¿BAYERN O ATLETI?

A pesar de las circunstancias van transcurriendo los días… Confieso que desde que comenzó la pandemia hasta hoy tengo la sensación de que ha pasado una eternidad y no es así. Es, en estos momentos, cuando me doy cuenta de lo relativo que es el tiempo cuando la situación es adversa. Esta sensación me traslada al capítulo más duro de mi pasado. Y casualmente también fue el verano el que me dio un ligero respiro, tal y como ha pasado este año. Desgraciadamente, la estación estival está casi olvidada y con el otoño, la nueva normalidad se vive como si de una cuesta arriba se tratase. De nosotros depende frenar los contagios y asumir la responsabilidad que nos corresponde. Hablar del coronavirus, día tras día, ya cansa. Aún así, hay que asumir que nos queda mucho para poder citar al virus en pretérito. 

Precisamente, escritos en pasado me vienen a la cabeza muchos recuerdos agradables a los que aferrarse en estos tiempos. Muchos de ellos sucedieron en verano y, a pesar de las circunstancias, de este año también tengo grandes momentos a orillas del Mediterráneo. No hay que olvidar que la vida son esos momentos inolvidables que nos marcan para siempre. Los que me conocéis sabéis que para mi la familia es fundamental y que hay rituales que no fallan. Uno de ellos es ver jugar al Atleti con mi padre. Pues bien, la diosa Fortuna ha querido que los dos equipos de mi corazón se vean de nuevo las caras en la Champions. Mañana, el Bayern y el Atleti jugarán por sumar tres puntos en la Fase de Grupos. El vigente campeón ha demostrado por qué levantó la copa en el mes de agosto pero los rojiblancos no se acobardan ante el anfitrión. En su ADN está el coraje del que tanto presumen. La afición está preparada para sufrir lo que sea necesario. Su objetivo es levantar “La Orejona”. Cumplir los sueños no es fácil pero tampoco es imposible. Queda mucho por delante, veremos qué sucede partido a partido.

Os hablo de esto porque este partido siempre es especial. Y más aún cuando fue el último encuentro que vi desde las gradas del Vicente Calderón. Ese día los rojiblancos jugaron como nunca y disfrutamos de noventa minutos de puro sentimiento colchonero. Ese sentimiento que no todos pueden entender y, por eso, se dedican a criticar nuestra forma de entender la vida. Ya dice el refrán: A palabras necias, oídos sordos… Aquella tarde de Champions fue, sin duda, excepcional. Mentiría si digo que no me importa qué equipo se lleva la victoria. Mi corazón siempre palpita más fuerte cuando el Atleti salta al terreno de juego, pero si su rival es el Bayern las cosas cambian. Los goles son aplaudidos pero también duelen porque siempre perjudican a uno de los tuyos. No es fácil disfrutar de un encuentro en el que amas a los dos equipos. 

Ahora bien, llegados a este punto reconozco que el fútbol es imprevisible y el azar muy caprichoso. El Atleti son mis colores, mi forma de entender el deporte rey y la vida; pero por el Bayern tengo una debilidad especial. Es el equipo alemán que corre por mis venas. Se puede tener el corazón partío por muchas causas y la Champions me ha dejado muy claro que tengo que decidir. Una decisión que, lógicamente, estará cargada de coraje y corazón. Y como nunca dejo de creer, ya sabéis que camiseta luciré el miércoles. La suerte está echada.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

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DISTRACCIÓN ROJIBLANCA

Esta semana damos la bienvenida al mes de octubre. Un mes que arranca con la pandemia en pleno apogeo, con un enfrentamiento político sin precedentes y con un tiempo que demuestra que el verano ha quedado atrás. La rutina ha vuelto adaptada a las circunstancias y, poco a poco, todo va encajando en esta anormalidad en la que estamos viviendo. En septiembre superamos la temida vuelta al cole mejor de lo que nos esperábamos, pero también vimos como las cifras hacían saltar las alarmas de la necesidad de nuevas medidas. En esas estamos aunque no lo parezca.

