ALIRIÓN, ALIRÓN, EL ATLETI ES CAMPEÓN

Qué manera de sufrir, qué manera de ganar y qué manera de remontar tiene el Atlético de Madrid. Así, partido a partido, llegó la jornada decisiva y en Valladolid, además del himno, se cantó el alirón. Un alirón cargado de sentimiento porque el Atleti es, precisamente, un sentimiento sin igual, otra forma de entender la vida y solo los que llevamos ADN colchonero sabemos de lo que hablamos. No se puede explicar algo inexplicable, de ahí que muchos no nos puedan entender. Del Atleti se nace y, por eso, el sábado al grito de campeones me acordé mirando al cielo de la persona que me hizo amar estos colores desde niña. ¡Bendito tercer anfiteatro! Él me enseñó muchas cosas y me marcó la estela futbolística a seguir. La vida en rojiblanco es especial y formar parte de esta gran familia es algo indescriptible. En las buenas y en las malas, la mejor afición del mundo siempre está ahí. Por eso, no era de extrañar que muchos se desplazaran a Pucela a arropar a los de Simeone en los aledaños de Zorrilla. El resto, con el corazón en un puño, estábamos preparando el recibimiento en Neptuno. El rey del mar estaba listo para reinar en la capital y lo hizo. De hecho, envidia tiene La Cibeles que este año no ha recibido ninguna copa, es más, la temporada la han terminado tan blanca como su camiseta. En fin, en la vida unos ríen y otros lloran; unos saben ganar y perder y otros solo saben protestar, pero el tiempo pone a cada uno en su sitio y el sitio del Atleti es, indiscutiblemente, el primero en la tabla. 

Es fácil decir: “Nunca dejes de creer”, pero lo importante no es decirlo sino creerlo. Ahí nace la fuerza que te lleva a conquistar aquello que persigues; ya sea en el fútbol o en la vida. De hecho, aquellos que aseguraban que el Atlético no aguantaría la presión son los que hoy callan en las redes, critican por criticar y niegan la superioridad de quienes ya pueden presumir de ser campeones. La vida da muchas vueltas y el fútbol muchas más. Nunca se puede subestimar o despreciar a nadie. Me emociono como una colchonera más cuando veo a los míos triunfar, pero las lágrimas de Luis Suárez lo dicen todo. Lágrimas de alegría que llevan implícitas un mensaje a quienes dudaron de él. El Atlético le recibió con los brazos abiertos y la familia rojiblanca lo acogió sabiendo que nos iba a dar grandes momentos. Momentos que ya son historia del club y recuerdos inolvidables en nuestra memoria colchonera. 

Si nos quieren criticar por la celebración que lo hagan, porque los que hablan siempre son los mismos, los que se veían campeones y se quedaron en el segundo lugar. Lo que está claro es que en el Olimpo de los Dioses, Zeus está consolando a Cibeles mientras Neptuno está de fiesta cumpliendo a rajatabla la letra de la canción de Leiva y Sabina: “En el trono de Neptuno donde no cabe ninguno/Que no sepa soñar partido a partido”. Y así, partido a partido, infarto a infarto y derrochando mucho coraje y corazón hemos “seguido coronando montañas, hemos seguido conquistando escaleras, en el tiempo de descuento, regateando al porvenir”. Si esto lo has leído cantando sabes de lo que hablo… 

En definitiva, el Atleti es campeón, Madrid se tiñe de rojiblanco y nuestra forma de entender la vida es lo que nos ha llevado hasta aquí. Hoy y siempre: “¡Aúpa Atleti!”

Jimena Bañuelos (@14ximenabs) 

Enlace: https://www.elvalle.com.mx/columnas-y-opinion/story/22982/alirion-aliron-el-atleti-es-campeon

¡¡Atleti Campeón!!

Ondeando la bufanda entre el sonido del claxon de los coches y al grito de “Atleti, Atleti” llegué al único sitio en el que quería acabar la noche. Neptuno con un agua rojiblanca esperaba una auténtica marea. Llevaba meses soñando con ir a la fuente del rey de los mares y tras noventa minutos en los que nunca dejé de creer cumplí, con una amplia sonrisa, el sueño que anhelaba.

