Otra vez con Holanda

Ante ellos alcanzamos la gloria pero también la más humillante derrota. Nos vieron levantar la copa del Mundo en Sudáfrica pero nos sacaron los colores con cinco goles en Brasil. Holanda ha dado a España una de cal y otra de arena. El partido de anoche era amistoso, no había copas que ganar pero sí un honor que mantener. España necesitaba encontrarse y ante Holanda tuvo su mejor oportunidad. Pero ante el resultado final, “La Roja”, que vestía de un sepulcral negro, debe superar el Via Crucis que está viviendo porque si no la penitencia va a ser muy dura…

El Amsterdam Arena era el escenario para examinar a la selección de Vicente del Bosque. Tras el partido ante Ucrania, España no dejó buenas sensaciones. La clasificación para la Eurocopa de Francia está en el aire. Amistosos como el de ayer son, sin duda, encuentros en los que hay que corregir aquello que no estáespana-entrena-260315 funcionando. Los primeros cambios llegaron en el once titular, sólo Isco y Piqué repetían. La revolución “Del Bosque” comenzó por ahí. Y es que si al seleccionador no le gustan las críticas “tan ácidas” que se hacen últimamente a la selección será porque quizás “La Roja” ha dejado un sabor amargo a más de uno. Pero bueno, había que ser optimistas, la esperanza es lo último que se pierde y el rival a batir era la potente “Naranja Mecánica”…

Y tan potente, porque en el primer cuarto de hora del partido marcó dos goles. El primero fue de Vrij y el segundo de Klaassen. España lo intentaba pero sin premio. “La Roja” comenzaba a sonrojarse y Vicente del Bosque no estaba para bromas. Un dos a cero ponía en evidencia la situación de la selección. Por la mente de muchos aficionados pasaban los recuerdos más gloriosos y, también, los más decepcionantes. Urge encontrar la clave del éxito, esa que además de ganar partidos hace vibrar a toda una afición. Alcanzar la gloria no es tarea fácil pero ir con la actitud apropiada es fundamental. Ya se sabe que la esperanza es lo último que se pierde… Y algo mejoró España en los últimos minutos de la primera mitad pero el marcador no se movió. Las oportunidades de Piqué y Pedro no consiguieron borrar el cero del marcador español.

Si en quince minutos España recibió dos goles, los quince minutos del descanso no podían ser para relajarse. Había que mejorar y hacer cambios. Aún quedaban cuarenta y cinco minutos para entrar en el partido. Los de Del Bosque tenían que encontrarse. Porque cuando Holanda llegaba…Saltaban todas las alarmas.

Los que saltaron al terreno de juego en la segunda mitad fueron Silva y Vitolo en lugar de Isco y Pedro. Fueron los primeros cambios en España, pero no los últimos. Comenzaron a generar peligro. Los vigentes campeones de Europa buscaban el gol pero sin fortuna. Holanda, por su parte, amenazaba. Todo era posible. Los minutos corrían en el marcador y ante la falta de gol, Del Bosque cambió a Juanmi por Morata. Era el minuto sesenta y dos y el marcador no se movía. Y en el sesenta y ocho, no llegó el gol, hubo más cambios: Salieron Piqué y Mario Suárez y entraron Ramos y San José. Holanda estaba cómoda y es que no hay que olvidar que el encuentro era amistoso…Llegó el pitido final y la pregunta estaba clara: ¿Qué le pasa a España? “La Roja” perdió el partido dos a cero, pero si hay que consolarse, en cambios ganó por goleada.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

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Por Burgos

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Es conocida por su gastronomía, por su riqueza cultural, por su climatología y desde hace dos días por la violencia de unos pocos. Estoy hablando de Burgos. La morcilla, la catedral, los antepasados de Atapuerca y el frío se han visto eclipsados por las protestas de unos radicales; y todo ello, por la construcción de un bulevar. Si el Cid levantara la cabeza…

Soy burgalesa de nacimiento y me avergüenza lo que veo. Burgos no se merece eso. Si se quiere protestar se puede hacer, pero no de esta manera. ¿Qué sentido tiene atacar oficinas bancarias, quemar contenedores o lanzar piedras contra los antidisturbios? Que me lo expliquen, por favor, en el castellano más puro porque a día de hoy no lo entiendo.

La vida me ha ido alejando del Paseo del Espolón, el Arco Santamaría, la Calle Vitoria y, por supuesto, del “guerrero” barrio de Gamonal, pero sigo sintiendo algo especial por la ciudad que me vio nacer. Defiendo a sus gentes, alabo su grandeza e invito a todo el mundo a recorrer todos y cada uno de los rincones de esta ciudad castellana.

Entiendo que la situación actual está provocando un nerviosismo interno en cada uno de nosotros que en cualquier momento nos puede hacer estallar. Estamos cansados de recortes, de políticos, de que nos roben y de tantas cosas… Pero protestando así, la única perjudicada es Burgos. Me gusta el juego de palabras de una de las proclamas de anoche: “La calle es de Burgos, no Burgos de Lacalle”. Cierto es, el señor Lacalle es el alcalde pero la calle, como bien dicen, es de los burgaleses. Y cuando digo burgaleses… ¡ojo!… me refiero a los que protestan y a los que no…

Con el paso de los años las cosas van cambiando, las personas vamos envejeciendo y ganando experiencia. Las ciudades se van modernizando. Me acuerdo, por ejemplo, lo mucho que se protestó cuando se comenzó a limpiar la catedral…¿Alguien se acuerda de la fachada negra y gris que tenía?…¿Y lo bonita que está ahora?… Los cambios hay que aceptarlos, y más, cuando son para mejorar.

Burgos “va evolucionando” mucho desde el día que me marché con una maleta. Pero si hay una cosa que sigue siendo igual con el paso de los años es su himno. Lo crearon en 1920 Calleja y Zurita. Tenía ocho años cuando mi abuelo me lo enseñó. Dudo que se lo sepan los que han hecho las barricadas porque sus versos lo dicen claro: “ Aprendamos todos juntos a cantar a nuestra tierra, a leer en su pasado y a labrar su porvenir”.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)