Sinceramente, hacer un paréntesis de tanto Covid no viene mal. Llevo semanas hablando de cómo están las cosas por España, y sobre todo, por Madrid. Es agotador pensar todo el tiempo en la pandemia. Las conversaciones versan sobre lo mismo y la mente necesita distraerse con algo ajeno. Todavía nos quedan meses complicados y aunque cada día que pasa es un día menos, hay que distraerse. Leer, ver una película o una serie ya formaban parte de mi rutina, pero ahora, por fin, hay un aliciente más. Confieso que ya tenía ganas de ver al Atleti saltar a los terrenos de juego. Mucho se ha hablado últimamente de los rojiblancos y es que la llegada de Luis Suárez no ha dejado indiferente a nadie. El uruguayo ya luce en su espalda el nueve y ahora toca que se aprenda la filosofía “cholista” y haga lo que mejor sabe hacer.

Precisamente, lo que mejor sabe hacer la afición es derrochar coraje y corazón. Todavía no se puede hacer en los estadios, esperemos que pronto llegue el día que tanto esperamos. De momento, nos emocionamos viendo el vídeo y la canción que Leiva y Joaquín Sabina nos han regalado. Los sentimientos cada vez están más a flor de piel porque llevamos mucho tiempo sin recibir muestras de cariño. Es cierto, que los colchoneros tenemos otra forma de entender la vida. Está más que demostrado por mucho que otros intenten explicar lo inexplicable. Los rojiblancos siempre apoyamos a los nuestros y creemos en ellos en las buenas y en las malas. La temporada acaba de empezar y por delante nos quedan muchas jornadas de goles, de ilusión, de taquicardias, de alegría, de sufrimiento… Desde luego, en la Liga no se ha podido empezar mejor. Los seis goles, dos de ellos de Suárez, que se vieron en el Metropolitano demuestran que el Atleti está, como dijo Simeone, “con energía, ganas e ilusión, como todos los años cuando empieza la Liga”. Esperemos que esta buena actitud dure hasta final. De momento, y como dice el entrenador, vayamos “partido a partido” así que disfrutemos de esta victoria. Son los tres primeros puntos y vendrán muchos más. El Atlético de Madrid y su afición tienen ansias de títulos. El espectacular comienzo hace soñar, veremos si los sueños se convierten en realidad. El tiempo lo dirá, pero lo que tengo claro es que “nunca dejaré de creer”. ¡Aúpa Atleti!

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Después del Calderón…

 

Miles de gargantas estaban preparadas, la letra más que aprendida, no hacía falta director de orquesta, tan sólo los primeros acordes para que el Vicente Calderón se pusiera en pie y cantara a capella el himno de su Atleti. El sentimiento colchonero estaba a flor de piel, y no es para menos, su eterno rival visitaba el feudo rojiblanco.

Comenzó el encuentro como a los colchoneros no nos gusta ver al Atleti. Faltaba pasión, coraje y corazón. Los nervios se apoderaban de unos aficionados que veían como los suyos no entraban en el partido. Ver al Real Madrid tan cómodo en la Ribera del Manzanares hace enfadar, y mucho, a los indios. Con el marcador en contra y habiendo fallado un penalti, fueron los hinchas rojiblancos los que no dejaron de cantar y animar a los suyos. Si bien es cierto, durante los cuarenta y cinco primeros minutos, los de Simeone desquiciaron a más de uno.

IMG_3673Dicen que la esperanza es lo último que se pierde y como colchonera sé que el Atleti es capaz de todo, así que una cosa tenía clara: Se iba a sufrir. Pues sufriendo como no está escrito comenzó la segunda mitad en la que los rojiblancos salieron a reivindicar que ellos eran los anfitriones. Las gradas se vinieron arriba, sus jugadores necesitaban a su afición y saben que ella nunca les va a fallar. Por eso, el corazón comenzó a latir cada vez más deprisa, para impregnar el tan citado coraje a unos futbolistas que estaban dispuestos a pelear hasta el final.

Y tal fue la reacción colchonera que comenzó a cundir el miedo en los merengues. Su comodidad iba decreciendo, Cristiano ni estaba ni se le esperaba, así que era el momento para las taquicardias atléticas. Era necesario un gol para que el Calderón estallará y así fue. La euforia se adueñó de un estadio que busca el fútbol de emoción. Y con esa emoción, la chulería merengue quedó tocada. Entre gritos de “Atleti, Atleti” los colchoneros despedimos a los nuestros que a punto estuvieron de llevarse la victoria.

