Hasta Lyon gritando ¡Aúpa Atleti!

Llegó el día. A los que me preguntan si voy a Lyon les digo que no, más que nada porque prefiero esperar a los de Simeone en Neptuno. Nunca dejes de creer es el lema de cabecera para una noche en la que se avecinan nervios, tensión, emoción y como no, sufrimiento. Estoy preparada para eso y para más porque mi sentimiento rojiblanco está, hoy más que nunca, a flor de piel. Quedan noventa minutos para alcanzar la gloria y espero que con la copa regresen de tierras francesas.

Lyon ciudad natal de Saint-Exupéry, autor de El Principito, va a recibir al nuestro con una motivación extra. Muchos confían en sus botas, yo prefiero pensar en todo el equipo porque todos nos han hecho vibrar en una temporada irregular que, sin embargo, nos ha llevado a una final. Y eso es motivo para sonreír y, por supuesto, para llenarse de ese coraje que nunca nos falta. Ya cantamos en nuestro himno “porque luchan como hermanos” y espero que así sea porque su afición nunca les ha fallado. Diez mil hinchas estarán en la ciudad gala pero muchos más se concentrarán frente al televisor para empujar a los colchoneros hasta el éxito.

Sentimientos colchoneros con ganas de visitar Neptuno

Es verdad que en un partido todo puede suceder, pero eso es lo que menos me importa porque tengo el corazón preparado para las posibles taquicardias. Hay ganas de ir a ver al dios de los mares para ofrecerle la Europa League. Muchos, generalmente merengues, menosprecian este título pero ¡ojo! porque ya escribió Exupéry en su obra maestra que “solo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible a los ojos”. El sentimiento colchonero no todos lo entienden y hablar por hablar es muy fácil. La familia rojiblanca sabe bien a lo que me refiero.

Hace cuatro años, la última vez que visitamos a Neptuno, yo andaba por tierras mexicanas. Disfruté viendo a los míos en plena fiesta y reconozco que me emocioné porque por muy lejos que uno esté siempre está pendiente de esa familia futbolística que está unida en el particular “coraje y corazón” que no está al alcance de todos. Con las rayas rojiblancas por bandera, en esta ocasión estoy a dos paradas de metro preparada para vivir y sentir de cerca la marea colchonera.

Nadie me puede impedir que sueñe porque la vida me ha demostrado que los sueños se convierten en realidad. Nunca el camino es fácil por eso la satisfacción siempre es mayor. Confío en los míos porque sé que estarán a la altura. Desde niña me inculcaron esta forma de vida que va acorde con mi forma de ser. El Atleti me ha hecho reír, me ha hecho llorar, me ha hecho gritar, me ha hecho sufrir… y lo más importante, me ha hecho vivir momentos inolvidables. Y por eso, hoy sin dudarlo, conjugo el verbo creer mientras grito: ¡Aúpa Atleti!

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

El Atleti sigue pensando en Milán

Recuerdo el sorteo de los cuartos de final perfectamente. Aquella mañana vi en directo como el azar emparejaba al Atlético de Madrid con el tan “temido” Barcelona. Por un momento, y al igual que muchos, pensé: “que mala suerte” pero en apenas cinco minutos confié en mis colores y dije: “Eso está hecho”. Hablé con mi amiga Rosa y con la lección bien aprendida del “cholismo”, nos llenamos de ilusión y optimismo para apoyar y defender a los nuestros. La Champions tiene deudas pendientes con el Atleti y ya va siendo hora de que las salde…

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Una sonrisa colchonera

Recuerdo, claro está, el partido de ida. Aquel en el que Torres prendió la llama de la ilusión, de los sueños… La eliminatoria iba por el buen camino hasta que llegó el enfado colchonero. Como es normal, costó mantener el tipo, pero los diez que quedaron en el terreno de juego en el Camp Nou dieron una lección de fortaleza, algo de lo que el conjunto culé no puede presumir… Tras el pitido final tuve que aguantar muchos comentarios porque las bocas comienzan a hablar muy pronto… Pero bueno, con el tan sabido coraje y corazón, un colchonero aguanta lo que sea. Eso sí, el futbol da muchas vueltas y aun quedaban noventa minutos para poner a cada uno en su lugar…

Recuerdo, con todo lujo de detalles, la noche de ayer. Miles de gargantas cantando en la ribera del Manzanares y muchas más tarareando ese himno que a más de uno puso los pelos de punta. Todos los rojiblancos estaban concentrados y preparados para ver como los suyos sellaban el pase a la semifinal. Nadie dudaba, todos creíamos que era posible. Y entre sueños, vimos como Griezmann hizo estallar el Vicente Calderón y muchos rincones de toda la geografía. Ese fue el comienzo de una noche épica que ya forma parte de la historia.

