A la final con coraje y corazón

Comenzaron cantando y terminaron llorando… Eso los bávaros, porque los colchoneros empezamos sufriendo y acabamos agonizando, eso sí, por una buena causa. Después de noventa minutos de tensión, de taquicardias, de nervios… Además de tener claro que tengo un corazón en plena forma, tengo un equipo que es de los mejores de Europa. Hasta el final había que creer y creyendo en ese particular coraje y corazón del que presumimos los rojiblancos vamos a estar en Milán. Todo esfuerzo merece una recompensa y este Atlético de Madrid bien se la ha ganado. Y si no que se lo pregunten a los culés y a los bávaros…

la fotoEn la memoria de los colchoneros está la última final de la Liga de Campeones, esa en la que vimos escapar la copa en el último momento. Recuerdo aquel partido perfectamente. Y no podré olvidar que fue en México donde echaba de menos a “mi familia rojiblanca”. Fue triste la derrota pero de todo se aprende. Y, precisamente, esas lecciones que el fútbol ha dado al Atleti son las que nos hacen más fuertes. Ahora, sin miedos y sin complejos queremos levantar “la Orejona” porque hay muchas deudas que saldar en la Champions. ¿Quién será el rival? En este momento no lo sé, pero… hay ganas de revancha… Ahí lo dejo…

Ahora hay que seguir soñando. El gol de Griezmann y el héroe del equipo, Oblak, llenaron de euforia a todos sus aficionados recargando las baterías de la ilusión. Ya he dicho, en más de una ocasión, que quiero ir a Neptuno. La cita está más que clara. El dios de los mares recibirá el próximo 28 de mayo a toda una marea rojiblanca. No hay ninguna duda de que ese será el final soñado por los colchoneros. Ese es el broche de oro a un gran trabajo no sólo del equipo sino de una afición que gane o pierda siempre está orgullosa de sus colores.

La cuenta atrás para el gran día ha comenzado, y como nuestra filosofía es el “partido a partido”, ya tocaría pensar en el próximo rival, pero con permiso de Simeone, es justo y necesario, volver a recuperar el ritmo cardiaco cantando: “Jugando, ganando, peleas como el mejor, 
porque siempre la afición, 
se estremece con pasión, 
cuando quedas entre todos campeón”. Y este es el himno que los rojiblancos no se cansan de corear allá donde su equipo los necesite… Milán nos espera y no vendremos con las manos vacías… ¡Aúpa Atleti!

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

 

 

¡Aúpa Atleti!

Coraje y corazón y… cardiaca. Pero, sin duda, ha merecido la pena. Con mi fiel compañero de partidos, mi padre, he vivido un encuentro de máxima tensión. La adrenalina estaba a niveles muy altos al igual que las pulsaciones, pero gritar el gol de Saúl ha sido la medicina necesaria para armarme de ese espíritu colchonero que te lleva no solo a creer sino a soñar.

13096345_10153550946636439_7134317585979288356_nPorque los sueños se pueden hacer realidad. Ya he confesado alguna que otra vez que quiero ir a Neptuno, ahora ese momento está más cerca. Es cierto que quedan noventa minutos para estar en la final, pero el Atleti no puede fallar. Su afición se merece la recompensa de una copa. El camino no está siendo fácil, de ahí que el sabor del triunfo sea más dulce. Ser colchonero es sentir tus colores de una manera especial. Muchas veces no puedes explicar lo que las rayas rojiblancas te hacen vivir, pero son esos momentos en los que ratificas que del Atleti se nace. Ya lo dice el himno del centenario: “Qué manera de aguantar, 
qué manera de crecer, 
qué manera de sentir, 
qué manera de soñar, 
qué manera de aprender, 
qué manera de sufrir, 
qué manera de palmar, 
qué manera de vencer, 
qué manera de morir” en definitiva “qué manera de vivir”.

Y viviendo bajo esta filosofía, disfruto del “partido a partido”, vivo el “día a día”. Porque el coraje y el corazón no se quedan solo en la ribera del Manzanares. Ese sentimiento de fortaleza es el motor para alcanzar las metas. Así que tras la victoria ante el Bayern es normal sentir la euforia que estalla después de tanta presión pero, con la misma confianza de hoy, en una semana habrá que poner el broche de oro en Alemania. Lo siento por el Bayern, al que tanto quiero, pero el Atleti quiere estar en Milán. Así que será en el Allianz Arena cuando los colchoneros digamos Auf Wiedersehen! Habrá que ir ensayando la pronunciación, aunque con un K.O seguro que nos entienden… Y es que solo puede quedar uno… y será rojiblanco.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

 

 

Con coraje al Bernabéu

Sangre, sudor y…ningún gol. El Vicente Calderón estaba lleno hasta la bandera y es que el partido era de alta tensión. La Champions emparejó en los cuartos de final a los dos mejores equipos de Europa de la última edición. El Real Madrid y el Atlético de Madrid se tienen ganas. Los blancos presumen de copas pero los colchoneros lo hacen “de coraje y corazón”. Y es que bajo esas palabras tan cantadas por la afición rojiblanca hay algo más que títulos. Hay una manera de vivir a la que ningún colchonero está dispuesto a renunciar.coraje y corazon

Y sin renunciar a su filosofía, Simeone contó con su once de gala para frenar a la que llaman la BBC. Pues ni Bale, ni Benzema, ni Cristiano consiguieron triunfar en la ribera del Manzanares. Los indios en su fortín y creyendo en ellos mismos no fallan pero sí alteran las pulsaciones. La primera mitad comenzó con un buen juego blanco, hecho que provocó que saltaran las alarmas en las filas rojiblancas; porque la superioridad merengue no estaba en los planes de nadie. Menos mal que Oblak tenía un claro objetivo: Mantener la portería local intacta. El primer susto llegó a los cuatro minutos, Bale lo intentó y Oblak lo paró. Quedaba mucho partido y el ritmo cardiaco iba en aumento. Al grito de “Atleti Atleti”, los colchoneros se volcaban con los suyos. Saben sufrir, saben suspirar y por supuesto, saben animar.

Los minutos pasaban pero los goles no llegaban. De hecho, al túnel de vestuarios se llegó con el cero a cero. Todas las esperanzas se pusieron en la segunda mitad. Los merengues buscaban el preciado gol fuera de casa y los colchoneros una ventaja para el partido de vuelta. Pues ni los unos ni los otros consiguieron inaugurar el marcador, pero sí generar tensión.

Comenzaron con más fuerza los de Simeone la segunda mitad, su actitud cambió. Y eso se manifestó en la inquietud del Madrid. Un Madrid que tenía delante a un rival que le plantaba cara. Y si no que se lo digan a Mandzukic…Que en su rostro se vio la firma de Sergio Ramos… Los nervios se apoderaban de todos pero no hay que olvidar que queda el partido de vuelta. Y en el noventa se confirmó que el pase a la semifinal se sellará en el Santiago Bernabéu.

Queda una semana para analizar lo visto en el Vicente Calderón. La Champions nunca defrauda y siempre sorprende. A Concha Espina acudirán los indios precisamente a sacarse “la espina” de Lisboa y valga la redundancia a sacarles de la competición. La consigna del Cholo para la vuelta no sé sabe cual será pero una buena opción es: Veni, vidi, vici…Es decir: Vine, vi y vencí.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

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