UN GORDO LLENO DE VIDA

Su sonido es inconfundible y su banda sonora consta de números y premios. Si hay un día al año en el que todos despertamos con una ilusión especial es el 22 de diciembre. El sorteo extraordinario de la Lotería da el pistoletazo de salida a la Navidad. Los sueños que nos han acompañado desde que compramos nuestros décimos pueden tener ese empujón económico que necesitamos, pero está claro que las probabilidades son muy pocas. Menos mal que de ilusión también se vive. 

Precisamente, si hablamos de vivir estamos atravesando una época muy dura. “El Gordo” llenará de euforia a los agraciados pero todos tenemos que estar pendiente del verdadero gordo que nos acompaña día a día. La salud es fundamental y la pandemia nos ha enseñado a valorarla aún más. Con ella puedes pelear por cumplir esos sueños que te desvelan. Sin ella poco se puede hacer porque cuando ésta se pierde siempre adquiere un gran valor. Un valor que está en alza desde que el coronavirus lo cambió todo. 

Adaptarse a esos cambios también es importante porque la vida no tiene un guion preestablecido. Jugar nuestras cartas es nuestra mejor opción, aunque el destino también pone de su parte. Mañana, el azar juntará un bolita con un número y otra con el mayor premio. Quienes lo tengan abrirán todos los informativos y derrocharán esa felicidad que solo se ve en este día tan señalado. Ahora bien, hay otros “gordos” en la vida. Unos “gordos” que son más importantes que el que sale mañana, de hecho, te pueden cambiar la vida o regalar vida como fue mi caso.

No puedes huir de tu pasado cuando éste está en tu presente. Convives con él y, por eso, intentas centrarte en lo positivo. De hecho, el destino ha querido que recientemente ese pasado me haya recordado lecciones que tenía algo nubladas. Obviamente, la principal es que “aún tengo la vida” y si a eso me aferré hace quince años no lo puedo soltar ahora. Aquel donante lo cambió todo. Ese “gordo” es el mejor premio que me ha dado la vida. Gracias a él he podido celebrar, de momento, quince navidades. Por eso, aunque comienza una época de nostalgia por los que no están en la que los sentimientos están, en muchos casos, a flor de piel hay que brindar con las personas que quieres por la salud y por un futuro cargado de ilusión. A mi “gordo” le debo sonreír todos los días por la vida que me ha dado. Una vida que me enseñó a elegir lo que me hace feliz. El futuro siempre es incierto pero es de valientes afrontar lo desconocido. Decía el filósofo alemán, Friedrich Nietzsche: “Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado”. Del pasado me quedo con todo aquello me ha hecho ser la persona que soy hoy en día. Me enseñó a ser fuerte, a ser resiliente, a ser positiva, a luchar por lo que quiero y, por supuesto, a celebrar cada Navidad. “El gordo” lo cambió todo. Vivo el presente y ahora este presente tiene villancicos como banda sonora, luces por doquier, dulces que cumplen con las tradiciones y muchos momentos por disfrutar. 

Es tiempo de celebrar la Navidad. Es nuestro ahora y el ahora en un suspiro es pasado. Cada uno es autor de su historia, yo la mía la quiero escribir de tal manera que si tengo que releerla sea capaz de sacar una sonrisa. Esto depende de mí. Todo es cuestión de actitud. Así es la vida.

¡FELIZ NAVIDAD!

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

La importancia de un “buen gordo”

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Quedan poco más de quince días para acabar el año. Se dice pronto, pero a lo largo de estos casi trescientos sesenta y cinco días ha habido muchas sonrisas, muchas alegrías y, por qué no decirlo, alguna que otra tristeza. Muchos de ellos habrán pasado a los anales de nuestra vida sin pena ni gloria pero otros, en cambio, habrán dejado huella para siempre.

En esta época del año todo se ve diferente. La Navidad está llamando a la puerta y nos guste o no a todos nos afecta. Bajo el influjo del “espíritu navideño” todo son buenos deseos, buenos propósitos y buenas comidas porque, queramos o no, es el ambiente de estas fechas el que nos llena de una ilusión especial que con el paso de los meses vamos perdiendo. La batería de los sueños se recarga en Navidad, pero sus efectos deberían durar todo el año. Es cierto que la Navidad es especial pero al igual que el 25 de diciembre, cada día es único e irrepetible. ¿O no? Esa fue una lección de la vida.

