MÁS ALLÁ DE GANAR O PERDER

Poco a poco, o mejor dicho, partido a partido el Mundial de Qatar va ganando seguidores porque como es habitual la fase de grupos va dando sorpresas a los aficionados al deporte rey. En el horizonte está el llegar al dieciocho de diciembre y levantar la anhelada copa. Hasta entonces quedan muchos minutos por disputar. Está claro que los mejores se medirán en la final, también un empuje de suerte nunca viene mal. 

En España, la goleada a Costa Rica marcó un punto de inflexión. En la historia de la selección quedará marcado el primer partido de este mundial como un hito en la era, nos guste o no de Luis Enrique. Es cierto que el seleccionador tiene, como es lógico, sus admiradores y sus detractores, pero su papel es llevar a la “La Roja” hasta el final. De momento ha empezado con buen pie, pero veremos hasta dónde llega España en esta competición porque noventa minutos dan para mucho y los errores pueden salir muy caros. 

Pendía de un hilo la continuidad de la Argentina de Messi y su futuro pasaba ante su eterno rival. Reconozco que mi favorita era México por todo lo que este país me ha dado y porque en el fondo el corazón vibra con los colores que te representan. La victoria no pudo ser, pero no es de recibo ver la imágenes de las agresiones entre los hinchas en las gradas. La violencia nunca está justificada. No hay que perder la perspectiva de que es, simplemente, un partido de fútbol. A todos nos gusta ganar, pero un buen consuelo son las palabras de escritor portugués, José Saramago: “La derrota tiene algo positivo: nunca es definitiva. En cambio, la victoria tiene algo negativo: jamás es definitiva.”

La vida es mucho más que nuestro equipo gane o pierda. Noventa minutos no van a cambiar nuestro día a día. Nos pueden eludir del presente por un instante, pero la realidad vuelve tras el pitido final. Estamos apurando noviembre y en nada arrancamos el último mes del año. Éste nos trae un magnífico puente, la final de un Mundial, la Navidad y sus tradiciones y si reflexionamos un poco, lo efímero que es el tiempo. Parece que fue ayer cuando despedíamos el verano y estamos cerca de comenzar un nuevo capítulo cuyo título es 2023. Estamos a tiempo de rematar óptimamente este año y mientras sigue rodando el balón no nos olvidemos de que “la victoria y el fracaso son dos impostores, y hay que recibirlos con idéntica serenidad y con saludable punto de desdén” como dijo Rudyard Kipling. El mismo que escribió: “Si en la lucha el destino te derriba. Si todo en tu camino es cuesta arriba. Si tu sonrisa es ansia insatisfecha. Si hay faena excesiva y mala cosecha. Si a tu caudal se contraponen diques, date una tregua. ¡Pero no claudiques!”

Jimena Bañuelos

Enlace en El Valle (México): https://elvalle.com.mx/columnas-y-opinion/story/39751/mas-alla-de-ganar-o-perder

CON LA “V” DE VERANO, DE VACACIONES, DE ¿VICTORIA?

Con hogueras o sin ellas, en la noche de San Juan siempre se pueden pedir deseos. Todos los tenemos y cumplirlos siempre produce una satisfacción inigualable. A día de hoy, tal y cómo están las circunstancias que nos rodean poder volver a festejar las tradiciones sin restricciones es un anhelo de todos. La normalidad está cada vez más cerca, pero no podemos bajar la guardia en la recta final. El verano ya está aquí y éste trae consigo una infinidad de planes que hay que llevar a cabo en los próximos meses. Confieso que tengo muchas ganas de poder disfrutar de las olas del mar y escuchar ese sonido que es capaz de evadirte de cualquier realidad. 

Una realidad que cambiará el próximo el sábado cuando las mascarillas dejen de ser obligatorias en el exterior siempre cuando se pueda respetar la correspondiente distancia. No me quiero imaginar bajo qué criterios se toman las decisiones ya que hace tiempo que tengo claro que todo pasa por la responsabilidad individual de cada uno. Lo malo es que las consecuencias, a veces, las paga la mayoría y eso no es justo. Pero bueno, siempre hay que quedarse con lo mejor y, en este caso, son las cifras. Además, la esperanza puesta en la vacunación está dando resultados. Sin olvidar, por supuesto, que nos volveremos a ver las caras y en las que no faltaran las sonrisas. Si hace un año disfrutamos de un verano atípico, pero un verano al fin y al cabo; este año no va a ser menos. 

Y no va a ser menos porque nuestra mente necesita desconectar y descansar de toda la presión que nos ha rodeado en el último año. La pandemia ha supuesto un esfuerzo enorme para ella porque la fuerza que hay en ella no siempre puede estar al cien por cien. Su agotamiento da señales que tenemos que saber reconocer y, por supuesto, poner remedio para mitigar las consecuencias que pudieran surgir. De ahí, que la palabra “vacaciones” ya de por sí genere cierto alivio con tan solo escucharla. Disfrutar del momento es vital para todo. El presente es lo más importante. De hecho, éste en un abrir y cerrar de ojos se convierte en pasado.

