penaltis, el calor, la gripe…En fin, que había que pasar como fuera. Pero ya lo dijo Séneca: “Vencer sin peligro es ganar sin gloria”. Y precisamente, ganar la gloria es de lo que se trata.

El martes desde el Estadio Mineirao, brasileños y alemanes buscarán el billete para Maracaná. Los cariocas afrontarán este trascendental partido con las bajas de Neymar y Thiago Silva pero siguen siendo los anfitriones, y eso, es un factor añadido. Por su parte, la Mannschaft ha demostrado que ni las temperaturas sofocantes, ni los virus gripales pueden reducir su potencial. No sabemos si los de Löw sabrán bailar samba pero si derrotan a la canarinha… Aprenden seguro…

Y veinticuatro horas más tarde, en el Arena de Sau Paulo, “la naranja mecánica” del estudioso Van Gaal intentará eliminar a la versión más light de Argentina. Una albiceleste que encabeza Leo Messi pero que no podrá contar con Di Maria. Sin duda, una baja muy importante para los de Sabella. Por su parte, los holandeses están en plena forma. Nada ha calmado las ansias de gol de Robben, Van Persie, y Sneijder. Así que deberán afrontar el encuentro como lo que es: Un todo o nada.

Es el momento de apostar por los favoritos, de disfrutar de los partidos y como no sabemos que idioma hablarán los campeones…Digamos simplemente: Alea iacta est!

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

Francia y Alemania, cara a cara

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En francés es: Deux, en alemán: Zwei y en español: Dos. Precisamente, esos han sido los goles que dieron el pase a cuartos a los franceses y a los alemanes. Los combinados europeos se deshicieron de los africanos. Eso sí, unos sufrieron más que los otros para poder seguir soñando con la copa.

Primero fueron los franceses y los nigerianos los que luchaban por un puesto en los cuartos. El técnico nigeriano, Keshi, presentó un once muy ofensivo para amedrentar a los de Deschamps. A juzgar por lo que se vio en los primeros minutos en el Estadio Nacional de Basilea lo estaba consiguiendo. Les blues generaban pocas ocasiones y su estrella Benzema no llegaba a brillar. Estaba claro, que Francia debía cambiar y volver a ese espíritu que traía de la fase de grupos en la que muchos revivieron la Francia del noventa ocho. El cronómetro corría y los goles no llegaban. Con el empate a cero se llegó al descanso en el que había que plantearse una única cuestión: ¿Cómo inaugurar el marcador?

Querían cambiar el marcador y para ello tenían que cambiar la actitud. Y sí que cambió. Quedaban cuarenta y cinco minutos y el objetivo estaba más que claro. Aunque no fue hasta el setenta y ocho cuando Pogba adelantó a los europeos. La eliminatoria se teñía de azul, y más aún, cuando el nigeriano Yobo anotó en propia puerta, en el noventa, el segundo gol para el cuadro francés. Desde este momento, les blues esperaban a su próximo rival.

Un rival que iba a salir del duelo entre Alemania y Argelia. Mucho se esperaba de la Mannschaft y muy poco se vio de ella. La potencia a la que la selección germana tiene acostumbrados a sus seguidores apenas se vio. Durante los primeros cuarenta y cinco minutos, Neuer salvó la portería alemana en más de una ocasiones. Los argelinos llegaban sin problemas y perdonaron mucho…Eso al final se paga… Aún así, los cerca de cuarenta y tres mil espectadores en el Beira-Rio de Porto Alegre estaban presenciando, in situ, como la Argelia de Vahid Halilhodzic dominaba el encuentro.

Un dominio que continuó durante la segunda mitad del encuentro, aunque el combinado alemán comenzó a generar más peligro pero sin goles. Todo hacía presagiar que se llegaría a la prórroga. Y así fue. El cansancio de los futbolistas era evidente. Ahora sí se iba a poner a prueba la preparación física de los jugadores: Había que aguantar un total de ciento veinte minutos.

