Un café, una batalla y muchos sueños…

No era la primera vez que iba a Barcelona y, por supuesto, no será la última. La Ciudad Condal tiene mucho para ver y aunque iba preparada para turistear por sus calles y exprimir los días al máximo, el tiempo, a veces, pasa más deprisa de lo que queremos. A orillas del Mediterráneo comenzó un fin de semana de esos que son difíciles de olvidar. Muchas imágenes y muchos momentos ya están grabados en mi mente pero nunca imaginé que allí iba a sentir pinchazos en viejas cicatrices. Porque aunque dicen que duelen con el cambio de tiempo, en este caso lo hacen porque los sentimientos estaban a flor de piel.

A punto de cumplir una década del año más duro de mi vida, reconozco que a lo largo del dos mil dieciséis todo son recuerdos. Y no es para menos, ya que lo que conmemoramos es la victoria en la batalla más dura a la que me he enfrentado. De ella, llevo muchas cicatrices, algunas han desaparecido con el paso de los años pero otras siguen ahí. Recordándome donde he estado y a su vez impulsándome al futuro con una fuerza que a veces ni yo sé de donde sale. Pero la vida es así, me enseñó a ser fuerte de una manera que marcó un antes y un después. Pues bien, fue en Barcelona donde esa fortaleza cedió ante los recuerdos, y a su vez, se recargó de optimismo y alegría.

IMG_7519Una alegría marcada en la sonrisa de Ari. Compartimos vivencias tomando un café bien cargado de positividad. Hace unos meses que fue trasplantada de médula, tiene ganas de celebrar su primer aniversario y no me extraña, porque es una gran satisfacción sentir que todo va bien. En su mirada veía mi reflejo. Fue una vista al pasado cargada de sentimientos pero al igual que luché yo, lo ha hecho Ari. Otra campeona que irá sumando años de vida al nuevo calendario que comenzó en octubre. Esa es una gran satisfacción que borra los malos momentos que han marcado una etapa difícil de olvidar. Yo tenía 21 años cuando la leucemia se adueñó de mi vida de la noche a la mañana, Ari solo 13 la primera vez y 17, la segunda. El destino quiso que peleáramos y lo hemos hecho. Por eso, ahora es el momento de disfrutar de todas las enseñanzas que la vida muy duramente nos ha dado. No hay que olvidar que “el éxito en la vida no se mide por lo que logras sino por los obstáculos que superas”.

Ahora es el momento de vivir, de disfrutar, de dar la auténtica importancia que tienen las cosas… Ari y yo somos dos amigas luchadoras que queremos sonreír al día a día, ese día a día que generalmente no es valorado. Y es que en un segundo todo puede cambiar por eso, no hay tiempo que perder, tenemos muchos sueños que cumplir. De momento, y después de ese café podemos decir que Aun tenemos la vida para…

Imagino que ahora se entenderá porque tengo ganas de volver a Barcelona. Me quedan muchos monumentos que visitar y muchos cafés que tomar.

Jimena Bañuelos (@14ximenabs)