Dicen que no hay dos sin tres. Primero fueron eliminados de la Champions, después perdieron su encuentro en la Liga y ayer vieron como la Copa del Rey se la llevaba el Real Madrid. ¡Tres derrotas seguidas! Desde luego, el Barcelona si que está viviendo su particular vía crucis.
Estamos en plena Semana Santa, plena semana de pasión. Para los culés la penitencia está siendo especialmente dura. ¿Habrá llegado el momento de hacer examen de conciencia? Eso no me corresponde a mi decirlo pero algo está pasando en el conjunto blaugrana. Mesías sólo ha habido uno y no se llamaba precisamente Lionel. Pero tranquilos, porque también dicen que Dios aprieta pero no ahoga…
No sé si ya estarán ahogados, seguro que están decepcionados o buscando un responsable a la derrota. De lo que no hay duda es de que ya falta poco para el Domingo de Resurrección. Comenzará la Pascua y podrán disfrutar, ellos que tan catalanes son, de las deliciosas monas de Pascua. Yo me quedo con las torrijas de mi abuela que de fútbol entiende poco, pero de cocina…A todos nos agrada un dulce…
Muy pronto comenzó el Real Madrid a cocinar la victoria. En apenas once minutos, Di María inauguró un marcador que ponía la copa rumbo a Concha Espina. Pero en un partido de fútbol todo puede pasar y, más si es una “clásica” final. Más emoción hubo en la segunda mitad porque no faltó a su cita, el ya tradicional gol anulado al Madrid. Pero Bale reivindicó lo suyo marcando otro. Un tanto que bien se merece ganar una final. Los vikingos conquistaron así su decimonovena Copa del Rey ante el Barça… Un Barça que sigue siendo més que un club…
Doy mi enhorabuena a mis amigos merengues. Pienso en la satisfacción de Paloma, Pablo, Javi, Roberto, Zaida, Jesús y tantos otros…Pero que disfruten de esta copa porque la Champions será…rojiblanca. Ni ¡Hala Madrid!, ni ¡Visca el Barça! Siempre, ¡Aupa Atleti!
Jimena Bañuelos (@14ximenabs)
Comentarios recientes