Obviamente, no iba sola. Rosa, Ana y Ales me acompañaban. Sabíamos que con los jugadores lo festejaríamos dos días más tarde pero cuando se trata de celebrar una copa todo momento es bueno. Frente a Neptuno me acordé de quién me inculcó este sentimiento que por muchas palabras que uses es difícil de explicar. Por eso, ni lo voy a intentar. El Atleti son muchas vivencias, muchas emociones y, por supuesto, muchos momentos únicos e irrepetibles. También puedo asegurar que te enseña a llorar de alegría porque cuando luchas por lo que quieres y lo consigues el corazón, acostumbrado a taquicardias, palpita al compás del himno de tus colores.

En Neptuno celebrando la Europa League

No faltaron los cánticos, las sonrisas en las caras, los vítores a los jugadores, en especial a ese Niño que todos hemos visto crecer y se va del club que adora con una copa que le ha hecho campeón, precisamente, en el penúltimo partido en el que lucirá la camiseta colchonera. Hasta en esto apuramos al límite. Pero merece la pena cuando el desenlace final está lleno de euforia. Ya nos tocaba volver a rendir culto a nuestro dios. Neptuno nos echaba de menos.

Desde que aprendimos la filosofía “cholista” todo comenzó a cambiar. Seguimos fieles al coraje y corazón que son nuestra seña de identidad pero desde el “partido a partido” vivimos al día. Pensamos en nosotros, creemos en nuestras posibilidades y dejamos atrás ese pasado apodado “el pupas” para crecer en el terreno de juego, y así, alcanzar la gloria. La afición nunca ha dejado solo a los suyos. En las buenas y en las malas siempre ha estado, está y estará. La Europa League es de todos. Así que todos disfrutamos en las calles de Madrid del título por el que también hemos sufrido. Me acuerdo de los que están lejos de Neptuno, pero que no se preocupen que ya me encargo yo de celebrarlo por ellos. Durante la fiesta de esta copa ya se habla, o mejor dicho, ya se canta el nombre del próximo rival en Europa. La verdad es que no sé cual serán sus colores, lo único que tengo claro es que el destino es Tallin. Si hasta allí no puedo ir, repito lo que dije en mi último artículo, os espero en Neptuno gritando bien alto: “¡Aúpa Atleti!”. Pero hasta agosto solo tenemos que disfrutar.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

 

Alegrías rojiblancas

Me viene a la cabeza que Valencia es la tierra de las flores, que Sevilla tiene un color especial…Y con una sonrisa de oreja a oreja, se puede decir que España es rojiblanca, futbolísticamente hablando, claro está. El Atleti es algo más que campeón ya es súper campeón. Muchos se han ido, pero el espíritu se mantiene. Los de Simeone saben lo que tienen que hacer: Dar alegrías a su afición…Y eso se consigue creyendo en que todo es posible.

Que nadie es imprescindible, está claro. Se fue Torres, Agüero, Forlán, Falcao, Costa… Todos ellos forman parte de la historia rojiblanca, una historia que no ha escrito su final. Ahora son otros los que asumen la responsabilidad de hacer soñar a miles y miles de indios que aunque hayan llorado cerca o lejos de la Ribera del Manzanares, hoy sonríen viendo a su Atleti en lo más alto… Y es que recordemos el himno del centenario: “Que manera de aguantar,
que manera de crecer,
que manera de sentir,
que manera de soñar,
que manera de aprender,
que manera de sufrir,
que manera de palmar,
que manera de vencer,
que manera de vivir…” El Atleti es así y el atlético lo vive así…foto camiseta

El colchonero está orgulloso y Neptuno mira de reojo a una Cibeles que ya tiene un duro competidor. Soy rojiblanca desde niña. Con mi abuelo aprendí que el Atleti es diferente. Ahora estoy lejos de la fuente del dios del Mar, rodeada de pocos colchoneros. Ante los merengues de este lado del charco he defendido mis colores. Me emocioné viéndoles ganar la Liga, pero no fue solo la victoria colchonera la que te humedece los ojos… Son todos los sentimientos y recuerdos que te vienen a la cabeza viendo lo que sin duda, al final es lo menos importante, un partido de fútbol. Por supuesto, recuerdo la derrota de la Champions, pero de nuevo, el Atlético de Madrid y su afición conquistaron el mundo. Ahora, ha sido la Supercopa…Decía Goethe que “todo comienzo tiene su encanto”, desde luego, si es así…Empecemos a soñar.