Como es natural, la discusión está servida. Nunca llueve a gusto de todos. Pero ese orgullo culé del que muchos presumían salió tocado, porque el tiempo pone a cada uno en su lugar y de momento, el Atleti está entre los cuatro mejores equipos de Europa y el Barcelona es portada de toda la prensa… Eso sí, el titular seguro que no es de su agrado… Donde las dan, las toman…

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

 

 

 

 

El Barcelona se impone a un desdibujado PSG 

Toda ventaja siempre es buena, y más si es fuera de casa y en la Champions. El Barcelona toma la delantera en la carrera a las semifinales de la Liga de Campeones. Los de Luis Enrique viajaron a tierras galas para medirse a un Paris Saint Germain que ya sabía lo que es ganar al Barcelona, porque tres fueron los goles que los de Blanc anotaron a los culés en la fase de grupos… Y esa misma cifra les colocó el Barça ayer en su campo… Está claro que las cosas cambian… La victoria luce colores blaugranas.

Como marca el protocolo, tras el himno de la Champions comenzó un partido marcado por las bajas en el equipo francés pero también por el buen juego que viene mostrando el Barcelona en los últimos encuentros. Eran dos viejos conocidos que ya se habían visto las caras en varias ocasiones y, por eso, y porque sólo uno seguirá en la competición, el partido se presentaba emocionante. Con un ambiente Suarezespectacular arrancó el encuentro en el Parque de los Príncipes. La intensidad blaugrana no tardó en aparecer. A los trece minutos, Leo Messi disparó al larguero en la que fue la primera ocasión de gol. Y cuando el Barça amenaza, el gol no tarda en llegar. Y así fue. En el dieciocho, Neymar gracias al pase del argentino inauguró el marcador. El grave error de la defensa del PSG les salió muy cara. Y esto solo fue el principio…

Los de Blanc no consiguieron inquietar al Barcelona en los primeros cuarenta y cinco minutos de partido. Al descanso, eran los culés los que controlaban el encuentro. Y eso que eran los visitantes. Mucho debía cambiar el PSG si quería seguir en la Champions o, al menos, llegar al Camp Nou con esperanzas.

Y aunque lo último que se pierde es la esperanza, a medida que pasaban los minutos en la segunda mitad lo que comenzaban a necesitar los franceses ya era un milagro. Tras la llegada a la portería culé en el cuarenta y nueve poco más hizo el PSG. De hecho, el gol en el sesenta y seis de Luis Suárez les dejó muy tocados, además de alucinados por la calidad del tanto. Pero no quedó ahí la cosa. De nuevo, el uruguayo y por la escuadra hizo el tercero. Si en francés, cauchemar es pesadilla, su nuevo sinónimo es: Luis Suárez. Aún quedaban minutos para que el PSG hiciera el gol de la honra, pero hasta eso lo tuvo que hacer el Barcelona por ellos. En el ochenta y uno, Mathieu, en propia puerta, anotó el primer y último gol local.

El marcador lo dice todo: 1-3. El Barcelona regresa a la Ciudad Condal victorioso. Conquistó la Galia, y de qué manera. La ciudad de la luz se quedó a oscuras ante la brillantez culé. En una semana, en el Camp Nou y ante su afición, los blaugranas lo tienen todo a su favor para sellar el pasaporte a la semifinal.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

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Neptuno y Cibeles, cara a cara

Dice la previsión meteorológica que mañana en la ribera del Manzanares el ambiente será de Champions, y la temperatura irá en aumento a medida que vaya entrando la noche. Y no es para menos. La visita del Real Madrid al Vicente Calderón no deja indiferente a nadie. En la mente de muchos está la final de Lisboa. Presumen de esa victoria pero… como la mejor defensa es un buen ataque, no hay que olvidar que los vikingos en su última visita al Calderón se llevaron de recuerdo cuatro goles…La memoria, sin duda, es selectiva y cada uno elige sus recuerdos… ¿O no?