Si los goles se hicieron de rogar en los noventa reglamentarios, nada más comenzar la prórroga los de Löw hicieron el primero. Schrrule adelantó a los suyos y Özil sentenció la eliminatoria. Un buen susto se llevaron los germanos con el gol de Djabou. Pero fue solo eso, un susto.

Francia y Alemania se verán las caras el cuatro de julio para buscar el pase a la semifinal. Si de favoritos hablamos que cada quien decida. Lo único que hay seguro es que solo vale: Gagner le jeu o Das Spiel zu gewinnen. Es decir: Ganar el partido.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

Holanda pasa in extremis

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Eran las once de la mañana y las calles de México estaban vacías. Nadie caminaba, apenas había coches y el silencio se respiraba. El partido de octavos paralizaba a todo el país. Dos horas más tarde continuaba ese silencio, ese vacío. No había nada que celebrar. México caía ante Holanda de la forma más dura de perder: En los minutos de descuento.

El Estadio Casteleo se teñía de verde y naranja. El verde de un México que llegaba a esta cita muy motivado y dispuesto a plantar cara a la “naranja mecánica” de Robben, Van Persie y Sneijder. La selección azteca comenzó con mucha intensidad, generando muchas oportunidades de gol pero, desgraciadamente, ninguna acababa dentro de la portería holandesa. La ocasión más clara tuvo lugar a los dieciséis minutos de juego de las botas de Herrera pero la suerte no estaba del lado de los de “El Piojo”. Hasta ese momento, poco hacía el todopoderoso tridente holandés por acercase a la portería de Ochoa. El ambiente se fue animando, en las gradas se comenzó a escuchar el “cielito lindo” pero todavía el grito de “gol” se hacia esperar. Con el cero a cero en el marcador se llegó al descanso de un partido que dominaba México.

Y comenzó la segunda mitad dominando gracias al gol en el cuarenta y ocho de Giovani. El zurdazo del diez mexicano inauguraba un marcador y acercaba al Tri a los cuartos. Pero nadie podía imaginarse que esa alegría terminaría convirtiéndose en lágrimas de rabia, de impotencia…Quedaba todavía mucho partido. Holanda reaccionó. Comenzó a atacar y aunque México también buscaba el segundo, la velocidad en el ataque de Robben que buscaba a su compañero Sneijder comenzaba a ser notable. Los de Van Gaal buscaban el gol y lo encontraron en el ochenta y siete. Apenas quedaban tres minutos para llegar a los noventa reglamentarios cuando el diez de los holandeses empataba el partido. Gracias a la asistencia de cabeza de Huntelaar, Sneijder solo desde la frontal hizo el tanto que borraba la ilusión del Tri. Pero en el fútbol ya se sabe que hasta que el árbitro no pita el final todo es posible…En el noventa y tres, el derribo de Márquez a Robben le costó al combinado mexicano un penalti que les dejaba fuera del Mundial. Huntelaar, que no suele fallar, no lo hizo.

Sonó el pitido final y México quedaba eliminada del mundial, de nuevo, en los octavos de final. El gol que ilusionó al Tri y los hizo soñar con los cuartos se quedó en eso; un sueño.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

Colombia a cuartos gracias a James

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Se dice en España que las cosas buenas siempre mejor por parejas. Pues bien, James Rodriguez cumple a la perfección este popular refrán. Los goles que marcó a Uruguay sellaron el pase a cuartos de un conjunto colombiano en el que no se nota la ausencia de Falcao. Los de Pékerman superaron la fase de grupos con nueve puntos y continúan con la misma calidad.

Era el segundo encuentro de los octavos de final. Colombianos y uruguayos buscaban la victoria que les permitiera continuar soñando con la corona del fútbol. Pero poco les duró a los de Tabárez esa ilusión. A los nueve minutos, Cuadrado tuvo la primera ocasión del encuentro. Un encuentro en el que la iniciativa era colombiana. Casi a la media hora de la primera mitad, el diez “cafetero” inauguró el marcador con un gol que ya forma parte de la historia de este mundial. James, y no “yeins”, anotó el tanto tras dejar sorprendidos a todos con el control con el pecho, la media vuelta y el potente zurdazo. Mucho debía mejor la Celeste si quería seguir en Brasil. Poco más deparó la primera mitad de este partido: Colombia se iba creciendo mientras Uruguay apenas aparecía.

