Sueños, no solo por Navidad

Quedan escasos días para celebrar la Navidad. Es tiempo de turrones, de polvorones, de mazapanes y, por supuesto, de villancicos pero antes de ponerme a escucharlos tenía una cita pendiente con Juanes en el Palacio de Deportes de Madrid. Esa era mi mejor excusa para no adentrarme de lleno en las fiestas que se avecinan. El colombiano hizo vibrar a todos los asistentes interpretando sus clásicos. Arrancó la noche con A Dios le pido y con La luz puso punto final a su único concierto en España.

Me canté todos sus temas pero al tararear “Se fue la luz en todo el barrio”, me di cuenta de que ya iba siendo hora de iluminar la Navidad en mi casa. Es el momento de apurar los detalles, tener preparado el disco de los villancicos porque las fiestas más entrañables del año llegan, precisamente, en la época más fría. Es tiempo de soñar, de ilusionarse y, sobre todo, de disfrutar de los seres queridos. La nostalgia siempre está presente cuando hay sillas vacías en las mesas pero lo mejor es pensar en que los que no están, nos dejaron recuerdos y nos enseñaron a disfrutar, posiblemente, de estas fechas. Por eso, un buen homenaje es seguir con esas tradiciones.

Muchos deseos iluminan la Navidad. Madrid.

Si hablamos de tradiciones, la que no falla y da el pistoletazo de salida a la Navidad es el Sorteo de la Lotería. Esa mañana el mejor villancico es escuchar a los niños cantando los números y premios en los que hay muchas ilusiones depositadas. Algunos recibirán la visita de la diosa Fortuna y otros se encomendaran a la salud, la cual, es el mejor tesoro que podemos tener. No sueño con el gordo porque el mío ya me llegó cargado, no de riqueza pero sí de salud. Gracias a ella, he podido cumplir sueños y creer que para sonreírle a la vida solo necesitas ser feliz. Una felicidad que está en los pequeñas cosas que nos rodean. Algo que no deberíamos olvidar.

Es tiempo de festejar, de dejarse llevar por el espíritu de la Navidad y creer que esos sueños que tenemos no existen solo en esta época del año. Los sueños no entienden de fechas. No hay motivos para no creer en ellos durante los trescientos sesenta y cinco días que tiene el calendario. Estamos agotando el dos mil diecisiete, muchos estarán valorando como les ha ido este año y preparando los propósitos del que viene. Si hay algo que no puede faltar es la salud y las ganas para cumplir aquello que tanto anhelados. Ya dijo el novelista estadounidense Carl Sandburg que nada sucede a menos que primero sea un sueño. De nosotros depende que se hagan realidad. Los propósitos no sirven de nada si al despertar no nos ponemos manos a la obra. Ahora es el momento de aliarse con las ilusiones y, lo más importante, de creer que los sueños se cumplen.

¡Feliz Navidad!

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)

Sueños por Navidad

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Apenas quedan en el calendario de adviento ventanas por abrir. El espíritu de la Navidad ya se pasea por los rincones de todas las ciudades, y no es para menos, quedan diez días para celebrar la que es, sin duda, la fiesta más familiar… Desde pequeños cantamos: La Nochebuena se viene, la Nochebuena se va… o 25 de Diciembre: Fun, fun, fun…

La panderetas ya están preparadas, las zambombas no pueden faltar para acompañar a los populares villancicos, que por cierto, estos días se convierten en la banda sonora oficial. Estamos ya en la línea de salida para que el veintidós, y como manda la tradición, sea el sonido del cántico de los niños de San Ildefonso el que inaugure estas fiestas. Hasta entonces hay tiempo para comprar lotería, turrón, escribir la carta a los Reyes Magos, y por supuesto, para dejar aflorar esos sueños e ilusiones que como cada año en esta época cogen más fuerza… Y es que es Navidad y, nos guste o no, todos soñamos: Despiertos o dormidos.

Con el espíritu de la Navidad llega también el nerviosismo de los más pequeños y de los más mayores…Seamos realistas…Que cada uno piense en sus motivos pero seguro que los hay para estar alterado… Las alegrías llegan tarde o temprano, y no sólo de la mano del famoso Gordo de Navidad, y no me refiero al rojiblanco. La lotería ayuda, y más en estos tiempos…Cinco números cambiarán la vida de muchos porque sea el premio que sea nunca viene mal… Hablamos de números pero todos pensamos en cinco letras… Y es que la salud es el premio de los trescientos sesenta y cinco días del año.

La última hoja del calendario está llegando a su fin. Es el momento de reunirse, de emocionarse por los reencuentros, de llorar las ausencias. Escribió el autor de Cuento de Navidad, Charles Dickens: “El recuerdo, como una vela, brilla más en Navidad”. Y si las velas brillan más, también hay sillas vacías que son capaces de llenar de sentimientos los corazones. Es más, una ¡Feliz Navidad! como decía Dickens es “la que hace que nos acordemos de las ilusiones de nuestra infancia, le recuerde al abuelo las alegrías de su juventud, y le transporte al viajero a su chimenea y a su dulce hogar!

Algo tiene la Navidad que con gordo o sin él siempre deja algún kilo de más, y sobre todo, muchos sueños por cumplir…

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)