Un día del libro pero 365 días de lectura

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No es la primera vez y esperemos que no sea la última en la que los escritores mexicanos reciben el máximo galardón de la letras españolas. El Premio Cervantes ya tiene dueña: Elena Poniatowska.

Como cada año, el veintitrés de abril es un día señalado. Para unos, la noticia está en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá, otros celebran el día de San Jordi con rosas y libros, y para los castellanos, es el día de Comuneros. Celebraciones hay muchas, que cada quien decida lo que quiere celebrar. Desde tierras mexicanas, doy mis felicitaciones a la merecedora de tan ilustre premio.

Es cierto que no es el primer Cervantes que tiene acento mexicano, pero sí es la primera escritora que lo recibe. Antes de Poniatowska fueron Octavio Paz, Carlos Fuentes, Sergio Pitol y José Emilio Pacheco quienes lo recogieron. Recibir premios siempre es un honor, un reconocimiento…pero viene bien recordar las palabras de Octavio Paz cuando se enteró de que le habían concedido el Nobel de Literatura: “El Nobel no es un pasaporte a la inmortalidad. La relativa inmortalidad de las obras literarias y artísticas las da la calidad”. Lo bueno no sólo deja huella en la historia, también deja su pequeña marca en el lector…¿Cuántas veces hemos pensado en releer un libro? Eso será por algo… El escritor francés François Mauriac lo tenía claro: “Dime lo que lees y te diré quién eres. Es cierto, pero te conoceré mejor si me dices lo que relees”…

Aunque para muchos la distancia es el olvido…para mí no lo es. Vivo entre México y España. Me preocupa lo que pasa en sendos países, pero el día del Libro es Internacional. Es verdad que no he recibido ninguna rosa, ni me he comprado ningún libro con motivo de su festividad pero todos los días me dejo atrapar por las páginas de la obra que está en mis manos. “La lectura es a la mente lo que el ejercicio es al cuerpo” decía Addison…así que si al gimnasio hay que ir por salud…¿Por qué, a veces, cuesta tanto abrir un libro? No es mi caso, pero conozco muchos…

Como muchos son los temas que nos ofrecen: Intriga, amor, fantasía, historia, aventuras… Variedad hay donde elegir. Así que lo mejor es no poner excusas. Ya sea de papel o digital hay que adentrarse en las historias que nos ofrecen y evadirse, por un momento, de la dura realidad. Una realidad que condiciona nuestro día a día pero que no podrá determinar la aventura literaria que decidamos correr… Sólo, por eso, merece la pena intentarlo.

Sé, como bien dijo Borges, que “el verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar , no soporta ‘el modo imperativo’” pero siempre es agradable dar buenos consejos. Leer puede ser un hábito en tu vida solo hace falta dar, a los libros, esa oportunidad.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

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Un vicio: Leer

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En su día dijo Vargas Llosa: “Aprender a leer es lo más importante que me ha pasado en la vida”.  Y tiene razón. Más de un libro ha marcado la mía. Tener entre manos una novela es poder adentrarte en una historia que quizás ni imaginabas, es decir, un placer. Y si encima, encuentras ese personaje con el que compartes, al menos, parte de tu forma de ser; leer será una evasión de la cruda realidad. Es mejor desconectar de los problemas gracias a la imaginación que estar rumiándolos durante todo el día. Con un libro en la mano nunca te sentirás solo; él siempre tiene algo que contarte.

De niña aprendí a leer y disfrutar de la literatura. Al igual que pasan los años y vas creciendo, tus gustos literarios van cambiando. No suelo centrarme en un tipo de novelas, me gusta cambiar y que los escritores me sorprendan; a veces, para bien y otras para mal. Las opiniones son siempre muy personales pero en el caso de los libros y las películas lo son aún más. Recomendar un libro es arriesgado si no se conoce bien a la otra persona, aunque a veces hay que correr ese riesgo.

Hace una semana llegó a mis manos, una novela con tintes de invitación; de invitación a una boda: La boda de Kate. No conocía a la novia y tampoco al novio, pero sí a quien les ha dado vida. Me ilusioné y me prepararé para adentrarme en una historia que está cuidada al máximo detalle. Preparar una boda conlleva muchos preparativos y muchas reacciones. Pero además en ésta hay algo más: resolver un misterio. Todo esto está en la última novela de Marta Rivera de la Cruz: Desde lo más material como es el traje de la novia o la tarta, hasta los sentimientos más codiciosos del ser humano. ¡Así somos! Que cada cual piense lo que quiera… Decía Oscar Wilde que “no existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo”, y si encima, se hace con la brillantez de esta gallega, las palabras te irán atrapando una a una. En el fondo, el arte de escribir es un privilegio que tienen algunos, aunque hasta el mismo Jorge Luis Borges aseguró: “Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído”.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)