El ambiente en Maracaná era espectacular. La afición colombiana estaba más que entregada a los suyos. Estaban a cuarenta y cinco minutos de hacer historia. Y vaya si la hicieron. Tras la reanudación, los uruguayos seguían sin mostrar su mejor cara. Se notaba la ausencia de Luis Suárez. Pero aún así, quedaba mucho partido…Uruguay estaba tocada pero no hundida… Hasta el minuto cincuenta, en el que, de nuevo, James subió el segundo al marcador; gracias a una jugada colectiva con Armero y Cuadrado. Ahora sí que Maracaná se convirtió en el comienzo de la fiesta colombiana.

Uruguay regresa a casa. Colombia pasa a unos cuartos por primera vez en su historia. James se convierte, por ahora, en el máximo anotador del Mundial. Su próximo rival será la anfitriona pero…visto lo visto…el cartel de favorito se lo lleva…

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

 

 

Brasil pasa, pero con apuros

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El ambiente: Espectacular. La afición: Entregada. Los corazones: Acelerados. Y de penalti se clasificaron los brasileños a los cuartos del mundial. La desolación de los chilenos no es para menos. Es la cuarta vez en su historia que los cariocas les privan de seguir soñando con la copa. Lucharon, demostraron su gran juego pero ya se sabe como es el fútbol. La pena máxima sentenció el encuentro del lado de los anfitriones.

Tras los himnos y el pitido inicial comenzaba en el Estadio Mineirao un partido con mucha intensidad. En poco más de un minuto se vieron las tres primeras faltas del encuentro. Sendos equipos sabían que no podían relajarse porque los errores podían costar muy caros. Poco tardaron los de Scolari en inaugurar el marcador y hacer estallar a su afición. En el dieciocho, David Luiz remató un tiro de esquina. Quedaban muchos minutos por disputar y la ventaja de la canarinha no amedrentó a los de Sampaoli. “La Roja” se quitó los complejos con los que había saltado al terreno de juego, se olvidaron de los nervios y mostraron su calidad.

Una calidad que se vio reflejada en el treinta y dos con el gol de Alexis. Un claro error de la defensa brasileña que empataba un partido que llegaría a ser de infarto. Ocasiones no les faltaron a ninguno pero llegó el minuto cuarenta y cinco y todos al vestuario…

El uno a uno del marcador de poco servía. Quedaba una segunda mitad en la que la tensión y los nervios iban en aumento. Eso sí, el partido no tenía desperdicio. Para muchos, Brasil llevaba el cartel de favorita pero Chile dejaba claro lo bien que presiona. Oportunidades hubo y de no ser por las paradas de Julio César y de Bravo se hubiesen visto más goles. Si se vio otro gol que no subió al marcador por mano de Hulk. Nada había cambiado a los noventa minutos reglamentarios.

Si a la calidad de los equipos le añadimos que la eliminatoria es a partido único, está claro que es posible que se llegue a la prórroga y los penaltis en más de una ocasión. De momento, los brasileños y chilenos tenían treinta minutos más para sentenciar el partido. Y los aficionados media hora más para deleitarse con el juego de estos dos combinados. Pero de poco sirvió el tiempo extra porque fueron los penaltis los que sellaron el pase a cuartos para los anfitriones. El error de Jara en el quinto penal provocó lágrimas de alegría para unos y de tristeza para otros. Justo o no, el fútbol es así.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

Ganar o adiós a Brasil

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De poco sirven, o mejor dicho, de nada sirven ya las matemáticas. La fase de grupos del Mundial ya ha terminado, comienzan los octavos y cada encuentro es una final. Ahora, los noventa minutos que marca el cronómetro son los protagonistas. Si las dieciséis selecciones que quedan quieren alcanzar la gloria deben mostrar en el terreno de juego su mejor cara. Ahora los fallos y los malos días pueden salir muy caros.

