SOY PERIODISTA

Decía Gabriel García Márquez que el periodismo es “la mejor profesión del mundo” y estoy convencida de ello porque ha sido la vocación de mi vida. Recuerdo perfectamente el día que dije que quería ser periodista, y desde entonces, la profesión me ha ido atrapando y llevando a descubrir sus cosas buenas y sus cosas no tan buenas, todo hay que decirlo. 

Es cierto que hace tiempo que el periodismo ha ido evolucionando, como es normal, con el paso de ese tiempo; pero también es cierto que su esencia se ha ido perdiendo por el camino. Una esencia que es incuestionable y que hay que recuperar más pronto que tarde. El periodista no está para agradar a nadie, un periodista está para contar la verdad tal y como es. Ahí radica la libertad. Una libertad que no puede ser coartada bajo ningún concepto. Ahora, ésta sí que está siendo cuestionada o más bien señalada por quienes se sienten incómodos con lo que se publica. Esa incomodidad es el resultado de un buen trabajo periodístico. Las cosas son como son y si están refutadas sólo queda asumir las consecuencias de los hechos. La opinión pública puede ser muy amplia, pero la realidad es la que es. 

El señalamiento a los medios de comunicación no es lícito bajo ninguna situación. La libertad de prensa es un pilar fundamental. Nunca está demás recordar que sin una prensa libre no hay democracia y esto hay que defenderlo siempre. No hay peros que valgan cuando la libertad está en juego. El periodismo se debe a los ciudadanos y esa responsabilidad  hay que cumplirla aunque las presiones sean muchas. Quizás, más de uno tengo que volver a ver “Todos los hombres del presidente”, “La cortina de humo”, “Spotlight” o “Los archivos del Pentágono”, por ejemplo, para recordar que el buen periodismo siempre incomoda, pero ese es uno de sus pilares. 

Y los pilares siempre tienen que ser firmes y tenaces para no sucumbir ante el poder político que quiere volatilizar aquello que no le gusta. “Una prensa libre puede ser buena o mala, pero sin libertad, la prensa nunca será otra cosa que mala” afirmó con mucha certeza el escritor francés Albert Camus. Es más para el político alemán Hans-Dietrich Genscher, “la prensa es la artillería de la libertad”.

Un libertad que, sin duda, hay que defender a “capa y espada”. Aún así, el periodismo va más allá de la política, el periodismo cuenta historias de todo tipo. Conocemos a la perfección estas palabras de Ryszard Kapuscinski: “Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias”. Quizás sea también el momento de reflexionar en ellas. 

En definitiva, como dijo Carpentier: “El periodismo es una maravillosa escuela de vida.” Nunca renunciaré a esa escuela y nunca renunciaré a mis principios. Siempre diré con la cabeza bien alta y una sonrisa en la cara: Soy periodista.

Jimena Bañuelos

Enlace en El Valle (México): https://elvalle.com.mx/2024/05/06/soy-periodista/

Acerca de Jimena

La vida me enseñó a disfrutar de cada momento porque en un segundo todo puede cambiar. Supe lo que es recibir una mala noticia y supe lo que significa que te regalen vida. Por eso, desde hace años Aún Tengo la Vida es mi lema. Aquí se pueden encontrar muchos temas porque escribo de lo que me apetece ya sea música, fútbol, libros... Porque la vida está para vivirla sin un guion establecido... ¡Carpe Diem!

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