Es el momento de hacer apuestas. Me imagino en el Olimpo de los Dioses a Neptuno y a Cibeles buscando aliados; en Madrid se miran de reojo y es que la que ha liado la diosa Fortuna ha sido buena. La Neptuno y cibelesChampions no suele defraudar y partidos como éste son una gran dosis de adrenalina. Ya están preparadas las pinturas, las bufandas, las banderas para vivir noventa minutos “intensamente” como diría Simeone. Los rojiblancos tienen las gargantas preparadas para animar a los suyos, del corazón es mejor no hablar porque el de los colchoneros no hay cardiólogo que lo entienda. Pero el sentimiento atlético nunca cambiará. Su afición gane, pierda o empate siempre está a su lado, pero en un partido ante su máximo rival, el aliciente es aún mayor. Apear de la Champions al Real Madrid siendo éste el vigente campeón es, de momento, un sueño; pero en una semana puede ser una realidad…. Que Neptuno vaya hablando con Morfeo para que el sueño acabe con un dulce despertar rojiblanco.

Todavía quedan ciento ochenta minutos de pasión, de tensión y de buen fútbol. No es el momento para fumar la pipa de la paz. Sólo el mejor estará en las semifinales. La Champions tiene muchas deudas con el Atleti. Tarde o temprano las saldará. De momento, los rojiblancos lucharán “con coraje y corazón”. Ese corazón que gracias al influjo de Venus está enamorado de sus colores desde el día que comenzó a palpitar. Por no olvidar de la fuerza que Ares les debe enviar desde el Olimpo. Cada minuto hay que pelearlo, los errores se pagan caros. El billete a la semifinal busca dueño y ni Zeus sabe a quien tendrá que consolar. Pero seguro que en Concha Espina es bien recibido. A estas alturas, la tribu india lo tiene claro, sólo vale: Ganar, ganar y volver a ganar. Y si es al Real Madrid…¿Qué más se puede pedir?

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

Francia y Alemania, cara a cara

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En francés es: Deux, en alemán: Zwei y en español: Dos. Precisamente, esos han sido los goles que dieron el pase a cuartos a los franceses y a los alemanes. Los combinados europeos se deshicieron de los africanos. Eso sí, unos sufrieron más que los otros para poder seguir soñando con la copa.

Primero fueron los franceses y los nigerianos los que luchaban por un puesto en los cuartos. El técnico nigeriano, Keshi, presentó un once muy ofensivo para amedrentar a los de Deschamps. A juzgar por lo que se vio en los primeros minutos en el Estadio Nacional de Basilea lo estaba consiguiendo. Les blues generaban pocas ocasiones y su estrella Benzema no llegaba a brillar. Estaba claro, que Francia debía cambiar y volver a ese espíritu que traía de la fase de grupos en la que muchos revivieron la Francia del noventa ocho. El cronómetro corría y los goles no llegaban. Con el empate a cero se llegó al descanso en el que había que plantearse una única cuestión: ¿Cómo inaugurar el marcador?

Querían cambiar el marcador y para ello tenían que cambiar la actitud. Y sí que cambió. Quedaban cuarenta y cinco minutos y el objetivo estaba más que claro. Aunque no fue hasta el setenta y ocho cuando Pogba adelantó a los europeos. La eliminatoria se teñía de azul, y más aún, cuando el nigeriano Yobo anotó en propia puerta, en el noventa, el segundo gol para el cuadro francés. Desde este momento, les blues esperaban a su próximo rival.

Un rival que iba a salir del duelo entre Alemania y Argelia. Mucho se esperaba de la Mannschaft y muy poco se vio de ella. La potencia a la que la selección germana tiene acostumbrados a sus seguidores apenas se vio. Durante los primeros cuarenta y cinco minutos, Neuer salvó la portería alemana en más de una ocasiones. Los argelinos llegaban sin problemas y perdonaron mucho…Eso al final se paga… Aún así, los cerca de cuarenta y tres mil espectadores en el Beira-Rio de Porto Alegre estaban presenciando, in situ, como la Argelia de Vahid Halilhodzic dominaba el encuentro.

Un dominio que continuó durante la segunda mitad del encuentro, aunque el combinado alemán comenzó a generar más peligro pero sin goles. Todo hacía presagiar que se llegaría a la prórroga. Y así fue. El cansancio de los futbolistas era evidente. Ahora sí se iba a poner a prueba la preparación física de los jugadores: Había que aguantar un total de ciento veinte minutos.

Si los goles se hicieron de rogar en los noventa reglamentarios, nada más comenzar la prórroga los de Löw hicieron el primero. Schrrule adelantó a los suyos y Özil sentenció la eliminatoria. Un buen susto se llevaron los germanos con el gol de Djabou. Pero fue solo eso, un susto.

Francia y Alemania se verán las caras el cuatro de julio para buscar el pase a la semifinal. Si de favoritos hablamos que cada quien decida. Lo único que hay seguro es que solo vale: Gagner le jeu o Das Spiel zu gewinnen. Es decir: Ganar el partido.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)