Tras los noventa minutos de partido, de camino a casa hago mi balance personal. Del Calderón salí satisfecha, afónica y cardiaca. Hoy más que nunca, por todo esto puedo decir con la cabeza bien alta: “Soy del Atleti”.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

 

Vapuleo rojiblanco al Real Madrid

Es el día del cine español. La noche de los Goya. Y por la tarde un partido de película. A estas alturas, está claro que los premios al mejor director, mejor guión, mejor interpretación y, por supuesto, mejor banda sonora son para el Atlético de Madrid. Y si alguien lo duda, que piense en Tiago, Saúl, Griezmann y Mandzukic. Han sido los cuatro fantásticos que han enrojecido al equipo blanco.atletico_de_madrid_fondos-2688927

Ni peligro, ni fuerza, ni juego y por supuesto, ni el gol de la honra ha conseguido marcar el Real Madrid. Serán el mejor equipo del mundo pero parece que tanto descanso no les viene bien. Se consuelan hablando de los números al final de la temporada. Pero el futuro es incierto, y el presente, me dice que dos más dos son cuatro. Y tres, los puntos que hoy han perdido ante su eterno rival. Eso matemáticamente hablando, porque la imagen de las caras merengues serán para los colchoneros muy difíciles de olvidar. La historia del Madrid hoy se ha escrito en rojiblanco, y ya llevan varios capítulos así y seguro que vendrán más.

El temporal de frío y nieve que ha azotado España está lejos de remitir en Concha Espina. Los merengues se han marchado helados de la ribera del Manzanares, y eso, que el ambiente no podía estar mas caldeado. Los indios habían encendido todas sus hogueras y no, precisamente, para fumar la pipa de la paz. Pero sí para proclamar, que casualidad, a los cuatro vientos que el Real Madrid había sido goleado.

Volviendo al cine, la de hoy no era una película entre indios y vaqueros. En frente estaban unos vikingos a los que ya les han descubierto su talón de Aquiles. Sin duda, cuatro bodas y un funeral. Si hablamos de cine español, ya que es su noche, y pensando siempre en el cuatro. Esos fueron los Goyas que se llevó “El Bola” y, precisamente, “ a su bola” andan por la casa banca. La película ya ha terminado. No pone “The End” ni “Fin” sino Tiago, Saúl, Griezmann y Mandzukic…¿Por qué será?…

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

 

 

Alemania en su máxima expresión

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Pueden ser de rabia, de cocodrilo, de emoción, de alegría, de cansancio…Pero las que se vieron en Belo Horizonte son las lágrimas de la derrota en su máxima expresión: Lágrimas de humillación…Y es que no fue precisamente bello el horizonte que contemplaban los brasileños…Las derrotas siempre duelen pero las formas de perder duelen aún más. En casa, en su mundial…En fin, no hay mal que por bien no venga…Lo del Maracanazo ya no es su peor pesadilla. No sé como se dice pesadilla en portugués pero sí cual son sus sinónimos: Müller, Klose, Kroos, Khedira y Schürrle.

Se esperaba una semifinal emocionante. Entre las dos selecciones sumaban ocho estrellas mundialistas y, exactamente, ocho fueron los goles que se vieron. Eso sí, los siete primeros los recibieron los brasileños. Ni Julio César puedo frenar a los bávaros. La Mannschaft se convirtió en un máquina de hacer goles. Tanto es así que en treinta minutos ya había marcado cinco goles a una Brasil que se que quedaba muy lejos de las expectativas marcadas. La afición local no daba crédito a lo que veía ni tampoco los millones de espectadores que contemplaban el partido en directo. No hay que olvidar que esta humillación fue, dada la redundancia, vista mundialmente. Ya nadie se acuerda del resto de sorpresas que ha dejado Brasil 2014; en el recuerdo de todos estará el ya conocido “Mineirazo”.

