Francia y Alemania, cara a cara

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En francés es: Deux, en alemán: Zwei y en español: Dos. Precisamente, esos han sido los goles que dieron el pase a cuartos a los franceses y a los alemanes. Los combinados europeos se deshicieron de los africanos. Eso sí, unos sufrieron más que los otros para poder seguir soñando con la copa.

Primero fueron los franceses y los nigerianos los que luchaban por un puesto en los cuartos. El técnico nigeriano, Keshi, presentó un once muy ofensivo para amedrentar a los de Deschamps. A juzgar por lo que se vio en los primeros minutos en el Estadio Nacional de Basilea lo estaba consiguiendo. Les blues generaban pocas ocasiones y su estrella Benzema no llegaba a brillar. Estaba claro, que Francia debía cambiar y volver a ese espíritu que traía de la fase de grupos en la que muchos revivieron la Francia del noventa ocho. El cronómetro corría y los goles no llegaban. Con el empate a cero se llegó al descanso en el que había que plantearse una única cuestión: ¿Cómo inaugurar el marcador?

Querían cambiar el marcador y para ello tenían que cambiar la actitud. Y sí que cambió. Quedaban cuarenta y cinco minutos y el objetivo estaba más que claro. Aunque no fue hasta el setenta y ocho cuando Pogba adelantó a los europeos. La eliminatoria se teñía de azul, y más aún, cuando el nigeriano Yobo anotó en propia puerta, en el noventa, el segundo gol para el cuadro francés. Desde este momento, les blues esperaban a su próximo rival.

Un rival que iba a salir del duelo entre Alemania y Argelia. Mucho se esperaba de la Mannschaft y muy poco se vio de ella. La potencia a la que la selección germana tiene acostumbrados a sus seguidores apenas se vio. Durante los primeros cuarenta y cinco minutos, Neuer salvó la portería alemana en más de una ocasiones. Los argelinos llegaban sin problemas y perdonaron mucho…Eso al final se paga… Aún así, los cerca de cuarenta y tres mil espectadores en el Beira-Rio de Porto Alegre estaban presenciando, in situ, como la Argelia de Vahid Halilhodzic dominaba el encuentro.

Un dominio que continuó durante la segunda mitad del encuentro, aunque el combinado alemán comenzó a generar más peligro pero sin goles. Todo hacía presagiar que se llegaría a la prórroga. Y así fue. El cansancio de los futbolistas era evidente. Ahora sí se iba a poner a prueba la preparación física de los jugadores: Había que aguantar un total de ciento veinte minutos.

Si los goles se hicieron de rogar en los noventa reglamentarios, nada más comenzar la prórroga los de Löw hicieron el primero. Schrrule adelantó a los suyos y Özil sentenció la eliminatoria. Un buen susto se llevaron los germanos con el gol de Djabou. Pero fue solo eso, un susto.

Francia y Alemania se verán las caras el cuatro de julio para buscar el pase a la semifinal. Si de favoritos hablamos que cada quien decida. Lo único que hay seguro es que solo vale: Gagner le jeu o Das Spiel zu gewinnen. Es decir: Ganar el partido.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)