Campanadas, uvas y el mejor aniversario

Época de balances, época de propósitos y época de ilusiones, es sin duda, víspera de Nochevieja. Despedir un año es despedir un calendario cargado de anotaciones que pasan al recuerdo si nosotros queremos. Desde enero hasta aquí muchas han sido las experiencias que hemos vivido, no puedo decir lo mismo de los propósitos que llegaron a mi mente hace trescientos sesenta y cinco días, de los cuales, unos han sido cumplidos y otros ya forman parte de la lista del 2016. Me consuela que por ser bisiesto tengo un día de ventaja. Pero no es cuestión de tiempo, sino de fuerza de voluntad. Así que tras las doce campanadas ya no hay excusas que valgan, será esa fuerza la que me lleve a conseguir esos objetivos que en algún caso son sueños.

FullSizeRenderSueños que dejan de serlo con el paso del tiempo. El reloj es el que marca el ritmo no sólo de las campanadas sino de la vida. Pasan los segundos, los minutos, las horas, los días y con ellos los meses, los años; y no nos damos cuenta… Aunque parece, como suele decirse, “que fue ayer”, al año que viene puedo presumir de aniversario. Serán diez los años que llevo celebrando que Aún tengo la vida. Un vida llena de recuerdos, de experiencias, de fortaleza, pero sobre todo, de ilusión y ganas de sonreír. Porque aprendí que hasta en los peores momentos una sonrisa puede ser la mejor aliada para ganar batallas.

Y ahora es tiempo de celebrar la Nochevieja, de recibir al 2016 como se merece porque la actitud en la vida es fundamental; y eso, me recuerda al escritor francés, Saint-Exupéry cuando dijo: “El sentido de las cosas no está en las cosas mismas, sino en nuestra actitud hacia ellas”. Y siendo del Atleti afrontaré con “coraje y corazón” lo que me depare el Nuevo Año. La tradición dice que hay que pedir deseos en las campanadas. No sé si estaré pensando en ellos o se me quedará la mente en blanco porque en treinta y seis segundos mi mente puede ser una fuente de recuerdos, de emociones… Aunque si bien es cierto, sólo tendré que mirar a mi alrededor abrazar a mis padres, a una de mis “hermanas mexicanas” y recordar el proverbio árabe: “Cuatro cosas hay que nunca vuelven más: una bala disparada, una palabra hablada, un tiempo pasado y una ocasión desaprovechada.” Así que ¡Feliz Año! y a llenar de vida el calendario que estrenamos.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

 

 

 

 

Con energía al 2014

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Si no se ha hecho balance del 2013 todavía se está a tiempo. Aún quedan algunas horas para valorar lo que el año que estamos a punto de despedir nos ha dejado. Es cierto, que habrá cosas buenas y algunas que no lo serán tanto, pero seguro que de todas y cada una de las experiencias que hemos vivido algo hemos aprendido. Así es la vida, una lucha constante. Los que ya son difíciles de cumplir son los propósitos que ese ya lejano uno de enero nos hicimos.

Hecho el balance y con la mente en el 2014 cenaremos esta noche. Las buenas intenciones están a punto de saturar nuestras cabezas. Seamos realistas: Está claro que no todas se podrán cumplir pero, al menos, habrá que intentarlo. Y es que sin lucha no hay victoria.

Hay muchas ilusiones y sueños con ganas de ser una realidad. Así se presenta un 2014 en el que confío. Ser optimista no es una opción tiene que ser un hábito de vida. Las malas noticias llegan solas, pero con una sonrisa como escudo es más fácil hacerlas frente.

Todo está preparado: el reloj, las uvas, el cava… Y el gracioso que mientras el resto de la familia se está atragantando con las uvas se dedica a poner caras con el único fin de forzar esa carcajada llena de…en fin…es lo que tiene la Nochevieja: En ella está todo permitido.

Serán treinta y seis segundos intensos. Estaremos llenos de nervios, pendientes del carillón, de escuchar los cuartos y engullir las tradicionales uvas… Y todo: Para estrenar juntos un calendario nuevo. Dijo Coelho: “Quiero creer que voy a mirar este nuevo año como si fuese la primera vez que desfilan 365 días ante mis ojos”. Y desfilarán…Pasarán las horas, los días, los meses y cuando nos queramos dar cuenta volveremos a estar despidiendo otro año.

Las esperanzas, los sueños y los buenos deseos cobran especial fuerza esta noche. Esperemos que no decaigan a lo largo de los meses…porque…¡cuidado!.. dice un proverbio árabe: “Cuatro cosas hay que nunca vuelven más: una bala disparada, una palabra hablada, un tiempo pasado y una ocasión desaprovechada.”  ¡FELIZ AÑO!

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

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