Es cierto que “es imposible ganar sin que otro pierda” como dijo el poeta romano, Publio Siro. Pero cuando la derrota toca de lleno el orgullo del perdedor es mucho más dolorosa. Ahora en Brasil, se buscan responsables de lo sucedido. Todas las miradas apuntan a un mismo hombre: Scolari. Está claro que él asumirá la culpa pero…¿por qué si se gana la responsabilidad es de todos y si se pierde es sólo de uno?…Ahí queda eso…

Por animar un poco a los brasileños, me vienen a la mente las palabras de Saramago: “La derrota tiene algo positivo: nunca es definitiva. En cambio, la victoria tiene algo negativo: jamás es definitiva”. Así que, otra vez será. De momento, ya todo el mundo sabe contar, al menos, hasta siete en alemán. Los chistes y bromas con el resultado se multiplican por momentos. La afición alemana disfruta de la victoria como se merece. Han hecho historia y es normal que quieran celebrarlo. Están a noventa minutos de la copa…Es el momento de no rendirse.

La vida te da muchas lecciones. Ya sea dentro de un hospital, en la calle o en un campo de futbol. Ya se sabe que sin lucha no hay victoria aunque ayer en Mineirao nos enseñó algo que muchos olvidan: La humildad. Alemania ganó pero su actitud fue más que una lección. Dijo Jacinto Benavente: “En la pelea, se conoce al soldado; sólo en la victoria, se conoce al caballero”. Ahí lo dejo…

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

Alemania al cien por cien

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Neuer, Boateng, Mertesacker, Hummels, Howedes, Kroos, Lahm, Khedira, Özil, Lahm, Müller y Götze fueron los elegidos de Joaquin Löw para debutar en el Mundial de Brasil. Con actitud, potencia y a por todas saltaron al terreno de juego los alemanes. La Mannschaft quería la victoria y la consiguió de qué manera.

Tras escuchar los himnos comenzó un encuentro en el que la calidad estaba más que asegurada. El ambiente del Arena Fonte Nova era espectacular. Sendas aficiones estaban preparadas para gritar y cantar a los suyos. En el campo, ni los alemanes; de blanco, ni los portugueses, de rojo querían defraudar a los suyos.

Dos minutos tardaron los germanos en acercarse a la portería de Patricio. Fue el primer aviso alemán del encuentro y, por supuesto, no el último. En el cronómetro los minutos transcurrían, Cristiano Ronaldo tuvo su ocasión pero no obtuvo premio. Khedira falló a portería vacía…Pero el marcador continuaba a cero. Los errores en estos partidos pueden ser muy caros…Pero poco quedaba para ver como Alemania inauguraba el marcador. Con sangre fría, en el diez, Müller marcó la pena máxima. Un claro penalti de Pereira que puso por delante a los de Löw.

Aún quedaban más de treinta minutos para llegar al descanso y ningún equipo se relajaba pero la selección alemana se fue creciendo poco a poco… Y en el treinta y dos, Hummels, de cabeza, hizo el segundo del encuentro. La euforia se apoderó de los seguidores de la Mannschaft. El marcador lucía un dos a cero que los portugueses se resistían a asumir…

Los de Löw querían más goles y los de Bento debían reaccionar…Y tanto que reaccionaron pero no como debían. En el treinta y siete, Pepe fue expulsado…Esa es la forma de ayudar a los tuyos… Con uno menos, Portugal estaba tocada pero no hundida hasta que en el primer minuto del descuento en el que Müller, de nuevo, batía a Patricio.

Llegó el esperado descanso. El marcador mostraba un tres a cero muy alemán. Portugal debía recomponerse pero estaba claro que Alemania no iba a relajarse en la segunda mitad.

Quedaban cuarenta y cinco minutos de partido. Se esperaban más goles y los hubo. Perdonaron los germanos muchas ocasiones hasta que en el setenta y ocho, Müller anotó el cuarto. Portugal ya no tenía opción. El juego de los de Löw fue todo un espectáculo, sin duda, son firmes candidatos a levantar la copa. Su próximo rival será Ghana. Habrá que esperar hasta el sábado para disfrutar del potencial alemán. De momento, ya ha humillado al cien por cien, a la Portugal de Cristiano Ronaldo.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)