La anfitriona buscará el boleto a cuartos ante un combinado chileno que ha demostrado que es capaz de poner en apuros a las a priori favoritas. Los de Scolari juegan en casa. Entre sus filas destacan nombres como Neymar, Marcelo, Alves pero en el fútbol todo es posible y aunque los cariocas quieren alzar la copa en su tierra, los chilenos quieren hacer historia truncando el sueño de la pentacampeona. Los de Sampaoli llegan al estadioMineirão con el ánimo muy alto, y no es para menos, porque derrotaron a la vigente campeona del mundo.

El mismo día pero no a la misma hora, colombianos y uruguayos tienen su cita en Maracaná. Un partido que se presenta emocionante por tratarse de dos combinados con grandes aspiraciones a la final. Los colombianos de Pekerman, a pesar de no poder contar con Falcao para esta cita mundialista, han superado la fase de grupos con un pleno de nueve puntos. Por su parte, los uruguayos de Tabarez quieren seguir avanzando en el campeonato para que la polémica por Luis Suárez caiga en el olvido. La emoción está más que asegurada.

Superada la resaca futbolística del sábado, el domingo las citas son en el estadio Castelao y en el Arena Pernanbuco. A la una hora local y a las once en México, el Tri se enfrentará a la «naranja mecánica» de Louis Van Gaal. Los holandeses acariciaron hace cuatro años la copa y su ansia por alcanzarla está más viva que nunca. Los que les pueden hacer llorar esta vez no son los españoles sino los mexicanos. Los de Herrera saben que no lo tienen fácil pero llegan a los octavos de final más que motivados, pero sólo uno conseguirá el billete para cuartos.

Un billete que se disputarán Costa Rica y Grecia esa misma tarde. Los costarricenses han sido una de las sorpresas de este mundial. Derrotaron a Uruguay y a la Italia de Buffon y con Inglaterra cosecharon un empate. No saben lo que es perder y no están dispuestos a abandonar Brasil. Su rival serán los helenos de Santos que se clasificaron por un penalti en el último momento…Pero las sorpresas son un ingrediente más en este mundial.

Los cuartos de final esperan a los mejores. Noventa minutos lo deciden todo. El buen fútbol está asegurado…Así que es el momento de preparar las banderas, playeras, y la garganta para animar a los tuyos…Ya se sabe que la afición lo es todo.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

Seis europeos a la conquista de Brasil

tatu-bolaDesde el viejo continente trece selecciones partieron hacia Brasil con el objetivo de levantar la preciada copa del mundo. Pues bien, sólo la mitad han logrado superar la fase de grupos. La primera gran sorpresa fue la despedida de España pero tras “La Roja” han ido cayendo el resto de combinados nacionales. Sólo Francia, Holanda, Alemania, Suiza, Bélgica y Grecia están en octavos.

En la frontera con la Península Ibérica se encuentran los franceses. Los galos, que fueron campeones en el noventa y ocho, han vuelto a mostrar en la fase de grupos su potencial. A pesar de la ausencia de Ribéry, los de Deschamps cuentan con un nueve y un diez que generan peligro cada vez que se acercan a la portería rival. Benzema y Giroud ya saben lo que es marcar en este mundial pero su hambre de goles no cesa. Francia sabe que va por el buen camino a la final, si su rendimiento, claro está, continua así.

La popularmente conocida “naranja mecánica” y también líder de grupo, Holanda ha ganado todos los encuentros de la fase de grupos. Humillaron a España, sufrieron algo más con Australia y arrebataron el liderato a los chilenos. En las filas de los subcampeones de Sudáfrica están Robben, Van Persie, Sneijder, Huntelaar…que cuentan con potencial más que suficiente para triunfar en Brasil. Y es que sus nombres son sinónimos de gol.