Pero hablando de cosas únicas, único es el Sorteo Extraordinario del próximo día 22. Quien más y quien menos tiene en su cabeza el número de sus sueños. Sueños por cumplir, sueños que hacen brillar a los ojos de una manera especial, en definitiva, sueños que quizás el azar convierta en realidad. La diosa Fortuna será la que decida pero las responsables de llevar nuestra imaginación a límites inigualables son cinco cifras. Eso sí, las que siempre nos consuelan son cinco letras: Salud. Sin ella, poco se puede hacer. Es valorada cuando se pierde o como consuelo, pero gracias a la salud podemos disfrutar y pelear por cumplir todo aquello que anhelamos.

Si se trata de anhelar, a lo largo de la vida hay muchas cosas. Algunas pueden ir escritas en la carta a los Reyes Magos pero otras están escritas en la mente y en el corazón. Soñar con “el gordo” más preciado de estos días no es mi prioridad. Tuve mi “gordo” particular hace ya nueve años. No gané dinero sino salud. De ese “gordo” sé muy poco. Desconozco la terminación de su nombre aunque sé “la administración” que me lo dio. “Si lo importante es compartirlo” desde Alemania llegó la generosidad cargada de mi vida de mi donante. Por eso, cada año que pasa es la “pedrea” especial que me toca: años de vida. Y si ésta me sigue premiando así, lo tengo claro…No puedo pedir más.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

 

 

 

 

Mensajero de la Fortuna

La fecha del estreno está clara. Será el próximo lunes cuando se levante el telón y comience el espectáculo. Hasta ese mismo día, muchos son los candidatos pero sólo uno será el protagonista. Un papel que, sin duda, asignará la diosa Fortuna. Ella será la responsable de la felicidad de todos los agraciados por “el Gordo”. Pero como en toda obra que se precie también habrá actores de reparto: Un segundo, un tercero, dos cuartos y hasta ocho quintos que gozarán de la compañía de muchos “extras”.

Pero para que nuestros sueños se puedan cumplir se han tenido que cruzar en nuestras vidas aunque sólo sea durante cinco minutos a los que podíamos llamar “mensajeros de la Fortuna”. Y es que los loteros reparten a lo largo del año muchos premios pero vender “el Gordo” son palabras mayores.

Ilusiones tengo muchas y soñar me encanta; así que decidí acercarme a una administración de lotería. Vi las largas colas de la popular Doña Manolita pero no podía esperar, así que paseando un día por el Barrio Salamanca de Madrid decidí entrar en Doña Melen. También había gente y tuve que esperar, pero me consolaba no tener que estar en la calle. Con una sonrisa en el rostro me saludó Alejandro. Como buen lotero me preguntó por mi favorito y dejé en su mano la decisión. Me comentó que la terminación en cinco es una de las más solicitadas pero el trece bate records. Sin olvidar, claro el está, el sesenta y nueve. Por supuesto, que hay números más feos que otros pero todos están dentro del bombo, me recordó Alejandro. Continuamos hablando sobre los décimos más buscados. Sin duda, las fechas personales son muy solicitadas pero los aniversarios populares también. Este año, apuntaban Ana y Sara, las compañeras de Alejandro, que, por ejemplo, la muerte de la duquesa de Alba y la proclamación de Felipe VI como rey se agotaron en muy poco tiempo.

Mi número no tiene ninguna relación personal conmigo pero desde ese día es mi número. Lleva mis sueños o al menos, ante el agobio, la nostalgia y estrés de estos días me hace pensar en todo aquello que tan fácilmente me devuelve la sonrisa. ¿Será esa la magia de la lotería?…Quien sabe…

Loteria-Navidad_TINIMA20131112_0789_18Desde luego, cada persona es un mundo. Por eso, precisamente, me vinieron a la mente los disfraces con los que muchos deciden presenciar el sorteo. Está claro que anécdotas hay muchas pero me impactó cuando Alejandro me contó que el otro día una persona compró cinco décimos y los rompió en la propia administración…En fin, hay que creer en la suerte porque ya dijo el poeta griego Eurípides: “Puede privarnos de riquezas la fortuna, pero no de ánimo”…

Así que con mucho ánimo afrontan en Doña Melen los últimos días. La actitud es fundamental. Les espera un domingo muy atareado pero saben que merece la pena. Sueñan con colgar en la administración 347 el popular cartel de “Vendido Aquí”. La cuenta atrás ha comenzado. Todavía quedan décimos. Eso me hace recordar al escritor francés Montesquieu cuando decía que “no hay hombre a quien la fortuna no vaya a visitarlo alguna vez en la vida”… ¿Y si la diosa decide pasar por Doña Melen? Yo, por si acaso, ya lo he hecho.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

Doña Melen está en http://www.loteriasmelen.com . Y en : c/Principe de Vergara 1