120 AÑOS MOLESTANDO

La mejor manera de despedir el mes de abril es festejando el aniversario del Atleti. Todos los años, el día 26 está marcado en el calendario de los colchoneros como un día especial, pero en esta ocasión las 120 velas que tenía su tarta merecieron un especial homenaje. Hubo partido, hubo victoria y, por supuesto, hubo cánticos a raudales porque la afición siempre está orgullosa de  los colores. Para la ocasión, el Metropolitano se llenó de banderas que se ondearon a la vez que el himno se sentía en cada rincón del estadio. Eso solo fue el principio de lo que vendría después. 

Los rojiblancos sabemos que con el Atleti todo puede suceder. Sabemos perfectamente cual es nuestro ADN, pero lo asumimos y a pesar de ver como íbamos por debajo en el marcador, el día tenía que tener un final feliz. Gritar los goles en el estadio fue, sin duda, lo que todos anhelábamos y los nuestros nos concedieron ese deseo de aniversario. 

Un aniversario en el que hasta las rayas rojiblancas cedieron el protagonismo a la camiseta con  nuestros orígenes. El pasado estuvo presente para ver como el espíritu continua intacto por muchos años que pasen. La afición es la responsable de que la familia rojiblanca se una siempre en las buenas y las malas. Homenajeamos a las leyendas y vimos y aplaudimos el spot que nos recuerda que llevamos 120 años molestando… y los que nos quedan porque “partido a partido” seguimos vibrando como al principio.

Un principio que, sin duda, a muchos nos recordó a nuestro propio pasado. Un pasado que también te lleva a pensar en quienes están en el tercer anfiteatro y con quienes has crecido celebrando muchos momentos en la historia del Atleti. Por ejemplo, era una niña cuando conquistamos el doblete, pero lo tengo grabado a fuego en la memoria, a fuego porque lo viví con quien me inculcó el verdadero sentimiento colchonero. Gracias a él, el Atleti es mi forma de entender la vida. Es cierto que muchos no lo entienden, pero, sinceramente, tampoco tengo ni tiempo ni ganas para explicárselo. Soy del Atleti y siempre lo seré. Haber vivido el 120 aniversario fue algo muy especial que ya forma parte de mis vivencias rojiblancas pero todavía me quedan muchas más.

La vida, más allá del fútbol, la disfruto “partido a partido” y es cierto que “nunca dejo de creer” porque sé cual es el motor que me mueve para extraer todo su meollo. Ser feliz es primordial y cada uno decide como quiere serlo. Tengo muchos sueños por cumplir y estos no siempre son fáciles de lograr, de hecho, en más de una ocasión tendré que poner mucho “coraje y corazón” para conseguirlos, pero esto no me importa porque aprendí, hace años, que aún tengo la vida para, precisamente, ponerme la vida por montera. Quizás, a muchos les moleste, pero si mi Atleti lleva 120 años molestando, yo puedo seguir siendo yo misma pese a quien pese. Es lo que hay.

Jimena Bañuelos

Enlace en El Valle (México): https://elvalle.com.mx/columnas-y-opinion/story/44453/120-anos-molestando

ALIRIÓN, ALIRÓN, EL ATLETI ES CAMPEÓN

Qué manera de sufrir, qué manera de ganar y qué manera de remontar tiene el Atlético de Madrid. Así, partido a partido, llegó la jornada decisiva y en Valladolid, además del himno, se cantó el alirón. Un alirón cargado de sentimiento porque el Atleti es, precisamente, un sentimiento sin igual, otra forma de entender la vida y solo los que llevamos ADN colchonero sabemos de lo que hablamos. No se puede explicar algo inexplicable, de ahí que muchos no nos puedan entender. Del Atleti se nace y, por eso, el sábado al grito de campeones me acordé mirando al cielo de la persona que me hizo amar estos colores desde niña. ¡Bendito tercer anfiteatro! Él me enseñó muchas cosas y me marcó la estela futbolística a seguir. La vida en rojiblanco es especial y formar parte de esta gran familia es algo indescriptible. En las buenas y en las malas, la mejor afición del mundo siempre está ahí. Por eso, no era de extrañar que muchos se desplazaran a Pucela a arropar a los de Simeone en los aledaños de Zorrilla. El resto, con el corazón en un puño, estábamos preparando el recibimiento en Neptuno. El rey del mar estaba listo para reinar en la capital y lo hizo. De hecho, envidia tiene La Cibeles que este año no ha recibido ninguna copa, es más, la temporada la han terminado tan blanca como su camiseta. En fin, en la vida unos ríen y otros lloran; unos saben ganar y perder y otros solo saben protestar, pero el tiempo pone a cada uno en su sitio y el sitio del Atleti es, indiscutiblemente, el primero en la tabla. 