Con un buen fútbol y una buena preparación física. La Mannschaft quiere proclamarse campeona. Ya lo ha sido en tres ocasiones, la última hace catorce años. El conjunto que dirige Löw y que capitanea Lahm es uno de los favoritos europeos para alzarse con la copa. Kross, Müller, Schweinsteiger, Khedira, Özil, Gozte…son nombres que traspasan fronteras futbolísticamente hablando por su buen juego.

Si de fronteras seguimos hablando, al sur de Alemania está Suiza que se clasificó para octavos siendo la segunda de su grupo. Casualmente, su estrella es Shaqiri que defiende en la Bundeliga los colores del Bayern de Múnich.

También continúan en Brasil los belgas de Wilmots. Derrotaron a Rusia, a Argelia y a Corea del Sur. Aspiran a ser una de las sorpresas del Mundial. Su delantero estrella, Hazard, juega en el Chelsea de Mourinho y, precisamente interesado está el Chelsea en Courtois, el portero de esta selección.

Y de la Europa Mediterránea solo se ha salvado Grecia. Llegó a los octavos de final gracias a un polémico penalti que marcó Samaras cuando la esperanza helena por continuar en el mundial estaba casi perdida. Su siguiente rival será Costa Rica. Mucho deben mejorar los de Santos si quieren continuar en Brasil.

El reinado del mundo futbolístico busca un nuevo rey. Estos seis equipos europeos son los responsables de mantener la corona en el viejo continente. De ellos depende que la ansiada copa cruce el Atlántico.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

 

 

España, de vuelta a casa

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Lo decía Luis Aragonés, el que fuera seleccionador de España, hay que “ganar, ganar, ganar y volver a ganar”. Sólo la victoria permitía a “la roja” seguir soñando con el Mundial pero el sueño se convirtió en pesadilla. La segunda derrota de los de Vicente del Bosque pone punto y final a Brasil 2014. Los vigentes campeones, por si se les ha olvidado, han caído en la primera fase. Aun queda un partido ante Australia pero el interés por verlo es más bien escaso…Habrá que disfrutar viendo a las selecciones que con carácter y actitud defienden sus colores.

De “furia roja”, nada. Lo que ha hecho esta roja ha sido sacar los colores a una afición que esperaba mucho de los suyos y, sinceramente, no ha recibido nada. La derrota ante Países Bajos fue humillante pero todavía había que confiar y creer en la selección que tantas alegrías nos ha dado, pero tras el pitido inicial en Maracaná todo apuntaba a que poco había cambiado la selección que capitaneaba un cuestionado Casillas. El gol chileno de Vargas en el veinte no sólo generó más nerviosismo sino que abría la brecha en la escuadra española. El ambiente en Maracaná ya estaba más que al rojo vivo. España estaba tocada y a punto de hundirse. En el cuarenta y tres, Aránguiz batía a Casillas y subía el segundo al marcador chileno. Los de Sampaoli volvían a humillar a una España que “ni estaba ni se la esperaba”…

Llegó el ansiado descanso, ansiado para una afición que necesitaba respirar profundamente. Lo que estaba viendo no era lo que esperaba ver, pero la realidad es así de dura. “La Roja” volvía a defraudar…Está claro que es el fin de un ciclo. Los cambios en la selección ya son, a parte de evidentes, muy urgentes.

Quedaba una segunda mitad cargada de tensión, tensión por no sufrir una humillación mayor. A los chilenos les valía el resultado y los españoles…comenzaron bien con algo más de actitud pero perdonando ocasiones. Había que salir a por todas, total ya “de perdidos al río…” o mejor dicho, de perdidos a España. Según pasaban los minutos, la roja española hacía lo que podía pero nada.

Son famosos los siete enanitos de Blancanieves. Siete son los pecados capitales y desde hoy, siete son los goles que se llevan de recuerdo los vigentes campeones del mundo. Está claro que Brasil tiene algo que a los españoles no se les da bien. Se pueden marchar a ritmo de samba si eso les anima pero más propia es el “Adiós a España” de Antonio Molina.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)