Del “partido a partido” se llegó al “latido a latido”. El corazón se dispara cada vez que los rojiblancos saltan al terreno de juego. Sin duda, la emoción siempre está asegurada. Los de Simeone saben lo que es alcanzar la gloria. La afición está dispuesta a sufrir lo que sea necesario para que Neptuno tenga que volver a calmar la marea rojiblanca que le rodea. No olvidemos que tanto en el fútbol como en la vida…“Ser campeón no es una meta, es una actitud”…

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

Objetivo: Alcanzar la gloria

Gastronómicamente, he cambiado el bocadillo de jamón serrano por los tacos, los frijolitos son la guarnición ideal de mis platos y sin chile todo está más soso. Lingüísticamente, sigo hablando en español pero con matices. El verbo “tirar” ya es “jalar”, todo es “muy padre” y, por supuesto, “ahorita” es el adverbio por excelencia, entre otras cosas… ya se sabe que allá donde fueres haz lo que vieres… Sabio consejo, sin dudarlo. Pero hay una cosa que no cambiaré esté donde esté y son los colores de mi equipo. Soy colchonera desde “chica” y aunque “por acá” no sepan lo que es ser del Atleti ya me encargaré yo de enseñárselo. La primera lección rojiblanca será el sábado a las once de mañana en tierras mexicanas.la foto 1

Tengo preparadas las pinturas, la bufanda, la bandera y, por supuesto, la “playera”, es decir, la camiseta que dirían “allá”. La confianza en los mismos nunca la he perdido y la ilusión de ver celebrar en Neptuno el primero de los títulos de esta temporada son motivos más que suficientes para vivir este encuentro como lo que es: una final. Ver al dios del mar luciendo los colores rojiblancos es muy “chido”. “Haré chonguitos” o cruzaré los dedos para que así sea. Ya se sabe cómo es el fútbol…

El sentimiento rojiblanco no será el único que tendré a flor de piel. Se me pondrá la “piel chinita” en algún momento…“Extrañaré” o echaré de menos a mi familia, a los colchoneros con los que tantos minutos he sufrido viendo al Atleti pero lo dice una de mis camisetas: “El Atleti te hace más fuerte”. Es cierto que la distancia te vuelve más sensible a todos los detalles que te recuerdan a tu tierra. Aquellos que lo han experimentado me comprenderán bien y los que no…simplemente que piensen cuanto tardan en añorar aquello que quieren…

“Ser campeón no es una meta, es una actitud” dice otra de mis “playeras”. Eso es lo que quiero ver en los de Simeone: Actitud de campeones. Para los colchoneros ya lo sois pero hemos soñado durante meses y ahora queremos un dulce despertar… Los corazones están preparados, las gargantas están listas para corear dentro y fuera del Camp Nou un himno que es una de las mejores motivaciones que pueden tener: “Jugando, ganando, peleas como el mejor, 
porque siempre la afición, 
se estremece con pasión, 
cuando quedas entre todos campeón.” Llegan líderes y pueden salir como héroes. Como dirían “acá”: “Échadle…”

Disfrutaré del partido acompañada de amigos colchoneros-mexicanos. Sin lucha no hay victoria, así que no quiero ver al Atleti “huevón” que se da por vencido. Es el momento de olvidar los complejos. Decía Muhammad Alí que “para ser un campeón, tienes que creer que eres el mejor, si no lo eres, haz como si lo fueras”. Este escudo, esta afición, en definitiva estos colores se merecen estar en lo más alto. Ahora o nunca. Este sábado será la Liga y el próximo, la Champions.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)