Es fácil decir: “Nunca dejes de creer”, pero lo importante no es decirlo sino creerlo. Ahí nace la fuerza que te lleva a conquistar aquello que persigues; ya sea en el fútbol o en la vida. De hecho, aquellos que aseguraban que el Atlético no aguantaría la presión son los que hoy callan en las redes, critican por criticar y niegan la superioridad de quienes ya pueden presumir de ser campeones. La vida da muchas vueltas y el fútbol muchas más. Nunca se puede subestimar o despreciar a nadie. Me emociono como una colchonera más cuando veo a los míos triunfar, pero las lágrimas de Luis Suárez lo dicen todo. Lágrimas de alegría que llevan implícitas un mensaje a quienes dudaron de él. El Atlético le recibió con los brazos abiertos y la familia rojiblanca lo acogió sabiendo que nos iba a dar grandes momentos. Momentos que ya son historia del club y recuerdos inolvidables en nuestra memoria colchonera. 

Si nos quieren criticar por la celebración que lo hagan, porque los que hablan siempre son los mismos, los que se veían campeones y se quedaron en el segundo lugar. Lo que está claro es que en el Olimpo de los Dioses, Zeus está consolando a Cibeles mientras Neptuno está de fiesta cumpliendo a rajatabla la letra de la canción de Leiva y Sabina: “En el trono de Neptuno donde no cabe ninguno/Que no sepa soñar partido a partido”. Y así, partido a partido, infarto a infarto y derrochando mucho coraje y corazón hemos “seguido coronando montañas, hemos seguido conquistando escaleras, en el tiempo de descuento, regateando al porvenir”. Si esto lo has leído cantando sabes de lo que hablo… 

En definitiva, el Atleti es campeón, Madrid se tiñe de rojiblanco y nuestra forma de entender la vida es lo que nos ha llevado hasta aquí. Hoy y siempre: “¡Aúpa Atleti!”

Jimena Bañuelos (@14ximenabs) 

Enlace: https://www.elvalle.com.mx/columnas-y-opinion/story/22982/alirion-aliron-el-atleti-es-campeon

REENCUENTROS

“No hay mal que por bien no venga” dice el refranero español. Todavía no había superado la eliminación del Atlético de Madrid de la Copa del Rey cuando, de repente, el móvil se iluminó dejándome un mensaje de lo más inesperado. La vida es caprichosa y cuando menos te lo esperas sabe cómo sacarte una sonrisa. El fútbol da alegrías, decepciones, disgustos, momentos únicos y grandes amigos. Precisamente, no estaba en mis planes encontrarme en Madrid a una persona a la que hacía años que no veía, pero a la que puedo etiquetar como “amigo de verdad”. Fue en México donde nos conocimos, él sabe mucho de fútbol y, dadas las circunstancias, fue con él con quien valoré la situación de mi Atleti, con quien recordé a mi México lindo y querido, y con quién disfruté de un café cargado de sueños e ilusiones. Él es Hernan Cristante.

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Con Hernan Cristante en Madrid

Pues bien, “platicando” un español muy mexicanizado, asumimos que sin goles es difícil ganar en el deporte rey. Hernan se dedicó muchos años a proteger la portería y sabe lo importante que está siendo Oblak en esta temporada. Sólo hay que ver en cuántos partidos ha sido protagonista el esloveno. Que el Atleti está en crisis es obvio, esperemos que la sequía de goles acabe pronto y los refuerzos no tarden en llegar. Simeone no duda nunca en asumir su cumpla, pero no toda es de él. En eso coincido con Hernan. El trabajo en el terreno de juego no siempre es el que la afición quiere ver, pero aún así, la suerte también se podía vestir de rojiblanca… Los colchoneros quieren, además de sufrir, ver como su Atleti no da tregua a sus rivales. Tras la derrota en la Copa, se inauguró en el Metropolitano la segunda vuelta de la Liga. Se median al colista, el Leganés de Aguirre. El mexicano se reencontró con la que había sido su afición y ésta no dudó en saludarlo. ¡Cuántos momentos nos dio Aguirre! … ¡Qué recuerdos! Era un buen partido para encontrarse con el gol, algo que no sucedió. El marcador, de hecho, ni se movió y sumando un punto no se llega muy lejos. El Atleti es el rey de los empates y este año no ha empezado con buen pie que digamos…

Pero los colchoneros de corazón, los que tenemos ese sentimiento especial, los que conocemos cómo es nuestro equipo sabemos que todo puede pasar. Aprendimos de Simeone a vivir la pasión “partido a partido”, a “nunca dejar de creer” y, con eso, y con el coraje y corazón por bandera nos mediremos el próximo sábado al eterno rival. Hay que ir al Santiago Bernabéu dejando atrás el pasado. Siendo conscientes de que es el mejor escenario para reencontrarse con el gol. La afición quiere gritar esa palabra a los cuatro vientos y hacerlo en Concha Espina sería la mejor manera de recargar la euforia colchonera y compensar esta mala racha. Obviamente, los de Zidane no lo van a poner fácil, pero el Atleti ha demostrado a lo largo de su historia que se cae y se levanta, así que creamos en los de Simeone. Ya dijo en su día: “Si se cree y se trabaja, se puede, así que arriba todos”. Por eso, en este importante partido hay que saltar al terreno de juego para dejarse la piel. La victoria puede costar sangre, sudor y lágrimas, pero la satisfacción de los tres puntos bien lo merece. Es ahora o nunca. Y la afición os suele cantar… “Ahora Atleti, ahora…”

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Enlace en El Valle: https://www.elvalle.com.mx/columnas-y-opinion/story/9118/reencuentros