Por eso, con la estación estival recién estrenada afrontemos esta fechas de tal manera que sus recuerdos puedan ser un alivio cuando las circunstancias sean adversas. Ya sabemos que el futuro es muy incierto. Dicen que no es bueno recordar el pasado, pero sí lo es cuando éste nos saca una sonrisa. En definitiva, se trata de disfrutar, de vivir, de divertirse…

¡Ah! Y para que los que me preguntáis por la Selección en la Eurocopa, dado que mañana los de Luis Enrique juegan un partido trascendental; si ya marcó, por fin, su primer gol Morata tras cambiar los pitos por vítores, ahora, además de ganar, no estaría nada mal que saludasen a su afición. No es mucho pedir. Las imágenes hablan por sí solas. Ahí lo dejo…

Jimena Bañuelos

Enlace: https://www.elvalle.com.mx/columnas-y-opinion/story/23841/con-la-v-de-verano-de-vacaciones-de-victoria

Brasil pasa, pero con apuros

brasil bandera

El ambiente: Espectacular. La afición: Entregada. Los corazones: Acelerados. Y de penalti se clasificaron los brasileños a los cuartos del mundial. La desolación de los chilenos no es para menos. Es la cuarta vez en su historia que los cariocas les privan de seguir soñando con la copa. Lucharon, demostraron su gran juego pero ya se sabe como es el fútbol. La pena máxima sentenció el encuentro del lado de los anfitriones.

Tras los himnos y el pitido inicial comenzaba en el Estadio Mineirao un partido con mucha intensidad. En poco más de un minuto se vieron las tres primeras faltas del encuentro. Sendos equipos sabían que no podían relajarse porque los errores podían costar muy caros. Poco tardaron los de Scolari en inaugurar el marcador y hacer estallar a su afición. En el dieciocho, David Luiz remató un tiro de esquina. Quedaban muchos minutos por disputar y la ventaja de la canarinha no amedrentó a los de Sampaoli. “La Roja” se quitó los complejos con los que había saltado al terreno de juego, se olvidaron de los nervios y mostraron su calidad.

Una calidad que se vio reflejada en el treinta y dos con el gol de Alexis. Un claro error de la defensa brasileña que empataba un partido que llegaría a ser de infarto. Ocasiones no les faltaron a ninguno pero llegó el minuto cuarenta y cinco y todos al vestuario…

El uno a uno del marcador de poco servía. Quedaba una segunda mitad en la que la tensión y los nervios iban en aumento. Eso sí, el partido no tenía desperdicio. Para muchos, Brasil llevaba el cartel de favorita pero Chile dejaba claro lo bien que presiona. Oportunidades hubo y de no ser por las paradas de Julio César y de Bravo se hubiesen visto más goles. Si se vio otro gol que no subió al marcador por mano de Hulk. Nada había cambiado a los noventa minutos reglamentarios.

Si a la calidad de los equipos le añadimos que la eliminatoria es a partido único, está claro que es posible que se llegue a la prórroga y los penaltis en más de una ocasión. De momento, los brasileños y chilenos tenían treinta minutos más para sentenciar el partido. Y los aficionados media hora más para deleitarse con el juego de estos dos combinados. Pero de poco sirvió el tiempo extra porque fueron los penaltis los que sellaron el pase a cuartos para los anfitriones. El error de Jara en el quinto penal provocó lágrimas de alegría para unos y de tristeza para otros. Justo o no, el fútbol es así.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

Creer y ganar

calderon

Jugaban en casa. Unos, en el Vicente Calderón; los otros, en el Allianz Arena. Los dos compartían resultado. El uno a uno de la ida era su pequeña ventaja pero los dos tenían que sentenciar. Sabía que iba a sufrir, y lo reconozco, sufrí. Una cosa sí tenía clara: No estaba preparada para los penaltis. Afortunadamente no llegaron ni en España, ni en Alemania.

Ha caído el Barça, y dicen que quien elimina a los azulgranas gana la Champions. Eso está por ver. Aunque este Atleti bien se merece levantar “la orejona”. De momento, el partido a partido funciona. A día de hoy, los colchoneros podemos presumir de que nuestro equipo, por el que tanto sufrimos, está entre los cuatro mejores de Europa. Los de Simeone no han decepcionado pero su afición tampoco. Fue emocionante escuchar cantar el himno a los colchoneros que estaban en el Calderón, pero los que no lo estábamos también tarareábamos en nuestras mentes los versos que más nos pueden motivar: “Jugando, ganando, peleas como el mejor, 
porque siempre la afición, 
se estremece con pasión, cuando quedas entre todos campeón”. Para nosotros ya sois campeones. Hemos creído que era posible y solo cuando se confía en uno mismo se obtienen buenos resultados. Hay que creer ahora y siempre.

El Vicente Calderón fue la olla a presión en la que se cocinaba la pasión, la ilusión y el sueño de la Champions de todos los aficionados. Un sueño ya frustrado para algunos pero una más que posible realidad para otros. Ahora toca esperar hasta el sorteo de mañana, y confiar en el azar…Porque el “coco” alemán aunque se asustó en un momento de su partido de vuelta, también estará allí.

En una ribera, que no es la del Manzanares, recibí muchos mensajes de colchoneros que quisieron compartir conmigo la felicidad del momento. He de confesar que mi buena amiga Paloma, muy merengue, también me felicitó pero…entre mis quinielas para las semifinales está el Real Madrid-Bayern aunque también es muy tentador pensar que el Atleti frustrará la tan ansiada décima de los vikingos… Menos mal que la responsable de los emparejamientos será la diosa Fortuna…

El partido de ayer será inolvidable. Seguimos soñando con la final. Todo es posible. Decía Jefferson: “Me gustan más los sueños del futuro que la historia del pasado”. Este Atleti ilusiona, hace olvidar todas las temporadas malas. Disfrutemos de esta victoria, pensemos en el próximo rival y despertemos en Lisboa. Quedan muchos sueños por cumplir y muchas hazañas por contar, eso sí, siempre en rojiblanco.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)